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Desarrollan androide con las facciones de Leonardo

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Un androide con las facciones de Leonardo Da Vinci, que se mueve y pronuncia frases extraídas de los manuscritos del genio renacentista, será capaz de interactuar con las personas de manera similar a la de un ser humano. El robot es una creación del Departamento de robótica y neurociencia cognitiva de la Universidad de Osaka (Japón) y fue presentado ayer en el Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología de Milán. Se trata del primer androide que reproduce las facciones de un personaje histórico fallecido, según el comunicado oficial del museo. El aspecto del Da Vinci robótico, con larga barba blanca, cejas pobladas y piel artificial, se corresponde a cómo debía ser el científico en sus últimos días, y gracias a la tecnología aplicada a la mímica facial, recrea los gestos de un verdadero ser humano.

Crean collar que monitorea la salud de las mascotas

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Se pueden utilizar collares con GPS para ayudar a encontrar a un perro extraviado. Otros ayudan a monitorear la actividad física del animal. Ahora, dos empresas estadounidenses tienen lo último en tecnología para mascotas: collares que revisan temperatura, pulso y respiración, e incluso indican si le duele algo. PetPace desarrolló un collar médico que puede medir los signos vitales del perro y otra información en busca de señales de dolor. Las irregularidades generan una alarma enviada por teléfono, texto o e-mail. Voyce, creada por I4C Innovations Inc., tiene una versión al consumidor que detecta información similar. También cuenta con una versión Voyce Pro, que está disponible para que los veterinarios la usen en mascotas que se recuperan de operaciones.

El Internet de las cosas tendrá su espacio en la feria IFA y empresas prometen conectividad total para el 2020

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El Internet de las cosas se hizo un espacio en la feria de tecnología IFA de Berlín, donde desde hoy podrán verse sensores de sueño, tiras de luz personalizables, control móvil de presencia remota o aplicaciones que alertan de fuego o inundaciones en el hogar.

IFA mostrará algunas propuestas novedosas diseñadas para el Internet de las cosas, un fenómeno al que empiezan a sumarse marcas como Samsung, Sony, Philips o LG.

Samsung es una de las compañías que acude a Berlín con la intención de llamar la atención al respecto: en 2020 todos sus dispositivos contarán con conectividad, aseguró ayer la tecnológica surcoreana en una presentación.

En la jornada previa al arranque oficial de la IFA, Samsung presentó Sleep Sense, un dispositivo con forma de disco que, colocado debajo del colchón, analiza el sueño y da pautas a través del teléfono móvil para mejorar el descanso.

Mide la respiración, el ritmo cardiaco y el movimiento, y es capaz de interconectarse con el aire acondicionado, el equipo de música, el televisor o la luz para conseguir el ambiente más propicio para el sueño.

También mostró Smart Things, un centro de gestión doméstico de todos los dispositivos conectados a Internet dentro del hogar.

Con él será posible desde la apertura de cerraduras a distancia hasta la programación de las luces, la cafetera o el aire acondicionado, pasando por el control remoto de presencias y el aviso a través del móvil de fugas, humo o inundaciones.

LG, por su parte, llevó a la IFA Smarthinq, un pequeño dispositivo destinado a convertir los electrodomésticos en aparatos inteligentes.

Se trata de un dispositivo circular con sensores de proximidad, de vibración, de humedad, de temperatura, acelerómetro e infrarrojos que, adherido a un electrodoméstico, envía distintos datos a un teléfono inteligente.

Por ejemplo, si se asocia a una lavadora informa que un lavado terminó porque detecta el fin del movimiento, o permite controlar el aparato de aire acondicionado de forma remota u ofrecer a unos padres datos de las condiciones de temperatura y humedad que rodean a la cuna donde duerme un bebé.

También enmarcada en esa corriente está la Philips Hue Lightstrip Plus, una tira de luz de hasta 10 metros que cambia de color y puede controlarse desde un dispositivo móvil.

Sentir tristeza altera la percepción de los colores

VISIÓN. La pena reduce la precisión para identificar tonos del espectro azul-amarillo, según un estudio de la Universidad de Rochester.
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Mabel González

Ver el mundo gris sería más que una metáfora. Un estudio descubrió que sentir tristeza efectivamente puede cambiar la forma en que se perciben los colores. En concreto, los investigadores encontraron que la pena reduce la precisión para identificar el azul y el amarillo.

"Nuestros resultados muestran que el estado de ánimo y las emociones pueden afectar la manera en que vemos el mundo que nos rodea", afirmó el autor principal del informe, Christophher Thorstenson, citado por el sitio ScienceDaily.

"Nuestro trabajo avanza en el estudio de la percepción mostrando que la tristeza afecta específicamente procesos visuales básicos que están implicados en la percepción del color", agregó el científico, quien es académico de la Universidad de Rochester.

Estudios anteriores han mostrado que las emociones pueden influir en varios procesos visuales, y otros trabajos han incluso sugerido un vínculo entre estar deprimido y una menor sensibilidad al contraste visual.

Dado que la sensibilidad al contraste es un proceso visual básico involucrado en la percepción del color, Thorstenson y sus colegas Adam Pazda y Andrew Elliot se preguntaron si podría haber una relación específica entre la pena y la capacidad de las personas para percibir el color.

De antemano los científicos sabían que la gente emplea los nombres de algunos colores para describir fenómenos comunes, como el estado de ánimo, por ejemplo, incluso cuando ambos elementos no tienen ninguna relación. "Pensamos que quizás una razón de por qué surgían estas metáforas era porque realmente había una conexión entre el estado de ánimo y percibir los colores de una manera diferente", explicó Thorstenson.

En un primer experimento, el equipo científico pidió a 126 estudiantes que miraran un video emotivo y luego completaran una tarea de juicio visual. De forma aleatoria, a los participantes se les asignó un video que buscaba causarles tristeza, y otro que mostraba una rutina de humor y que pretendía divertirlos.

Los efectos emocionales de los dos clips habían sido validados por estudios anteriores y los investigadores comprobaron que en los estudiantes generó los estados de ánimo que se esperaba.

Después de ver el video, a los voluntarios se les mostraron 48 parches de color y se les pidió que indicaran de qué color eran: rojo, amarillo, verde o azul.

Los resultados mostraron que los participantes que vieron el video triste fueron menos precisos al identificar los colores, en comparación con las personas que vieron las imágenes de humor, pero sólo en el caso de los parches que se encontraban en el espectro azul-amarillo.

Por el contrario, no mostraron diferencias en la exactitud para identificar los colores del eje rojo-verde.

Un segundo ejercicio, realizado con 130 estudiantes, mostró el mismo efecto: los participantes que observaron un video triste fueron menos precisos en la identificación de los colores en el espectro azul-amarillo, en comparación con quienes miraron un video neutro.

Experimentos

Pena y diversión

En uno de los análisis, 126 estudiantes miraron dos tipos de video: uno que causaba tristeza y otro que mostraba una rutina de humor.

Segundo ejercicio

Se usó un video triste y otro neutro. El resultado en ambos análisis fue el mismo: quienes vieron imágenes tristes identificaron con menos precisión ciertos colores.