La voluntariedad prima en el Servicio Militar según la experiencia del Regimiento Tucapel
Servicio. Los 336 soldados conscriptos que iniciaron su instrucción militar el 7 de abril experimentaron ayer la primera visita de familiares en el cuartel. Abrazos, lágrimas y regaloneos gastronómicos hubo en la jornada.
Formados, erguidos e impecablemente uniformados recibieron su primera visita familiar los 336 soldados conscriptos que el 7 de abril de 2015 comenzaron su instrucción en el Regimiento N°8 de Infantería de Montaña Tucapel (Temuco) y cuyo común denominador es la "voluntariedad" como respuesta al llamado a cumplir el servicio militar obligatorio.
El dato lo puso en relieve el mayor Guillermo Castro, quien precisó además que de los 336 conscriptos acuartelados en Temuco 106 son mujeres, de las cuales 39 provienen de la Región del Bío Bío. "Aquí - acotó el oficial - está acuartelado el 10 por ciento del contingente femenino del país".
La mayoría de los jóvenes que acaba de optar por esta experiencia corresponde a ciudadanos de la Región de La Araucanía y a comunas como Temuco, Padre Las Casas, Cholchol, Vilcún, Nueva Imperial, Lautaro, Villarrica y Pucón, principalmente.
A juicio del mayor Castro, lo más relevante en la experiencia del Tucapel es la carácter voluntario que presentan sus conscriptos.
"Si bien el servicio militar mantiene su carácter de obligatorio, podemos decir con orgullo que en los últimos años el Regimiento Tucapel ha contado con un contingente ciento por ciento voluntario. Esto hace que la transición sea mucho más sencilla porque es gente joven con las ganas y el ímpetu de aprender. Por lo tanto, si bien el rigor de la instrucción militar forma disciplina, ellos están conscientes que se trata de una disciplina que apunta a formar soldados autónomos capaces de tomar buenas decisiones. Que es nuestro objetivo", explica el oficial.
Los 336 soldados acuartelados en Temuco acaban de cumplir su primera semana de instrucción, que consistió en la fase de ambientación y adoctrinamiento. Por delante les queda un año de formación que se divide en dos periodos, uno de especialización técnica que se extiende por siete semana y uno de entrenamiento de combate.