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La guerrilla kurda pone fin a dos años de tregua tras ataque turco

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Tras un ataque de cazas turcos sobre posiciones de la guerrilla kurda en el norte de Irak, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) puso fin ayer al alto el fuego que mantenía desde hace dos años, muy debilitado en las últimas semanas.

"El ataque de guerra total del Estado turco ha abolido las condiciones para mantener de forma unilateral nuestro alto el fuego", aseguró el PKK en un comunicado distribuido ayer por la agencia kurda Firat.

"Contra futuros ataques en esta guerra total desarrollaremos una resistencia total, basada en el derecho a la defensa propia y con el histórico deber de proteger la libertad y la democracia", advirtió.

La guerrilla de los kurdos de Turquía respondió así a los bombardeos que cazas turcos realizaron en la madrugada de ayer sobre los cuarteles generales del PKK en los montes Kandil, en el norte de Irak, y diversos refugios y almacenes de la guerrilla en la misma región.

Los bombardeos causaron la muerte de un miembro de la cúpula guerrillera e hirieron a numerosos civiles, aseguró el PKK.

Es el segundo ataque aéreo turco contra los refugios del PKK desde que la guerrilla proclamó un alto el fuego unilateral en marzo de 2013 y retiró a gran parte de sus militantes de suelo turco.

El primero tuvo lugar en la noche del 30 de junio pasado y, aunque "significaba el fin del alto el fuego", la guerrilla decidió mantenerlo, según la nota.

Ataques a yihadistas

La operación contra las bases del PKK en el norte de Irak fue lanzada por Turquía de manera simultánea con el bombardeo de las posiciones de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Siria.

"Hemos dado instrucciones para una tercera ola de operaciones en Siria y una segunda ola en Irak. Estas operaciones continuarán desde el aire y desde tierra. Nadie debe dudar de nuestra firmeza", anunció el primer ministro turco en funciones, Ahmet Davutoglu.

El ministro de RR.EE., Mevlüt Çavusoglu, prometió la creación de una franja de seguridad en la zona de la que pretende desalojar al EI para situar en ella a los refugiados de la guerra en la región.

La oposición en Turquía había denunciado la falta de respuesta del Gobierno a los movimientos del EI dentro de sus propias fronteras tras la masacre de Suruç, en la que murieron 32 personas cercanas a la izquierda kurda a manos de un yihadista suicida.

Ese reciente atentado desencadenó una serie de asesinatos selectivos, como el de dos policías y al menos un civil con vínculos islamistas.

Estos asesinatos, más otros dos sin reivindicar y un tiroteo ocurrido el lunes pasado, elevan a cinco el número de muertos que el primer ministro atribuyó ayer al entorno del PKK y que, según dijo, motivaron una operación militar y policial de gran envergadura contra "todo tipo de organizaciones terroristas".

Davutoglu incluyó en esta definición al PKK, al EI y a grupos marxistas como el DHKP-C, que ha asumido atentados esporádicos contra la policía en los últimos años.