Anciano que tenía 70 armas quedó con arresto domiciliario
Formalizado. El tribunal de Garantía de Temuco decretó un plazo de cuatro meses para investigar a Luis Anselmo Pérez Quilodrán (79) por tenencia ilegal.
Recluido a tiempo completo en su hogar como medida cautelar quedó Luis Anselmo Pérez Quilodrán (79), luego de ser formalizado ayer en el Juzgado de Garantía de Temuco por los delitos flagrantes de tenencia ilegal de armas y municiones, entre ellas de uso bélico.
La audiencia fue el resultado del decomiso ocurrido la tarde del viernes por parte de funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI), en la que se incautó 70 armas, de las cuales 14 no cumplen con los parámetros legales de inscripción, además de 5.461 cartuchos.
La jornada de formalización, que estuvo presidida por el juez Federico Gutiérrez, se desarrolló con algo de dificultad, ya que el imputado presentaba problemas de audición. No obstante, el fiscal de Alta Complejidad, Héctor Leiva argumentó que el adulto mayor constituía un peligro para la sociedad dada la gran cantidad de armas incautadas.
En base a las indagaciones, determinaron que Luis Pérez poseía licencias relacionadas a la tenencia de armas y municiones, pero que dos de ellas habían caducado. "Él tenía un antiguo permiso de coleccionista que estaba ya vencido y un permiso de caza que vencía el año 90. Actualmente lo único que tiene vigente es un permiso como armero para reparar armas", detalló.
Bajo la misma línea, el fiscal argumentó que el hecho de desarrollar su oficio implica el tener conocimientos especiales sobre la Ley 17.798 del Control de Armas, la que asegura se está infringiendo con la posesión de armamento sin registro. "Sin poder justificarlo, claramente es una situación de irregularidad y que agrava la irregularidad en que se encuentran las armas", dijo el fiscal Leiva.
No obstante, el abogado defensor Héctor Pedraza solicitó que para la formalización se considere la avanzada edad de Luis Pérez, quien además en su hogar se desempeña como armero artificiero, es decir que repara armas, por lo que era de esperarse que al interior del inmueble fuera descubierto el armamento, según Pedraza.
También indicó que antes del arresto e incautación ejecutada por la PDI, correspondía una sanción correlativa a su oficio de armero, como una multa. "Lo primero que deben hacer es realizar una función de enseñanza o de cautela del orden público, pero no por la vía del derecho penal, sino por la del derecho administrativo o de las normas relacionadas con su actividad", alegó el abogado defensor durante la audiencia.
Por ello el profesional Pedraza pidió sólo firma quincenal y arraigo nacional para el adulto, a diferencia del fiscal Leiva, quien solicitó arresto domiciliario total mientras se desarrolla la investigación. Sin embargo el magistrado finalmente acogió la petición del Ministerio Público y decretó cuatro meses para desarrollar la investigación.
"En atención al número de armas que fueron encontradas, la Fiscalía estima que claramente la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, y por eso se pidió la prisión preventiva", señaló.
Pericias e indagaciones
El prefecto de la Policía de Investigaciones (PDI) de Temuco, Jorge de la Torre Aninat, destacó el numeroso armamento que la institución periciará para términos de la investigación. "La cantidad de munición que hay es también importantísima en la incautación, puesto que ahí no hay ningún respaldo para que esta persona los tenga y hay munición de guerra que es muy preocupante que esté en manos de particulares", fundamentó y añadió que el énfasis de las pericias estará en analizar aquellas que están sin registro ni documentos identitorios. El total de armas y municiones se avalúa en cerca de 55 millones de pesos.
Además se descartó, al menos hasta el cierre de la edición, que la posesión del armamento tenga relación con otros delitos. "Es información preliminar", indicó el fiscal Héctor Leiva.
Durante la investigación, la Fiscalía precisará si hubo comercialización de las armas y si ellas estaban siendo arregladas, lo que explicaría que fueran encontrados en el hogar de Pérez Quilodrán.