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Familia Luchsinger levanta casa donde asesinaron a sus padres

nueva era. Tras el juicio que terminó con la condena del machi Celestino Córdova, los hermanos decidieron reconstruir el inmueble. Esperan sea el símbolo de la recuperación.
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lorenzo.lovera@australtemuco.cl

La madrugada del viernes 4 de enero de 2013 es, para muchos, la jornada más negra en la historia del conflicto mapuche en La Araucanía. Esa noche, murieron calcinados Werner Luchsinger Lemp (75) y Vivian Mackay González (69). Hoy a más de dos años, sus herederos trabajan por levantar uno de los símbolos de aquella jornada: la casona patronal Granja Lumahue.

Enclavada en la zona rural de Vilcún de General López - a 25 kilómetros de Temuco - la propiedad hoy mantiene aquella base de piedra granito que ha ostentado por los últimos 82 años. Tras el incendio que la afectó en el atentado incendiario, hoy se levanta una nueva construcción, pero con la misma identidad y diseño de antaño.

La idea, según relató Jorge Andrés Luchsinger Mackay, hijo del matrimonio fallecido, es que la reconstrucción de la vivienda sea un "símbolo de la recuperación" de una familia y que deje atrás la otra imagen, esa que el primogénito describe como "el símbolo del odio y la destrucción que causan estos grupos violentistas".

reconstrucción

La decisión de reconstruir nuevamente la casa de sus padres fue una determinación que se tomó en familia al poco tiempo de conocida la condena a 18 años de cárcel en contra de Celestino Córdova. Según Jorge Luchsinger, la idea siempre fue mantener el mismo diseño y distribución de la construcción y así "quedarnos con los buenos recuerdos que tuvimos con nuestros papás y la familia".

Los trabajos se están desarrollando por etapas. Luchsinger Mackay dice que el proceso será lento ya que los tiempos y los recursos no son los que desearían para poder concluir con la obra.

"Este es un proceso muy largo. La casa la destruyeron en un par de horas pero nos va a llevar muchos años reconstruirla pero lo estamos haciendo con calma", dijo Luchsinger.

Esos tiempos y recursos han posibilitado que los avances en la obra gruesa alcancen un 60% en su primera planta, que cambió la madera por el cemento. El resto de la obra - que abarcará unos 200 metros cuadrados construidos - no tiene fecha de término aunque esperan, poder al menos, disfrutar este próximo verano con el resto de hermanos y sobrinos.

Para su construcción incluso debieron trabajar un pequeño bosque que existía al interior de las 40 hectáreas de terreno. Tras obtener la madera, pudieron ocupar tipos como laurel y lingue para el revestimiento y parte de los pisos, lo que posibilitó abaratar los costos de la obra que estiman se empinen por sobre los $80 millones.

seguridad

La pregunta era obvia. ¿Hay temor de que ocurra un nuevo atentado?. Luchsinger, se tomó su tiempo y no ocultó que ese temor es real y que para ello tomaran algunos resguardos.

"Temor de que nos quemen la casa, evidentemente no podemos estar ajenos a eso. A pesar de que haya custodia policial, y dado lo que vivimos, es una posibilidad bastante cierta", señaló uno de los hijos del matrimonio.

Eso sí, Jorge Andrés Luchsinger aseguró que no por ello, no van a poder "ejercer nuestro derecho de disponer de lo que es nuestra propiedad y construir en ella lo que estimemos conveniente".

En la actualidad, el fundo donde se ubica la Granja Lumahue es celosamente custodiado por personal de Carabineros, las 24 horas del día, aunque eso no ha impedido que grupos ronden por las noches en las cercanías de la construcción.

investigación

El 12 de julio pasado, El Austral publicó una entrevista al fiscal regional Cristian Paredes. Consultado en su oportunidad por el caso Luchsinger, el persecutor jefe señaló que "hasta hoy no tenemos prueba de calidad que nos permita presentar a otra persona ante un juez".

Al respecto, Jorge Andrés Luchsinger es claro en señalar que aún esperan poder saber toda la verdad respecto de lo que ocurrió esa fatídica madrugada del 4 de enero del 2013.

"Lo que uno espera siempre es saber la verdad, toda la verdad, independiente de lo que cueste y de lo que signifique", dijo uno de los hijos del matrimonio abatido.

Sobre los avances de la investigación, el descendiente dijo estar consciente que los trabajos aún no cesan y espera que los demás participantes corran la misma suerte que Celestino Córdova, hasta la fecha, único condenado por la causa.

"Hasta ahora lo único que hemos logrado es que uno de los autores sea sentenciado pero quedan muchos otros que - tienen que estar todos identificados a esta altura - y que gozan de la más absoluta impunidad dado el amparo que les otorga la ley", sentenció.