Veinte minutos de terror vivió la familia de una cajera de un Servipag de Padre Las Casas, luego que cuatro delincuentes irrumpieran en su casa con el fin de sustraerle las llaves de una caja fuerte.
La mañana del martes los cuatro delincuentes armados (tres hombres y una mujer) llegaron hasta la casa de la funcionaria para obtener la llave y clave del sistema. La trabajadora estaba en su casa junto a su hermano y sus padres, quienes fueron reducidos violentamente.
El objetivo de los antisociales era apoderarse del dinero de una caja fuerte ubicada en una oficina al interior del supermercado Santa Isabel de calle Maquehue.
Tras obtener lo que buscaban, dos de los participantes se dirigieron hasta el local y tras ingresar a la oficina del Servipag, cuando aún no estaba abierta al público, lograron sustraer la caja fuerte y apoderarse de 20 millones de pesos.
detención
Diez horas después de ocurrido el hecho, personal de la Brigada de Robos de la PDI detuvo a uno de los presuntos autores del atraco. Se trató de Mario Andrés Roa Zapata, de 26 años, quien cayó cuando viajaba junto a su pareja, quien facilitó su auto involuntariamente para la concreción del ilícito.
En su presentación ante el Juzgado de Garantía de Temuco, Mario Roa debió enfrentar la audiencia de formalización por parte del fiscal Raúl Espinoza, quien entregó detalles de lo vivido por la familia padrelascasina.
Todo comenzó a eso de las 8 de la mañana, cuando la víctima, que hace un mes había llegado a la sucursal, tomaba desayuno junto a su hermano y padres. De un momento a otro escuchó que alguien tocaba la puerta y tras abrir, vio cómo tres hombres y una mujer irrumpían con armas de fuego a su propiedad.
El fiscal relató que en cuestión de minutos la banda logró amarrarlos a todos, no mostrando ninguna consideración con los adultos mayores, que igualmente sufrieron el rigor de los hampones. Fue en ese instante en que le pidieron a gritos a la mujer -que está embarazada- que les entregara las llaves de la caja fuerte y las claves para poder abrirla.
La víctima, como era de esperarse, no opuso mayor resistencia y entregó lo que le pidieron sus captores. Luego, dos de ellos fueron hasta la sucursal y se hicieron del dinero.
Tras volver, golpearon una vez más a los familiares para después huir en un vehículo Chevrolet Corsa, el cual pudo ser identificado por una de las víctimas, dando aviso a la policía del hecho y posibilitando que horas más tarde uno de los presuntos autores fuera capturado gracias al reconocimiento que hicieron las propias víctimas, según explicó el persecutor Espinoza.
"(El detenido) fue reconocido por dos de las víctimas, como una de las personas que las redujo e intimidó en el interior del domicilio de la afectada", explicó Raúl Espinoza.
defensa
El defensor penal particular, abogado, Guillermo Cáceres, fue el profesional encargado de asumir la defensa de Roa Zapata. En su relato, el profesional intentó sin éxito decretar ilegal la detención de su representado, señalando un mal actuar policial.
Luego dijo ante el magistrado Federico Gutiérrez que el peritaje fotográfico de la PDI, realizado en conjunto con las víctimas del violento asalto, carecía de legitimidad ya que dichos peritajes "son inducidos por la policía", aseguró.
Respecto de ese mismo trabajo, Cáceres afirmó en la audiencia que éste estaba mal realizado puesto que su defendido tenía visibles marcas en su rostro y que dichas marcas no estaban en las fotografías exhibidas por la PDI, y por ende, podría ser perfectamente otra la persona que participó en los hechos denunciados por el Ministerio Público.
diligencias
Para investigar el delito de robo con violencia en contra de Roa Zapata, el Tribunal fijó un plazo de 3 meses, aceptando además la solicitud del fiscal Espinoza de dejar en prisión preventiva al detenido por la gravedad del delito, la pena asociada y las condenas anteriores que arrastraba.
Dentro de las diligencias -que ya comenzó a realizar personal del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones- están el poder levantar huellas desde el cajero Servipag, el auto utilizado para cometer el delito y dar con los elementos utilizados para atacar y acallar a la familia padrelascasina.
Las labores también se centran en poder identificar y encontrar a los otros tres participantes del atraco, quienes huyeron hacia paradero desconocido.
La madrugada del lunes 3 de agosto, cuatro sujetos llegaron a bordo de tres autos robados una hora antes en pleno centro de Temuco e irrumpieron en las dependencias de la empresa Servipag en el sector Pablo Neruda de Temuco. Tras cometer un alunizaje, se apoderaron de $32 millones de pesos, en menos de dos minutos, sin que hasta la fecha los autores del delito puedan ser encontrados por Carabineros. En esa oportunidad, los delincuentes incluso utilizaron los mismos vehículos para obstaculizar la labor de la policía y así no ser detenidos en las cercanías del supermercado Santa Isabel de la Avenida Pablo Neruda. Según señaló la Fiscalía y Carabineros en su oportunidad, los delincuentes no efectuaron un solo disparo en los dos atracos registrados la jornada del 3 de agosto.
M$20
lograron sustraer 4 delincuentes desde una oficina de Servipag en Padre Las Casas.