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A los 15 años, tras experimentar el malabarismo durante un verano, Javier Pinto comenzó un viaje sin retorno. Así, y decidido a aprender más sobre esta bella disciplina, abandonó La Araucanía -al cumplir la mayoría de edad- para recorrer el continente, regresando a su tierra para estrenar la varieté "Lo que el tren no se llevó", junto a la agrupación Circo Lacustre, este sábado 25 de julio, a partir de las 17 horas en el Centro Cultural de Villarrica. La adhesión parte en los $1.000.
-La pasión va creciendo cuando todo va en contra, porque ser artista en Chile es un tema que no es fácil. Pero los artistas como somos un poco locos y apasionados, no nos importa nadar contra la corriente y vamos para adelante. Es ahí cuando uno encuentra una expresión de felicidad máxima de estar en escena, estar creando, estar mostrando, estar transmitiendo un mensaje a través de lo que uno hace, en este caso el circo, el malabarismo.
-Requiere de mucho tiempo, de mucha paciencia, perseverancia, y no sólo en el malabarismo, también en las disciplinas artísticas en general. En el circo en este caso, el acróbata tiene un entrenamiento súper riguroso, de dedicación, alimentación, horas de práctica, todo un trabajo que está detrás de escena y que el público ve plasmado en la presentación.
-Por la necesidad de crear, transmitir y mostrar a través de un arte, de un lenguaje que en este caso es el circo, y acompañado de todo lo que implica, que es destreza y técnica.
VARIETÉ
-Se van a encontrar con una historia lúdica en la cual habrá varios números de destreza, con equilibrio, acrobacia aérea con tela, una tela suspendida por siete metros, malabarismo, es un espectáculo de humor, súper familiar, para todo público.
-Así es, y me parece súper positivo que lo hagan porque son espacios que están para la comunidad y es bueno que usen la creación local también, ya que hay buen material en la zona. Hay que apoyar este tipo de arte emergente que es poco conocido y que sale un poco de lo cuadrado que quizás son las funciones o al arte en sí en el sur. Generar espacios para que otros jóvenes puedan formarse en la zona también, a través del circo, y que no tengan que irse de acá, que puedan desarrollarse localmente.