Pasarela y no semáforo
Ante la petición de los vecinos de Las Quilas, las autoridades anunciaron la instalación de semáforos para el 2016, a esto debo decir que según mi percepción sería un grave error. Un semáforo es más inseguro, principalmente para las personas de la tercera edad dado a que su caminar es más lento. Lo más conveniente para los peatones sería una pasarela. Esta es una vía con mucha congestión vehicular que se produce por el semáforo en el cruce del antiguo aeropuerto, cruce donde también debiera de existir un paso sobre nivel ya que con la entrega del puente nuevo esta vía va a ser mucho más transitada, aumentando mayoritariamente en el verano. Espero que mi opinión no sea descabellada. Lanzo esta idea para que las autoridades la estudien como una buena alternativa hacia el futuro, y así se solucionaría el problema de tránsito para los vecinos de ambos sectores.Oscar Peña
La Comisión Bravo
El reciente informe evacuado por la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones después de un año y medio de arduo trabajo, probablemente es la consecuencia lógica de una cosmovisión alejada peligrosamente del bienestar del ser humano, imperante en nuestra sociedad chilensis desde hace más de 30 años producto del patrocinio de sangre y fuego de las fuerzas armadas y el auspicio de la oligarquía de civiles conservadores, ultraconservadores y derechamente fascistas de aquella época.
Es curioso que un tema que atañe transversalmente a toda la sociedad "económicamente activa", haya sido debatido y analizado por una comisión de 24 profesionales técnicamente muy calificados, 19 de los cuales correspondan a economistas, abogados o del mundo empresarial. Es preocupante que las 58 medidas propuestas por la Comisión se enmarquen dentro de las "Reglas del Juego" impuestas hace más de 30 años. Es notable que de los 24 comisionados solamente un extranjero no adscribió al actual modelo de pensiones, mientras que el resto consideró pertinente sugerir modificaciones al actual sistema que no aseguran el éxito de las mismas. ¿Es que la dignidad y la solidaridad son conceptos tan devaluados en nuestro país, que pueden ser reivindicados solamente bajo los paradigmas del mercado neoliberal y considerando criterios de "realismo sin renuncia"? Al parecer la Comisión cree que sí.
Marcelo Saavedra Pérez, cotizante
Clase política
A través de esta carta quiero expresar mi sentir, y estoy segura que el de muchas personas (sólo es cosa de ver las últimas encuestas, en donde ni las personas que votaron por el actual Gobierno ya no le creen), con respecto a lo que sucede hoy en mi querido país, un país que los últimos años creció como nunca, en donde nuestra Región de La Araucanía tuvo más desarrollo que nunca. Hoy día vemos un Gobierno y un sin número de diputados y senadores desconectados de los problemas sociales, desconectados de la calle, desconectados con lo que le pasa al ciudadano común y corriente, a lo que ese "hijo de vecino" tiene que vivir todos los días para conseguir el sustento diario para su familia.
Nuestro país está siendo gobernado por un puñado de políticos autoritarios, que sin importar la opinión de la ciudadanía, siguen adelante con sus nefastos proyectos. Por qué hoy día, en vez de estar discutiendo sobre cómo mejoramos la Salud Pública, la educación, la seguridad (que tanto nos hace falta en nuestra Región ), los programas de protección social, emprendimiento, sobre cómo atendemos a los niños, a los adultos mayores, etcétera, temáticas que sí importan al común de los mortales, hoy nos encontramos discutiendo sobre cómo matamos a un ser humano que no puede defenderse, aprobando ya 2 causales que lo legalizarán. ¿Qué nos ha pasado como sociedad? ¿Por qué tan indolentes? ¿A nadie le importa lo que le pasa al de al lado? ¿Qué pasaría si hubiesen más mujeres en el Parlamento?
Natalia Rivera Velásquez, ciudadana de La Araucanía
Desorden legislativo
Mientras escribo esta carta a su prestigioso medio, observo la sesión de la Comisión de Salud. En ella se tratan las indicaciones del Ejecutivo en relación a la idea de legislar acerca de la tercera causa, la violación. No deja de llamar mi atención la desprolijidad de la sesión: paseos, conversaciones bilaterales, diputados que atendiendo sus teléfonos o se retiran por un rato. A ello deben agregarse golpes de poder del presidente de la Comisión negando intervenciones a los de un lado (obviamente de su bando político contrario), y favoreciendo la expresión de los suyos, y una aceleración enfermiza por votar luego. De vez en cuando también se daban argumentos sólidos y bien fundados, aun cuando algunos nacían de premisas completamente equivocadas. Si ese es el ambiente normal de las comisiones, me explico el por qué tenemos las leyes que tenemos.
Francisco Eladio Méndez Castro