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Adultos de la Región vuelven a ser escolares y aprenden a leer y a escribir Jorge Rathgeb aseguró que devolvió excedentes de su dieta parlamentaria

Plan. Personas que por distintas circunstancias no pudieron estudiar cuando eran niños, hoy decidieron dejar atrás el analfabetismo, gracias a plan impulsado por la Seremi de Educación.

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El abandono del padre y una situación de profunda pobreza marcaron la vida de Víctor Vásquez, quien siendo muy pequeño debió dejar la escuela para comenzar a trabajar y poder ayudar a su madre.

Sin embargo, recientemente -tras más de cuarenta años- tomó una decisión que, sin duda, cambiará su calidad de vida: retomó sus estudios para poder comprender esos textos que, hasta hace un mes, parecían indescifrables.

"Yo no tenía nada de estudios, entonces decidí participar para aprender. El papá nos dejó muy chicos y la mamá no podía pagar los estudios, por eso dejé la escuela. Pero ahora estoy aprendiendo nuevamente", contó Víctor, quien también es integrante de la Fundación Paréntesis, institución que apoya a personas que se encuentran en situación de pobreza, con consumo de alcohol y otras drogas.

Como él, son 547 personas las que cada semana se reúnen para aprender contenidos correspondientes al primer ciclo básico (de primero a cuarto año), gracias al Plan de Alfabetización "Contigo Aprendo", impulsado por la Seremi de Educación. Esto con el objetivo de dejar atrás el analfabetismo que no sólo les trajo momentos incómodos, sino que además los limitó en su libertad de decisión y acción.

"Muchas veces tuve que pedir ayuda a otras personas para que me dijeran qué era lo que decían los papeles. De tan sólo ver un lápiz y un papel quería arrancar. Ahora, con el apoyo de la profesora y los compañeros estoy aprendiendo para poder ser yo quien lea y así no cometer ningún error", expresó.

Si bien son otras circunstancias las que rodean la historia de vida de Alicia Aedo, de 70 años, hay un aspecto que la une con Víctor: la escasez de recursos de sus padres le impidieron continuar sus estudios, cuando sólo cursaba tercer año básico.

Aparte de sus deseos de aprender, ella tuvo un estímulo adicional para sumarse a la iniciativa: "Mi nieta me motivó a participar. Ella me dijo 'abuelita, ¿no quiere estudiar?' y yo le dije '¿a esta edad?'. Entonces me dijo que en el curso habían hartos viejitos y que me podía 'encontrar un mino' (ríe)".

Alicia cuenta que volver a ser una escolar ha sido una experiencia enriquecedora. "El mes que hemos cursado ha sido muy bueno, muy entretenido, hemos aprendido muchos contenidos y la relación con los compañeros ha sido excelente", aseguró.

"CONTIGO APRENDO"

El Plan "Contigo Aprendo" comenzó en el Gobierno anterior de Michelle Bachelet y se extendió hasta el 2011. Este 2015 se reinicia a partir de junio, con una participación de 548 inscritos de distintas comunas de la Región, que están divididos en 65 grupos de alfabetización.

Seis horas de clases semanales cursan estos estudiantes, quienes al finalizar el periodo de siete meses podrán optar al certificado de cuarto año de educación básica.

Cada curso es impartido por monitores voluntarios, en su mayoría estudiantes de la carrera de Pedagogía, quienes además de realizar una labor social y aportar conocimientos a las personas, también adquieren herramientas pedagógicas útiles para su formación profesional.

La monitora de Víctor y Alicia, ambos integrantes del grupo de la Biblioteca Los Boldos de Temuco, es Daniela Millar, estudiante de Pedagogía en Castellano y Comunicación de la Universidad de La Frontera, quien aseguró que tomó la decisión de ser parte de esta iniciativa por el desafío que significa enseñar a personas adultas, experiencia que califica positivamente.

"Ha sido muy bueno para mí participar como monitora, tanto a nivel personal como en mi formación profesional. Muchas veces la timidez y la vergüenza impiden que las personas se atrevan a estudiar. Pero la verdad es que, aunque ellos piensen que no saben, sí conocen muchas cosas. Sólo les faltó la oportunidad y gracias a este programa la están teniendo", manifiesta.

Por su parte, el seremi de Educación, Marcelo Segura, evidenció su satisfacción por la reapertura del Plan de Alfabetización que, según indica, permite que muchos hombres y mujeres mayores de 15 años mejoren su calidad de vida.

"Casi 600 ciudadanos de la Región se han atrevido a retomar los libros, a reencontrarse con los números, con las palabras. Esperamos que la mayoría se licencie de cuarto básico, para después entregarles la oportunidad de que puedan hacer quinto y sexto. Por lo tanto, invitamos a que las personas participen en esta iniciativa", agregó.

Las inscripciones al Plan "Contigo Aprendo" continúan abiertas hasta el día 27 de julio. Es por ello que Alicia, como alumna del programa, se suma al llamado del seremi.

"Invito a que las personas que no saben leer y escribir se animen a participar, porque, además de aprender, uno sale de la rutina y se relaciona con otras personas", señaló.

"Es tiempo que los diputados sinceren su actuar y aquellos que quieren reducir su dieta por encontrarla excesiva que lo hagan a partir de esta semana, devolviendo a la Cámara de Diputados los excedentes correspondientes al reajuste aprobado para el sector público este 2015".

Este fue el llamado del diputado por Malleco, Jorge Rathgeb, quien aseguró ser el único congresista que ha devuelto parte de su dieta parlamentaria, específicamente de junio, por estimar que "no le corresponde".

El parlamentario dice llevar adelante desde mayo de este año una fórmula que le ha permitido devolver a la Cámara de Diputados los excedentes correspondientes al incremento del 6% del reajuste al sector público aprobado el 2014 y que desde enero de este año se adiciona a la dieta de los parlamentarios.

Este retorno de dineros lo hace, según afirma, "porque yo voté en contra de este reajuste y no se ve bien recibir algo a lo cual me opuse".

El diputado por RN aseguró que seguirá devolviendo este reajuste hasta cuando se pueda, y lo hará depositando un cheque a nombre de la Cámara a través de la misma cuenta donde recibe su dieta, ya que no existe en el Congreso un mecanismo que permita a los parlamentarios devolver dineros.

"En mi distrito destino parte de mi dieta a ayudas y colaboración a organizaciones sociales y juntas de vecinos y si tomara esos 308 mil pesos de reajuste y los donara, ya estoy tomando una decisión sobre un dinero que no me pertenece, por lo tanto, cuando la devuelvo lo hago porque yo creo que esa plata no la debo percibir", señaló.