Secciones

Vecinos relatan el drama de calentar la casa cuando el dinero no alcanza

Juntas vecinales. Los testimonios dan cuenta de la urgencia con que se necesitan fondos para la adquisición no sólo de leña seca, sino también de nuevos combustibles en beneficio de los sectores más vulnerables de Temuco y Padre Las Casas.

E-mail Compartir

Hace 8 años, la vecina Juana Nahuelhual (64) del sector Casetas de Lanín, en Pedro de Valdivia, quedó postrada tras una operación. Desde entonces, su esposo Darío Verdugo debió abandonar cualquier intento de trabajo estable para dedicarse en cuerpo y alma a atenderla, lo que implicó, entre otras preocupaciones, el tener la pequeña salamandra de la casa encendida día y noche. Sólo de esta manera se podía evitar que el frío afectara aún más a su esposa, dada su escasez de movimientos.

Las medidas de descontaminación para este año -uso de leña seca en preemergencia, prohibición de cualquier tipo de leña en emergencia- parecen demasiado ajenos a esta zona. Y tanto es así que no sólo el hecho de buscar leña seca certificada es sumamente difícil en una población donde muchos vecinos reciben pensiones bajo los 100 mil pesos, sino que muchos pobladores simplemente deben sobrevivir calefaccionándose con lo primero que encuentren a mano, desde despuntes de madera hasta ramas de árboles.

"Nosotros vivimos con un hijo que llega en la noche de su trabajo", señala Darío Verdugo, quien agrega que "mi señora recibe una pensión por invalidez de 85 mil pesos y yo una de vejez por la misma cantidad. Con ese dinero debemos pagar todas las cuentas, comprar la comida del mes y con lo poco que sobra no da para comprar leña certificada. Nosotros tenemos una estufita a leña y nuestro hijo nos trajo una molición, despuntes que le regalaron por ahí".

"Aquí es muy helado, tenemos que tener fuego todo el día", asegura Juana Nahuelhual, quien agrega que "con esta estufa chiquitita podemos pasar el frío, pero hay que tenerla encendida todo el día".

La realidad del sector Las Casetas de Lanín es sumamente dura, especialmente cuando el frío se deja caer por esta parte de Pedro de Valdivia. Así lo ratifica el presidente de la junta vecinal El Progreso, Juan Navarrete, quien asegura que "uno comprende que es necesario limpiar el aire, pero el gobierno no toma en cuenta que hay puntos como este mismo sector, donde la gente no cuenta con los medios económicos para tener leña seca o para contar con otro tipo de calefacción, Aquí mucha gente trabaja en pololitos, otros en la construcción, hay muchos vecinos postrados, otros de tercera edad, donde sus entradas son de 80 mil pesos o menos. Imagínese que un metro de leña certificada está arriba de 30 mil".

Esta situación -apunta Navarrete- implica que los vecinos deban ingeniárselas para encontrar leña en lugares más baratos. Allí es donde surge el negocio de los "despuntes" o pedazos de madera y tablas de algunas barracas.

"Aquí en el sector vive mucha gente de la tercera edad, con bajas jubilaciones, y entonces sólo queda buscar la alternativa más barata", agrega el dirigente. "En estos casos la solución, creo yo, pasa por entregarles un subsidio para que puedan comprar su metro de leña certificada. Mientras eso no ocurra, la gente simplemente no va a sumarse a la restricción, porque todos se calefaccionan con leña".

Matilde Muñoz, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, asegura que son muchos los sectores poblacionales de Temuco y Padre Las Casas donde las condiciones económicas impiden ahorrar para comprar leña certificada o para adquirir otro tipo de calefacción.

"Estos problemas se dan principalmente en los sectores de Amanecer, Santa Rosa, San Antonio, Pedro de Valdivia", asegura la máxima dirigente de las unidades vecinales, quien agregó que "tiempo atrás hice un intento por conseguir un subsidio, pero no resultó. Lo intenté con la intendencia regional, pidiendo un subsidio considerando que el precio del metro de leña seca era de 32 mil pesos y que muchos vecinos adultos mayores ganamos 70 a 90 mil pesos por pensión. Y un metro de leña permite calefaccionar una casa un mes, no más que eso. Entonces, si le sacamos 40 mil pesos a la pensión de 70 mil, y le agregamos el pago de las cuentas, de la comida, los remedios, entonces ¿que queda? ¿una taza de té y un pedazo de pan? ".

Según lo expresado por Matilde Muñoz, más allá de un subsidio o un bono, "urge solucionar el problema de los sueldos, porque es impresentable que tras una vida entera de trabajo se premie a la persona con una pensión de 80 ó 90 mil pesos. Y si a eso le agregamos que se nos pide leña seca o contar con otro tipo de calefacción más cara, es imposible cumplir con todo".

A sus 88 años, la vecina de Pedro de Valdivia, Olga Álvarez, logró comprarse una pequeña estufa a gas para suplir los altos costos de la compra de leña.

"Sale harto caro comprar leña. De hecho, mi hijo recogió leña por ahí y me trajo varios sacos de recorte de palitos, que están sequitos. Mi plata no me alcanza para nada más que para pagar las cuentas, yo tengo una pensión de invalidez de 50 mil pesos", dice.

Según lo señalado por la vecina de Pedro de Valdivia, "a veces con mi estufita a gas no logro calefaccionar la casa, cuando hace frío acá es como si no tuviera nada encendido. Me he enfermado varias veces durante invierno".

Verónica Figueroa es tesorera de la Junta vecinal Nro. 11 de Villa El Salitre, en el sector de Chivilcán. Allí, un importante porcentaje de vecinos se calefacciona exclusivamente con leña, dados los altos costos de otro tipo de calefacción.

"Este es un sector muy vulnerable, con mucha gente cesante, con muchos abuelitos que viven con una baja pensión. El metro de leña en buenas condiciones, seco, fluctúa entre los 25 y 28 mil pesos y la pensión no pasa de 80 mil pesos", apuntó la dirigente de Chivilcán.

Según los señalado por Verónica Figueroa, "ni siquiera quienes ganamos el sueldo mínimo podemos incurrir en gastos como leña certificada, hay que andar regateando para pagar las deudas del mes, entonces menos alcanza para leña seca. El tema es que la mayoría se calefacciona, cocina y seca la ropa con leña".

La dirigente coincide en que el subsidio es la solución. "Somos una de las regiones con más pobreza. Si las autoridades exigen calidad de leña, hay que subsidiar, porque el dinero no alcanza y al final la gente opta por lo más económico, pero eso a la larga puede significar una multa, ¿y cómo se paga si no hay plata ni para el mes?".

Gloria Ramírez, presidenta de un comité de vivienda y de una mesa territorial en Fundo El Carmen, es una de las gestoras del trabajo conjunto de los vecinos para adquirir leña seca y calefactores adecuados.

Asegura que "no estoy muy de acuerdo con las restricciones nuevas, son muy drásticas y no se la ha dado ningún tipo de elección a la gente, es decir, hay restricción y nada se puede hacer. Lo que más nos molesta es que hicimos un esfuerzo, sacrificamos algunas cosas por comprar leña seca y que ahora nos digan que tampoco podemos ocuparla, es demasiado drástico".

El subsidio a la leña nuevamente surge en la carpeta de esta dirigente. "Es un tema que se lo hemos planteado a los seremis de Salud y de Medio Ambiente, pero siempre se llega a la conclusión que es difícil de realizar", dijo Gloria Ramírez.

El alcalde de Temuco, Miguel Becker, comparte la visión de los vecinos. "Subvencionar el gas o de abaratar la electricidad en algunos momentos dentro de la comuna, es un tema que nosotros lo hemos planteado desde hace un par de años, incluso en algún momento lo fuimos a consultar con el ministro de Energía del gobierno anterior", apunta el alcalde Becker, quien agrega que "buscaré la oportunidad de dialogar con los seremis de Medio Ambiente y de Salud para lograr una reunión con el ministro de Energía o el ministro de Medio Ambiente para ir avanzando en este tema".

El alcalde señaló que "hace un par de años entregamos sacos de leña seca a los hogares más carenciados, pero fue poco para el total de la fuente de emisión. Eso es algo que podemos volver a hacer, pero estamos lejos de cubrir las casi 100 mil fuentes de emisión".