Como una mujer trabajadora aunque solitaria, fue descrita Luisa Paillamán (63) quien se convirtió en la primera víctima tras las torrenciales lluvias que azotaron a Temuco y Padre Las Casas a principios de semana al encontrarse su cuerpo en las aguas del estero Curaco del sector Niágara.
Hasta el martes -día que encontraron su cadáver- la vida de Paillamán giraba en torno a la venta de sus hortalizas, las que ofrecía en el sector San Antonio de Temuco de lunes a sábado, las que cultivaba en su parcela del sector rural padrelascasino, junto a sus hermanos y otros familiares.
Ella era parte de una familia de seis hermanos, siendo una de las más jóvenes. Siempre se crió en el mismo lugar del sector Curaco, donde aprendió el trabajo que por años le permitió ganarse la vida de la manera que más le gustaba, mostrándose como una mujer tímida con algunos vecinos, pero con un sentido de la solidaridad único, según relataron.
familia
Su cuñada, Josefina Martínez Nahuelpán, fue una de las personas que más la conoció. Dijo que siempre la vio junto a sus hortalizas, negocio al cual ella también se dedica, claro que la fallecida lo hacía a diario en Temuco, a diferencia de ella, que lo hace en Lautaro.
Sobre Paillamán, Martínez detalló que era "demasiado trabajadora. Salía todos los días al sector San Antonio a vender sus productos, su vida giraba en torno a eso. Ella era una mujer muy buena, es una pena que se haya muerto de esa forma".
Martínez explicó que las alarmas se encendieron el mismo lunes pasadas las 19 horas ya que la víctima a esa hora ya debía haber regresado a su casa luego de su jornada de trabajo. "Eso era muy raro y por eso que la salimos a buscar", dijo su cuñada.
Claro que su amor por el trabajo, tras esas ansias de querer surgir, le impidió a Luisa Paillamán poder tener una familia. Nadie sabe por qué nunca se casó ni tuvo planes concretos de tener hijos.
"Nunca se casó ni tuvo hijos, es verdad. Yo lo único que sé de ella es que amaba mucho su trabajo, sus hortalizas, realmente disfrutaba mucho de su trabajo. No le molestaba viajar casi todos los días a la ciudad, era admirable", contó Verónica Trangolaf, sobrina de la mujer fallecida en las aguas del estero Curaco.
Según informaron sus propios familiares, aún no se ha decidido como familia cuándo se llevarán a cabo sus exequias. Lo único definido es que será en su casa, rodeada de los suyos y como lo dictan las tradiciones mapuches.
investigación
El miércoles recién fue ingresada a la Fiscalía local de Temuco la denuncia por presunta desgracia de Luisa Paillamán. Mismo día en que quedó al descubierto su muerte, horas más tarde, tras el hallazgo hecho por sus más cercanos.
La causa posteriormente recayó en el persecutor Ítalo Ortega, quien por su parte, instruyó al personal de la Brigada de Homicidios de la PDI para que investigue las causas del fatal deceso de la hortalicera padrelascasina.
Según relató Ortega, de manera preliminar, la Policía de Investigaciones le señaló que "al parecer existiría ingesta alcohólica de por medio y que en esas circunstancias, más el aumento del caudal de este canal, la persona no tomó las precauciones necesarias y habría caído al mismo".
Del mismo modo, el persecutor aseveró que todo indica que no existiría participación de terceras personas en la muerte de Paillamán, al no encontrarse pistas suficientes que avalen dicha teoría.
Por último, Ortega sostuvo que está a la espera de los informes definitivos de la propia institución policial y del Servicio Médico Legal de Temuco, para poder establecer con claridad absoluta las causas que convirtieron a Luisa Paillamán en la primera víctima fatal del crudo invierno que ha aterrizado en La Araucanía en los últimos días.