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Agencia Espacial de Japón llama a fanáticos de la astronomía a proponer nombres para asteroide

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La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), hizo un llamado a todos los fanáticos de la astronomía a participar en el proceso que busca rebautizar un asteroide primitivo, actualmente llamado "1999 JU3".

"Pedimos a la gente participar en nuestro programa", explicó a la prensa Makoto Yoshikawa, profesor adjunto y jefe de la misión.

Este tipo de asteroide recibe a menudo el nombre de un mito, según los criterios de la Unión Astronómica Internacional que atribuye las apelaciones.

"El nombre, no necesariamente japonés, puede venir de las mitologías extranjeras", precisó el investigador. No puede superar las 16 letras y debe excluir toda connotación comercial.

Al final de la competición, abierta a voluntarios de todo el mundo, la agencia japonesa transmitirá la mejor propuesta al equipo estadounidense que hizo el descubrimiento del asteroide.

La JAXA espera que el proceso obtenga el resultado de aquí a finales de año.

En diciembre de 2014, la JAXA lanzó al espacio la sonda Hayabusa-2, la cual alcanzará al asteroide a mediados de 2018 con el objetivo de recolectar polvo del subsuelo del asteroide e intentar comprender qué materias orgánicas y acuosas estaban originalmente presentes en el sistema solar.

Entre la rueda y el pedal de Jorge el "Jarita" Jara

historia de esfuerzo. A los 14 años aprendió la reparación de bicicletas, el oficio que ha formado parte de toda su vida.

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Entre el pedal, la rueda, los frenos entrelazados con una cadena; en un pequeño taller a media cuadra del paradero 11 de Avenida O'Higgins, a metros del centro de la ciudad de Angol, Jorge Jara (65 años), más conocido como el "Jarita", conoce como la palma de su mano el rubro de las bicicletas. Esto, ya que hace más de 35 años atiende su pequeño local ya sea para reparar, entre otras cosas, un freno en mal estado como una rueda con los rayos chuecos.

El "Jarita", ha atendido a un sinnúmero de clientes en el taller que tiene hace décadas y cuenta orgulloso que todo lo aprendido lo hizo de forma autodidacta. "Yo aprendí mirando, porque antes trabajaba en un almacén o emporio como le llamaban en aquellos años. Se llamaba "La Estrella" acá en Angol y al terminar mi pega pasaba por un taller que en esos años reparaba bicicletas y ahí empecé a ver como trabajaban", dice.

Tras dejar su trabajo como ayudante en el emporio "La Estrella" de Angol, el "Jarita" descubrió lo que realmente lo marcó para siempre: el arreglar bicicletas.

"A los 14 años empecé a trabajar ahí y no me separé nunca más de este oficio. Hasta aquí me ha ido bien, porque gracias a esto pude sacar adelante a mi familia. Aunque sólo uno de mis tres hijos se dedicó a esto, pero después lo dejó porque le salió otro trabajo en Santiago. Aquí sigo solo pero contento", dice mientras cuenta algunas tuercas para comenzar a reparar la cadena de una bicicleta.

El trabajo más complejo para "Jarita", pese a los 35 años que lleva dedicado al rubro de las dos ruedas, es "enrayar ruedas". Comenta que esta labor "es la más jodida porque vienen de distintas formas. Es el trabajo que más cuesta realizar ya que me puede tomar horas para que queden ordenadas porque hay que sacar la llanta de la rueda, ver el entramado de la parte metálica y ahí empezar a trabajar".

De vuelta al ruedo

Cuando se derrumbó su taller en el terremoto del 27 de febrero de 2010, el municipio le reparó su pequeño espacio, entregándole uno nuevo. "El taller antes estaba malo, sin embargo, después me lo arreglaron rapidito". Cuenta que recibió un premio especial por su trabajo dedicado a las bicicletas. "Fue un reconocimiento como el mejor trabajador del año 2014-2015 por parte de la CUT de Angol", dice orgulloso.

"A mí siempre me gustó esta pega, además que con la edad que tengo no voy a buscar otra pega. La gente desde afuera lo ve como algo fácil de hacer pero no es así. Esto ha sido sacrificio de años, y todos me conocen, cuando recomiendan dónde arreglar bicicletas, la gente le dice, "vaya donde el Jarita", y viene la gente, pero de todo Malleco. Voy a mi casa, vuelvo, y me quedo hasta las 19 horas", cuenta emocionado Jorge "Jarita" Jara.

Sobre su legado, el "Jarita" dice que "a cualquiera la bicicleta le da para vivir y para juntar plata porque así como están las cosas, bueno... Pero lo último que dejaría sería mi bicicleta", finaliza.

35

años lleva

trabajando Jorge Jara, más conocido como el "Jarita" en su taller de avenida O'Higgins, en Angol.