Comprando aire
La dramática situación que vive Chile requiere explicaciones simples. Y sirva para esta urgencia el papel "Confort". Ya expuesta televisivamente la "pillería" nacional, para los efectos de vender aire, nada más sofisticado que el papel higiénico. Apenas liberados del vacío, los rollos se esponjan y vuelven fofos. Porque la "sana competencia" hace cada vez más eficaz la venta de aire en múltiples artículos domésticos. Y cuadra el dicho papel para esta crónica educativa sobre las calamidades morales y económicas que afligen hoy al país.
Otra arista es agrandar el hoyo. Más aire, pero entonces el rollo no cabe en el dispensador.
Lo cierto es que las consecutivas calamidades naturales o morales -por exceso o estupidez- no admiten demora ni soluciones parche. Veamos: 1.- Si la solución consensuada es poner término a las investigaciones; sería privar al populacho de la sangre que desea ver correr de gobernantes y legisladores. 2.-Similar solución sería generar una autoamnistía o punto final para los políticos. Esto equivale a un libreto gratis para los que gustan bombardear a la derecha todopoderosa, salpicando de pasada a miles de emprendedores honrados. Tampoco será sorpresa el rociar con misiles o guatapiques verbales a los militares ("responsables de todo lo malo que pasa en Chile"). 3.- Lo anterior podría facilitar el empate o derrota del bacheletismo, mediante la persuasión mediática; porque el caso Caval será resorte infalible de la oposición para ventilar la trampa. 4.- El engaño y la autoamnistía puede ser entonces el sustrato ideal para imponer la Asamblea Constituyente, que equivale apagar un incendio con bencina. Recordemos que siempre hay muchos compatriotas "ojo al charqui".
La solución más segura es la que menos nos gusta a los chilenos: conocer toda la verdad y asumirla, confiando en los tribunales de justicia, último bastión de la República. Porque si ahora nos tentamos con la gran oferta de "discursos de aire" que se viene, estamos… fritos.
Benjamín Vogel