Un verdadero regalo de música, luces e imágenes fue para los seguidores de la legendaria agrupación británica Pink Floyd, las más de dos horas de concierto que sobre el escenario del Aula Magna de la UCTemuco instaló ayer la banda tributo "Prisma".

Y sin duda que esta esmerada puesta en escena era necesaria para emular la atmósfera que Pink Floyd creaba en cada una de sus presentaciones. Así, los cinco músicos y tres coristas que conforman esta banda de Valparaíso, estructuraron un concierto potente y que mezcló la nostalgia con la energía, que fue seguido con entusiasmo y premiado con el aplauso del público.

"Prisma" venía antecedido por 13 años de trayectoria sobre los escenarios y con muy buenas críticas dentro y fuera de Chile, por lo que las expectativas de los seguidores de Pink Floyd eran altas.

Finalizada la presentación, el resumen para los espectadores que llegaron hasta la UCTemuco fue positivo, con una banda tributo que cumplió tanto en lo musical como en el espectáculo y donde los efectos especiales ayudaron a crear la complicidad que existía entre los músicos británicos y su público, recreada esta vez en tierras de La Araucanía.