"Nunca voy a dejar de tocar acá y tampoco pienso dejar de vivir acá"
El cuarto material discográfico del cantautor temuquense Juanjo Montecinos fue lanzado ayer en una reunión que tuvo de todo; desde el artista cantando parte de su repertorio hasta "selfies" con los denominados "Juanjolovers".
"Desde el Konun Wenu, canciones de La Araucanía", es una muestra de un trabajo arraigado en lo cotidiano, en la historia y recuerdos de esos paisajes y personas atemporales. Destaca la perfecta "Amigos padrelascasinos", con un material audiovisual que muestra lo mejor de la comuna que vio crecer este proyecto, por lo mismo ese homenaje a ese cerro olvidado, el "Konun Wenu".
- Surgen algunas voces que dicen, debido a su éxito, que "Temuco le quedó chico", ¿cree que esto es así?
- No sé si me habrá quedado chico. Yo creo que uno tiene que ser consciente y agradecido nomás de lo que ha sucedido acá. Nunca voy a dejar de tocar acá, y tampoco pienso dejar de vivir acá. Yo creo que mi música creció para que otras ciudades y ojalá países también la conozcan, yo creo que por ahí va el tema. Incluso, a pesar que soy súper conocido en Temuco, igual hay gente que nunca me ha escuchado y esa gente también creo que merece escuchar este tipo de canciones. Así que esperemos que algún día cualquier persona que me vea haya escuchado al menos una canción mía.
- En esta senda, más "localista", ¿cómo fue la experiencia de realizar un programa de televisión orientado a cantautores regionales a través de "Araucamía: en busca del canto regional?
- Araucamía fue un programa de televisión en donde entrevistamos a seis cantautores de la Región, de diferentes comunas: Lautaro, Villarrica, Carahue, Maquehue, Collipulli y Angol, y cantautores emergentes que merecen también tener una cabida en la música, así que estuvimos con ellos ahí compartiendo. Esta fue una idea que hicimos a través del canal Novenavisión, con Bárbara Cruz, fue una idea que le presenté y le pareció buenísima y la hicimos y postulamos a un fondo. "Araucamía" es una de mis canciones.
CONCIENCIA
- ¿Cómo es la relación de Juanjo Montecinos con el entorno que lo vio crecer? ¿Cómo se refleja eso en sus canciones?
- Hay un pensamiento de trabajo, de todo el equipo que somos nacidos y criados en la Región de que tenemos que cuidar lo que tenemos y la canción "Ríos libres" justamente habla de eso. Faltaba una canción para este disco, yo estaba un poco complicado ese día porque tuve una discusión de trabajo y mi hija me vio que estaba un poco complicado y se acercó a mí y me empezó a hacer cariño en la cara de la nada, y tenía un poco desarrollado el texto y dije esta canción se la tengo que dedicar a ella, "Ríos libres", "Ríos libres", y si le agregamos una C sería "Críos libres", no había fumado nada por si acaso (bromea). Y yo quiero que mis hijos y que los hijos de todos nosotros vivan libres y se puedan bañar en un río limpio sin pedir permiso.
- ¿Es un agradecido de la vida?
- Yo partí con la música un día en un carrete y le mostré unas canciones a unos amigos y cuando veo que me presenté en el Teatro Municipal de Temuco, en el Aula Magna de la Católica, y cuando veo esos escenarios y sin contar que me he presentado en el Teatro Municipal de Valparaíso, en el Rockódromo y me pongo a pensar y digo, "tengo más de lo que puedo poseer", es demasiado el premio que he tenido a través de la música.
- Finalmente, ¿qué otros proyectos pueden esperar los "Juanjolovers"?
- Vamos a entrar en el tema de la plataforma digital con Spotify en el segundo semestre, con la experiencia en WineDisc, se vienen hartas sorpresas.
El lanzamiento de la cuarta producción musical de Juanjo Montecinos confirmó que el artista se siente mejor en casa y es que el cantautor temuquense logró generar una atmósfera en la que todos querían participar. Aquello, gracias a la compañía de sus compañeros de banda y amigos: César Gatica (batería), Camilo Cancino (bajo), Alan Aedo (guitarrista y productor musical), Eduardo Gallegos (tecladista), Diego Jara y Luis Vega. Y eso refleja "Desde el Konun Wenu, canciones de La Araucanía", una invitación a conectarse con los sentimientos, con la memoria.