Diego Ahumada
"En Chile no hay justicia para los pobres". Ese es el eslogan que acuñó la familia del fallecido cabo segundo Jonathan Garrido Carril, para manifestar su descontento con la decisión de la jueza de Garantía, Caroline Guzmán, que una vez escuchadas las partes decretó el sobreseimiento para el senador (PPD) Jaime Quintana, investigado por el atropellamiento que le costó la vida al funcionario policial.
El tribunal estimó que los antecedentes de la investigación no permiten acreditar la existencia de imprudencias en la conducción que configure delito, ya que la causa basal del atropello, según informes de Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) concuerdan en que el uniformado se expuso al riesgo al cruzar el eje central de la calzada, no portando elementos reflectantes y al no esperar que el carabinero que lo acompañaba detuviera el tránsito vehicular.
Lo resuelto no fue compartido por la madre del fallecido, María Carril, que junto a familiares abandonó indignada la sala luciendo una polera negra con la fotografía de la víctima acompañada de la frase "este es mi hijo al cual asesinaste".
El atropello se registró el sábado 7 de febrero a las 23:20 horas en el kilómetro 20 de la Ruta S-31 que une la localidad de Cajón con Vilcún. El cabo Garrido Carril cumplía una medida de protección cuando acudió junto a su acompañante a controlar un camión, cuyo conductor se encontraba en estado de ebriedad. Al momento que efectuaba la fiscalización fue atropellado por el congresista quien no habría logrado advertir la presencia del funcionario.
Audiencia
La parte querellante solicitó a la jueza Guzmán la reapertura del caso luego que el pasado 24 de septiembre la Fiscalía informó el cierre. Para el abogado de la familia, Rafael Poblete, existen dos diligencias pendientes: investigar por qué el examen de alcoholemia al senador se realizó casi tres horas después del atropello y un sumario administrativo de Carabineros de Cautín que a su juicio se encuentra incompleto.
Para el querellante, el parlamentario obtuvo un trato preferencial de parte del personal policial. "Cualquier ciudadano que se ve envuelto en un accidente de tránsito se le practica un alcotest a los pocos minutos, apenas esté disponible. En este caso, el alcotest y la alcoholemia se le efectuaron con tres horas de retraso al senador entonces eso nosotros estimamos que no es un trato como cualquier ciudadano", precisó el abogado Poblete, junto con anunciar que recurrirán de apelación a la espera que la Corte de Apelaciones revoque la resolución.
Sobre el punto, el fiscal a cargo del caso, Jaime Pino explicó que "es importante tener en consideración que el cabo Garrido falleció a la 1:25 de la madrugada (…) no aparece como dilatorio que la toma de muestra de alcoholemia haya sido a las 2:10. Como les digo no existió por lo menos en mi presencia ningún elemento que pudiese considerar tráfico de influencias o algo que pudiese enlodar la investigación".
Hay que consignar que el análisis de alcoholemia arrojó cero gramos de alcohol en la sangre del senador. En tanto, el informe pericial de la PDI estableció que el parlamentario conducía su vehículo a una velocidad de 64 kilómetros por hora, lo que se encuentra dentro de los márgenes permitidos para una zona rural.
La jueza Caroline Guzmán no dio ha lugar las dos peticiones efectuadas por el querellante por lo que sobreseyó el caso.
Tras la audiencia, Fernando Cartes, abogado del senador Jaime Quintana, sostuvo que los antecedentes reunidos en la investigación fueron conocidos por todos los intervinientes y que tras el análisis se generó convicción tanto en el Ministerio Público como en el tribunal sobre la inexistencia de delito.
"No hubo ningún antecedente o elemento que alterara lo que fue el informe preliminar de la Siat, concretamente, este desgraciado hecho sucedió porque este carabinero cumpliendo una función diferente a la función de tránsito, en ese momento desplegó su actividad respecto a un conductor de un camión y precisamente mientras se dirigía a ese conductor sobrepasó el eje de la calzada retrocediendo y por esa razón mi representado no tuvo ninguna posibilidad de reaccionar", afirmó Cartes.
La familia del cabo Garrido abandonó raudamente la sala. "Ven lo que hace el poder y la plata, mi hijo está muerto y él se compró a la justicia", se descargó la madre.
Por su parte, el hermano del fallecido, David Garrido, alegó que "nosotros teníamos la fe de que la justicia hiciera de otra manera las cosas pero lamentablemente nos dimos cuenta que la realidad es ésta, los pobres no tenemos justicia", declaró.
Se intentó obtener una versión del senador vía teléfono, pero no fue posible.