Curarrehue: las historias tras la oposición a las hidroeléctricas
energía. Tras la aprobación de la central Añihuerraqui, asociaciones comunales se organizan para evitar la instalación de nuevos proyectos, en una comuna que ha centrado su desarrollo productivo en el fomento etnoturístico, cultural y patrimonial.
macarena.alvarez@australtemuco.cl
"Yo era de Santiago, y llegué a vivir a Curarrehue el año 2009 al sector de Huitraco, donde me compré un terreno. El año 2010, me enteré que ahí querían hacer una central hidroeléctrica. La proyección de ésta abarcaba 380 metros lineales de mi campo, de los cuales 200 metros son de bosque nativo. Esta cañería pasaba por mi predio, el que compré para instalar un proyecto agroturístico y además para mi autosubsistencia", cuenta Claudio Carneyro, uno de los "vecinos" de la futura central Pangui, la primera en ser aprobada en la comuna de Curarrehue el año 2011.
Luego de algunas demandas a la empresa por parte de él y algunos de sus vecinos, Carneyro señala que "el sistema está hecho para que estos proyectos se aprueben", por lo que las probabilidades de evitar el paso de 380 metros de cañería por su campo, es muy difícil.
Actualmente, son cuatro los proyectos hidroeléctricos que están en carpeta para la comuna de Curarrehue, de los cuales dos ya se encuentran aprobados: Pangui y Añihuerraqui. Este último, fue sometido bajo la votación de la Comisión de Evaluación Ambiental (COE) el martes pasado, contando con 7 votos a favor y 4 en contra.
Fue esta decisión -que incluso llevó a una protesta por parte de los curarrehuinos en las afueras de la Intendencia Regional-, la que motivó a una organización más fuerte por parte de la ciudadanía, puesto que un grupo no menor considera que las centrales hidroeléctricas no están acorde con el desarrollo que se busca en la comuna, el que está ligado a pequeños emprendimientos familiares con base agro y etnoturística. Además, los ríos son considerados un ser clave dentro de la cosmovisión mapuche, de carácter ceremonial.
"A nadie se le ocurriría hacer un mall -por muy rentable que sea- donde está la Iglesia San Francisco en Santiago ni en otro lugar religioso occidental", ejemplifica Carneyro.
Bajo este escenario, un centenar de personas se reunió este fin de semana en la Ruka de la Feria Walüng -un punto de encuentro de la comunidad, donde se realizan una serie de actividades turísticas y gastronómicas-, con el fin de cohesionarse y trabajar en una agenda para prevenir la aprobación de futuros proyectos hidroeléctricos, tal como están plasmados hoy día.
ACCIONES
"Por ahora, tenemos que esperar una notificación a las organizaciones afectadas con esta decisión. A partir de eso, iniciaremos un recurso de protección ante la justicia", señala Ely López, representante del Consejo Ambiental Lof Trancura de Curarrehue.
López afirma que dado el impacto de la Central Añihuerraqui, que se ubicará a 200 metros de un sector ceremonial, ya han recibido apoyo desde el extranjero y de otras organizaciones del país, por lo que no descartan hacer una demanda a través de algún organismo internacional.
"El Estado ha sido realmente una muralla. No vieron los contenidos que del trayecto de este proyecto, que tuvo un largo camino de participación ciudadana, incluyendo el Convenio 169. En Curarrehue tenemos un territorio con vocación turística, con familias que están empezando sus emprendimientos de manera autónoma", indica López.
La dirigenta agregó que dentro de esta agenda de trabajo, el primer punto es la realización de un Trawün (encuentro) que se realizará en septiembre próximo.
ANCESTRAL
"Nuestra comunidad es de Panguipulli, y a fines del 1800 emigraron a Argentina. Luego hubo problemas allá, y volvieron a Chile desde San Martín de Los Andes. Ahí cruzaron la frontera y llegaron al sector del Trancura", relata Alejandro Coñoequir, lonco de la comunidad Camilo Coñoequir Lloftonekul, sector que colindará con la central Añihuerraqui.
El lonco reconoce que, hasta el momento, no le había tomado la importancia real a este tema, puesto que era difícil concebir la aprobación de centrales de hidroenergía.
"Hasta el martes, no le había dado tanta importancia. Ahora sí, porque esto nos dolió", confiesa Coñoequir, agregando que "no queremos que nos pisoteen. Esto no es sólo una causa mapuche, sino de todo el territorio".
ETNOTURISMO
Una de las precursoras en materia de etnoturístico en el sector es Anita Epulef, emprendedora que a través de su cocina de base orgánica y mapuche se ha hecho un lugar en el mapa gastronómico de La Araucanía.
"En los últimos diez años hemos vivido amenazas de mineras, se instalaron pisciculturas y ahora se nos vienen las hidroeléctricas. Sin embargo, de la mano de esas adversidades hemos tenido un desarrollo tremendo como comunidad, y hemos reconocido que hace una década no nos parábamos como hoy día. Culturalmente, esto nos ha servido mucho para reconocernos", afirma Epulef.
En ese sentido, la emprendedora señala que uno de los puntos más complejos es el rol que se le está otorgando a las empresas desde el Estado, puesto que "finalmente le están diciendo a las empresas que se hagan cargo de la economía de las familias, cuando debiesen ser ellos lo que se preocupen de eso. Nos falta mucho por comprender lo que significa la calidad de vida".
SEREMI
Frente a este hostil ambiente entre la comunidad y la aprobación de proyectos hidroeléctricos, el seremi de Energía de la Región, Aldo Alcayaga, señaló que se ha hecho un estudio de cuencas del potencial energético a nivel país, el que se debe trabajar con la comunidad, agregando los elementos socioculturales.
"Los Planes de Desarrollo Comunal no siempre incorporan todos los elementos que se pueden potenciar en una zona específica", señaló Alcayaga, quien precisó que se debe hacer un ordenamiento territorial más acabado, que incorpore el estudio de cuencas.
"En Curarrehue lo que estamos haciendo es invitar al alcalde y las comunidades a tener una visión de desarrollo más global, tratando de conversar y demostrar que las hidroeléctricas no son rivales del desarrollo turístico", aseguró el seremi de Energía, agregando que buscar posiciones atrincheradas no llevan al diálogo.