Secciones

"El Poder Ejecutivo y Legislativo están en deuda con el país"

E-mail Compartir

ehenriquezo@australtemuco.cl

El alcalde de Lonquimay, la comuna territorialmente más extensa y más extrema de La Araucanía, Guido Barría, opina que las autoridades ejecutivas y legislativas están en deuda con Chile.

Lo están, dice, al mantener en trámite por más de una década el proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Emergencia y la Agencia de Protección Civil, iniciativa que modernizará un modelo obsoleto, pero que aún hoy no presta mayor atención a las instituciones responsables de dar la primera respuesta: los municipios.

Luego de un verano marcado por la sequía y los incendios forestales y de cara a una temporada de invierno que siempre les ha presentado retos, Barría asegura que su municipio ha avanzado en materia de emergencia, pero no desconoce que se avecinan meses duros.

- Hace solo días usted y otros tres alcaldes se reunieron con el presidente de la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado, presidida por el senador Alberto Espina, para expresar su opinión sobre el proyecto de ley del Sistema Nacional de Emergencia y Agencia de Protección Civil. ¿Qué le hicieron notar puntualmente?

- Que este un proyecto que lleva muchos años de tramitación (...) Comenzó justo después del terremoto de 2010 y se ha ido quedando dormido durante este tiempo. El documento, que es bastante extenso, apenas hace un par de menciones a los municipios que por lógica son las instituciones que deben dar la primera respuesta en una emergencia. Otra observación que hicimos es que el proyecto debería enfocarse más en el rol preventivo, en propiciar obras fundamentales para evitar riesgos.

- Y ¿qué le parece el ritmo que lleva el proyecto de emergencia? Porque aún está sin aprobar...

- Hay unanimidad en reconocer que el sistema de emergencia está ampliamente sobrepasado y es un sistema antiguo que no considera un aspecto fundamental: la prevención. Efectivamente aquí hay una tardanza muy grande y eso repercute en la capacidad de reacción, por lo tanto, las autoridades, el poder Ejecutivo y Legislativo están en deuda con el país en materia de emergencias. A nosotros el proyecto aún no nos satisface, porque todavía tiene muchas falencias, pero sin duda va a significar un avance.

- Alcalde, ¿en qué condiciones está Lonquimay para enfrentar emergencias?

- Nuestra comuna es golpeada por tres tipos de problemas: erupciones volcánicas, nevazones e incendios forestales. El tema es crear conciencia en las autoridades locales de que deben tomar medidas y que las inversiones que vayan haciendo los municipios tengan por objetivo estar en las mejores condiciones para responder a sus habitantes y dotarse de equipamiento. Dadas nuestras experiencias nosotros hemos desarrollado ciertas capacidades y nos hemos dotado de equipamiento. Por ejemplo, ambulancias oruga que pueden viajar sobre la nieve y teléfonos satelitales (...) Es decir, estamos acumulando capacidades y hemos propiciado cambios a través de la gestión. Ahora, nuestra meta es modernizar nuestro sistema de comunicación radial, generar uno que sea autónomo al suministro eléctrico y esperamos contar con el apoyo del intendente. En cuando a la Onemi, hemos desarrollado una buena relación de trabajo y esperamos repetirla.

INVIERNO

- Considerando el bajo ciclo del piñón, los efectos de la sequía y el invierno que se avecina ¿cuál es la situación que podría enfrentar Lonquimay estos meses?

- Sea un invierno crudo o no, la falta de forraje es un hecho en Lonquimay y se necesitará una inversión de a lo menos $2 mil millones para suplirla. Ahora, estimamos que existe la probabilidad de un invierno bastante duro. Los cambios climáticos en ambos hemisferios dan cuenta de ello (...) En lo económico estamos en un ciclo bajo del piñón, con efectos productivos por la sequía, tenemos gente que había emigrado a comunas del norte por trabajos temporales y se verá afectada por la catástrofe, pero hemos generado algunas obras y, por ende, empleos por varios meses; así que soy optimista porque mucha de nuestra ha tenido acceso a esas plazas de trabajo.