Campos y caminos bajo el agua tras frente de lluvias y vientos en Toltén
emergencia. Al desborde de canales, esteros y ríos en las cercanías de Toltén Viejo se suman los avances del mar en la zona de Caleta La Barra y Nigue. El ganado comienza a sufrir por el agua que cubre los campos.
Los estragos que está dejando en gran parte de Chile el frente de mal tiempo que se ha manifestado con aluviones en el norte, marejadas en el centro y viento y lluvia en el sur, dejaban hasta ayer varias personas fallecidas y más de 945 damnificados.
En este panorama global, La Araucanía no ha escapado de las fuerzas de la naturaleza y es así que a las intensas marejadas que la semana pasada afectaron al camino La Barra-Nigue, en la zona costera, y a las nevazones en la zona cordillerana, se sumaron en la últimas horas inundaciones en los campos y en diversas rutas de Toltén, e incluso anegamientos en la misma zona urbana de Angol (ver página 4).
Las intensas lluvias de los últimos días se dejaron sentir en la zona costera, especialmente en la comuna de Nueva Toltén, que se caracteriza por la gran cantidad de cursos de agua que allí existen.
De esta manera, ayer el panorama en las cercanías de Toltén Viejo y Caleta La Barra mostraba grandes extensiones de campos completamente inundados, rutas interiores intransitables dado que el agua atravesaba los caminos de lado a lado, y vacunos con la mitad del cuerpo en el agua.
En el sector Quilhuafilo, cercanías de Toltén Viejo, los esteros y canales se desbordaron, cubriendo algunas rutas, entre ellas las que une a este sector con Toltén Viejo. Lo más preocupante es que el río Toltén pasa apenas a un kilómetro del lugar, por lo que un desborde de este curso caudaloso puede sumar nuevos problemas a los campesinos de la zona.
Sergio Ñencucheo, premunido de botas de goma que le permiten sortear los 20 centímetros de agua asegura que "acá las lluvias comenzaron fuerte desde hace ya unos meses, el problema es que recién está comenzando el invierno y esta es una zona donde hay mucha agua, el mar está a la espalda y por ambos lados hay ríos y esteros", asegura Ñencucheo, quien agrega que "hace una semana fue lo peor, coincidió con las marejadas, y llovió tanto que quedamos aislados por este lado, había que salir por el camino público hacia Caleta La Barra".
El camino, conocido como el camino antiguo a Toltén Viejo, se encuentra con tramos atravesados por el agua de las vertientes. A ambos lados, los cercos están ocultos prácticamente bajo el agua.
"Aquí hay canales que ya se desbordaron y que amenazan tapar el camino", asegura el vecino de Quilhuafilo. "Estos canales van a dar a un estero cercano, que también termina desbordado".
En Toltén Viejo, tierra que desde el maremoto del 60 vive permanentemente anegada en cada invierno, ya las rutas están comenzando a colapsar con la lluvia, esperándose que de mantenerse el mal tiempo, pronto podrían quedar aislados, como es la lamentable característica de esta zona costera cuando arrecian los temporales.
Cristian Gallego es trabajador de uno de los fundos de la zona. Con su camioneta estacionada en medio de un camino anegado, se esfuerza por reforzar los cercos de madera que ya están casi totalmente bajo el agua.
"Hace dos meses comenzó a llover muy fuerte en esta parte de la costa, y así como se ve el tiempo seguramente no va a parar el mal tiempo hasta octubre, así es que hay que ir reforzando cercos y asegurando varias cosas, pues aquí pasa una vertiente que nace del río y que inunda todos los campos", apuntó el vecino de Toltén Viejo.
El camino que da hacia el Cementerio Viejo está bajo el agua, pero queda mucho invierno todavía para que el nivel siga subiendo.
"A veces el agua llega al puente, y entonces la localidad de Toltén Viejo queda completamente aislada, sin posibilidad de acceder por tierra, sólo se puede salir en bote", apunta Gallego.
Si los animales de la zona cordillerana sufren por las nevadas, en la zona costera son las inundaciones las que causan los principales problemas.
En Toltén, los campos anegados muestran a los grandes animales, vacunos principalmente, con buena parte de sus cuerpos metidos en el agua, intentado buscar alimento en las zonas que han escapado al avance de las aguas.
"Tenemos que mover a los animales hacia las partes más altas y allí los alimentamos con pasto seco", apunta Cristian Gallego, quien agrega que "los campos quedan bajo el agua cada invierno, y es el ganado el que más sufre".
Por otro lado, la abundancia de agua ha hecho que los cisnes de cuello negro se acerquen hasta los caminos, en una inusual imagen que permite ver a las escurridizas aves navegando por los campos anegados.
EL MAR
A los ríos Toltén, Boldos, Boroa, a los esteros, vertientes y canales, se suma en Nueva Toltén la presencia del Océano Pacífico, azotando las costas.
Las últimas marejadas, especialmente las del año pasado, dejaron en claro que el mar ha ido ganando terreno tierra adentro, lo que motivó a la autoridad a mover a los vecinos que vivían junto al mar, y a levantar un enrocado como defensa al camino.
Sin embargo, todavía queda un vecino viviendo junto al mar, en el camino entre Caleta La Barra y Nigue Sur. Es René Alvarez, quien junto a su esposa y una nieta de 10 años han decidido afrontar otro invierno en el lugar, pese a que el mar golpea cada vez más cerca de su casa.
"Son 30 años viviendo aquí, con el mar cada vez más cerca, ya está a unos 60 metros", apunta Álvarez, quien agrega que "de hecho la semana pasada nomás, cuando ocurrió lo de las marejadas, el mar se me metió en el terreno, avanzó despacito y se quedó un día completo, así que hubo que salir".
Por estos días, la vivienda de este vecino se encuentra rodeada de agua, mitad por las lluvias, mitad por el mar.
"¿Si me da miedo el mar? ahora un poco más, porque está cada vez más cerca, ha ganado más de 100 metros, y por eso mis vecinos se han ido para las zonas más altas", asegura René Álvarez, quien agrega que "nos gustaría dejar esta casa, pero no hay dónde, le hemos pedido a las autoridades locales que nos ayuden, pero me dicen que no hay sitios... Estamos obligados a seguir aquí, esperando que no vaya a pasar algo más adelante".
El desolador panorama de esta familia costera se ensombrece aún más dada la escasa pensión de 76 mil pesos con que sobreviven y por el hecho de que el dueño de casa, adulto mayor, padece de una enfermedad al corazón.
Al final de Nigue Norte, el vecino Juan Montero vive junto a una laguna, la que hasta antes de la construcción del enrocado servía como vehículo para que el mar se metiera tierra adentro.
"El mar se ha metido hasta la puerta de mi casa", asegura el vecino. "Ahora eso ya no ocurre, pero sí hemos notado que la laguna ha subido de nivel en los últimos años, unos 15 metros en horizontal".
La directora regional de Onemi, Janet Medrano informó que se mantiene la Alerta Temprana Preventiva para la Región por sistema frontal, sin que se registraran damnificados. Hasta ayer, el agua caída en las últimas 24 horas en La Araucanía era de 33.2 milímetros.
De acuerdo con la Dirección Meteorológica de Chile, en los próximos días cesarán las lluvias, para dar paso a días nublados y con mínimas que rondarán los 0 grados celsius.