Vecinos y los usuarios de la ciclovía acusan falta de vigilancia y luminarias
TEMUCO. Identifican el sector de Sodimac, el bajo puente de calle Bulnes y las cercanías del balneario Los Pinos como los tres puntos más inseguros de la ruta. A-H1N1. Según Carlos Barra, el principal motivo de los contagios fue el bajo índice de inoculaciones en invierno. El fin de semana se repartieron 1.270 inyecciones.
A seis meses del asesinato de Fernando Ormeño Luengo, quien el 3 de abril fue apuñalado en plena ciclovía, usuarios de la ruta exclusiva para bicicletas y vecinos de Temuco no creen que la seguridad haya mejorado.
Las críticas apuntan a que la falta de vigilancia y la inexistencia de luminarias en puntos de la ciclovía aumentan la inseguridad y favorecen la ocurrencia de delitos.
Allí, donde una animita recuerda a Ormeño Luengo, a 100 metros a la redonda se ubican dos discotecas. En este punto también, residentes del sector reconocen que se observan botellas rotas y jóvenes que se juntan a beber alcohol.
"A lo mejor en el día uno puede caminar tranquilamente, pero debido a que en el sector hay varios pubs, se reúnen los estudiantes que salen del colegio, se corren de clases y se ganan debajo del puente y van a tomar o a drogarse", dice Matilde Muñoz, presidenta de la Unión Comunal de Temuco, quien además es vecina del sector y asegura que la inseguridad en la zona aumenta a contar de las 22 horas.
Los comentarios negativos de la dirigenta sobre la ciclovía se han mantenido durante meses y apuntan principalmente a la escasa presencia, bajo su punto de vista, de los funcionarios municipales que vigilan el lugar.
"Los inspectores llegan hasta Labranza y son solamente cuatro, y se ven Carabineros a caballo y en moto pero de repente. Voy a conversar con ellos para que pasen más a menudo", dice Matilde Muñoz.
Celinda Rodríguez es habitante de la población Pichicautín. Cerca de las 13 horas de un miércoles caminaba por la ciclovía con su familia. Algo que no podría repetir al atardecer.
Rodríguez indica que pese a la tragedia ocurrida en Viernes Santo, la vía sigue siendo insegura. "Lo más temeroso son los asaltantes que se ubican debajo del puente. Los fines de semana para acá no se puede pasar. Es peligroso. Los viernes que sabemos que hay carrete, no se puede pasar", dice la vecina.
Hasta se vio sorprendida al saber que existían vigilantes municipales. "¿Por qué no iluminan esa parte o ponen una garita de vigilancia?", consultó.
Sodimac y Los Pinos
Gaspar Arias, joven estudiante de 21 años, indica que en el sector de Sodimac, en población Dreves, el peligro también acecha en un sector que no tiene iluminación y que tiende a ocultarse de la visual general. "Paso por ahí a menudo. Se ve gente bebiendo alcohol, tanto días de semana con fin de semana", indica.
En esta zona suelen unirse no sólo ciclistas, sino también peatones que transitan entre la Avenida Caupolicán y la Universidad de La Frontera.
Respecto a la constante presencia de desconocidos en ese punto, la presidenta de la Junta de Vecinos de la población Dreves, Judith Mancilla, propuso que "hay que empezar a poner a Carabineros o gente de Fuerzas Especiales para saber quiénes son".
Otro de los sectores complicados por la inseguridad de la también llamada cicloruta es el sector de Balneario Los Pinos, en la ruta Costanera, al llegar a Villa Los Ríos.
Para su dirigenta Norma Figueroa, el lugar solía ser un tranquilo y bonito lugar para observar el correr de las aguas del río Cautín. Pero en los últimos dos años, asegura, el lugar se ha transformado. "Es como una guarida. Ya no se puede ir a pasear allí, porque se instalan a tomar en ese sector", dice.
El entorno incluso muestra las marcas de la delincuencia. "Se robaron los cercos, los adoquines y los pinos", indica la mujer, quien dice además que los focos de consumo de alcohol en el lugar incrementaron en los últimos 12 meses. "Los delincuentes prácticamente se tomaron el lugar", indicó.
Figueroa pide que en la zona se refuerce la iluminación ya que hay un segmento de 200 metros, desde la Avenida Los Poetas hasta calle Pircunche, con baja luz de noche. "Hay focos, pero falta más potencia de iluminación", dice.
Para el vocero del movimiento Temuco Pedalea, Diego Jerez, en el último tiempo la ciclovía ha mejorado los problemas de basura y corte de arbustos y pasto de gran altura. "Pero falta y falta harto. Hay unos vigilantes, pero obviamente estos chicos trabajan dentro de un horario establecido, que es bastante corto. La iluminación, si bien ha ido en aumento, no es la más óptima y la presencia de vicios y personas no deseables en la cicloruta, especialmente detrás del (Regimiento) Tucapel, es demasiado alta".
Jerez también enfatizó en la necesidad de reforzar la vía con vigilantes para no quitarle labor a Carabineros.
El Austral intentó conseguir una versión de la entidad policial acerca de la seguridad en la cicloruta, pero esto no fue posible.
Alcalde de Pucón: "La gente debió haberse vacunado más"
El miedo por contraer la influenza A-H1N1 en Pucón, enfermedad que provocó la muerte de tres puconinos y siete fallecidos de la Región en lo que va del año, motivó a la población a agolparse en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de pasaje Adolfo Kachele de la ciudad lacustre, donde funcionarios de la salud vacunaron a 1.270 personas este fin de semana.
De esta forma la Municipalidad cumplió con una ronda especial de vacunación que comenzó el jueves y que se extendió con turnos humanitarios el sábado, cuando se entregaron 650 inyecciones, y el domingo, con 620 dosis.
En total, 1.900 vacunas se entregaron desde el jueves, las que corresponden a las 2.500 dosis que la Seremi de Salud entregó para vacunar fuera de la campaña oficial de invierno, la que comenzó el 25 de enero y se extendió hasta el 30 de junio.
Para el alcalde de Pucón, la gran cantidad de personas que exigieron la inyección durante el fin de semana, en comparación a las que la recibieron durante la campaña oficial, habla de que una considerable cantidad de ciudadanos no respondieron a tiempo. "Yo creo que faltó vacunación. La gente debió haberse vacunado más y la verdad es que yo creo que esa es la causa, no es otra, porque las condiciones de vida de los habitantes de Pucón es buena", indicó.
Durante el período oficial de vacunación, 3.900 personas recibieron la inyección en Pucón, lo que corresponde al 60% de la población que necesitó la dosis, según lo que explica Vivianne Galle, directora del Departamento de Salud del municipio puconino.
"La vacunación oficial que se hizo hasta junio se sumó a la de este fin de semana para todos los estamentos que están en riesgo, que son los niños, los adultos mayores, el personal que está expuesto y ahora se hizo uno para bajar la presión de la gente que está frustrada", indicó.
El miedo
Respecto a la situación que preocupa a la población, el alcalde de Pucón, Carlos Barra aseguró que han hecho todo lo posible por proteger a la población en los últimos 40 días.
"Se ha constituido el seremi (de Salud) con todo el equipo de Epidemiología en Pucón. Se ha comunicado en los colegios, las juntas de vecinos, se han sacado declaraciones permanentes, cápsulas que salen en los medios de comunicación", argumentó el alcalde.
De igual forma, Barra comentó que "esto también obedece a que es una enfermedad de invierno". Esto, bajo la premisa de que las condiciones climáticas serían un factor importante que derivaron en el alza de casos en la comuna lacustre, teoría que defiende el jefe comunal.
Por ello Barra se mostró confiado en que la llegada de la primavera otorgaría un mejor panorama. "Esto va en franca declinación por las condiciones climáticas y las temperaturas que tienen que ir mejorando y el problema ir en retirada", indicó.
En cuanto a la inquietud de la comunidad por los fallecimientos, el alcalde Barra responde que la situación está controlada, que toda la población en riesgo está protegida y los casos más críticos fueron reducidos.
"Nosotros no le podemos bajar el perfil. Tenemos que actuar con transparencia y enfrentar la realidad. No ha habido ninguna instrucción de bajarle el perfil. Nuestros equipos andan en la calle, en los colegios difundiendo información", afirmó el jefe comunal.
Por su parte la directora del Departamento de Salud, Vivianne Galle, dice que el aumento de contagiados por A-H1N1 fue un caso puntual, pero que ello no convierte a la comuna en un foco de contagio.
"De acuerdo a la información que nos ha mandado la Seremi, estamos en la media con los casos que hemos tenido. No hay un aumento superior a otras comunas", contó.
Atenciones
Galle constató que entre los habitantes de la comuna lacustre existe una gran angustia, lo que provocó un considerable aumento de atenciones en los seis recintos asistenciales (un hospital, un Cesfam y cuatro postas) de la zona.
"La gente confunde los síntomas con una gripe normal, entonces cuando consultan y ha avanzado mucho, ya es muy tarde, como lo que pasó con estas personas que fallecieron ahora y terminaron en el hospital", dijo la representante municipal.
Fue precisamente esta sensación la que motivó a extender los horarios de atención en el Cesfam. "A causa de este susto de la población, decidimos ampliar el horario hasta las 18 horas (el sábado). Si queda gente, vamos a seguir mañana (lunes). El Centro de Salud está abierto para esto", dijo Galle.
El alcalde Carlos Barra finalizó indicando que "con esta experiencia creo que ya no podrá ocurrir (lo mismo) el próximo año. Ojalá toda la gente se vacune, porque estando vacunados no hay problema, y lamentamos que hayamos sido nosotros los más afectados con esto".
En tanto, desde el Hospital Regional y la Seremi de Salud, comunicaron que los cuatro pacientes que se encuentan internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro asistencial aquejados de la influenza A-H1N1 han pasado de encontrarse estables dentro de su gravedad a mostrar una positiva evolución.
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