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¿Vale más la pronta normalización de la actividad económica en Pucón en pos de su desarrollo, o la sensación de seguridad entre sus ciudadanos y los turistas y visitantes?
Esa es la discusión que se ha entablado en la comuna lacustre, luego que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (Ovdas) aseguraran que el macizo continuará con su alerta técnica naranja y la Onemi, que mantendrá la alerta amarilla de protección civil, pese al deseo del alcalde Carlos Barra de disminuir el nivel de los mecanismos preventivos.
Y es que pasados dos meses y casi una semana desde que el Rukapillán entró en este ciclo eruptivo, la baja de visitantes desde luego que pone nervioso al comercio y al turismo de la zona. Sin embargo, gran parte de la ciudadanía se muestra aún temerosa a que el Villarrica demuestre una vez más su fuerza destructiva con una nueva erupción.
A Jason Recondo, un joven trabajador hotelero de 21 años de la zona, le preocupa apresurarse con la decisión de permitir mayor acceso al macizo. "Me parece que Carlos Barra ve lo que es el negocio, el turismo, eso más que nada. No se preocupa de la gente que vive aquí ni nada", indicó, preocupado por la actividad que observa del volcán. "No sería oportuno bajar la alerta (de naranja a amarilla). Es un peligro grande que se corre", opina.
Algo similar opina Rosa Cifuentes, habitante del sector Quetroleufú, entre Pucón y Caburgua. Es la incerditumbre la que la mantiene dudosa en cuanto a lo que se pueda permitir o no alrededor del cráter. "Tiene que seguir la alerta naranja, sobre todo por la gente, para tener más cuidado, porque no se sabe, de repente el volcán hace erupción", dijo.
Empresas turísticas
En el propio mundo turístico también se generan opiniones, como las de Carlos Barra, pero no el alcalde, sino más bien el hijo, propietario de la agencia Florencia, la que como la mayoría de los centros de turismo de la comuna, ofrecen actividades guiadas de trekking, rafting y, por supuesto, ascensos al volcán, estos últimos interrumpidos hoy por la restricción de cinco kilómetros alrededor del cráter.
"Como empresario turístico, para nosotros es súper importante que las autoridades y, en este caso, Sernageomin o la Onemi, puedan dar permiso para ir a trabajar arriba", expresó. En su opinión se denota la urgencia de reactivar el turismo en el Rukapillán, sobre todo luego que a raíz del mecanismo de emergencia se registró una baja de, al menos, un 30% de la demanda en su negocio. "Es una impotencia tan grande porque es nuestro producto turístico de invierno".
Otra de estas iniciativas turísticas es la que lleva la agencia Andesmar. Su encargado, Pau Gaset Fabre, constata que se estableció la prohibición de acceder al volcán, pasaron de tener cerca de 20 solicitudes de ascenso al día, a nada.
Sin embargo, percibe el tema de otra forma. "No tiene que haber ningún riesgo para los que estamos aquí en la zona. Dentro de lo que se vio el volcán, con mucha nieve y en pleno invierno, sería bastante complicado con el tema de los lahares", comenta el trabajador. Y es que no sólo le importa que la empresa recupere su oferta recreativa del Villarrica, sino que también la seguridad de los clientes. "La verdad es que no me gustaría arriesgar la vida de nadie. No iría allí con mi hija pequeña, por ejemplo, sabiendo que la Onemi, Sernageomin, si lo han cerrado, es por algo", comentó.
Por su parte, el alcalde Carlos Barra mantuvo ayer su anhelo de avanzar hacia el acceso al cráter, pese a que la solicitud de la empresa Enjoy de ingresar a su centro de esquí en Pucón para reparar daños, continúa siendo analizada entre la Onemi, Sernageomin, Conaf y la Seremi de Bienes Nacionales. "Para nosotros sería muy beneficioso que, si las condiciones lo permiten, baje la alerta amarilla, porque este volcán es atractivo, con o sin (restricción)", dijo el jefe comunal.
Ayer el Sernageomin registró la aparición de una fumarola blanca compuesta por vapor de agua, de una altura de un kilómetro, medio kilometro más larga que el día anterior. Sin embargo, los eventos asociados a la dinámica de fluidos al interior del cuerpo volcánico llegaron a los 544, un tercio menos de lo registrado el miércoles (751 eventos). La incandescencia nocturna también se pudo percibir en la madrugada.
