Rousseff dice que ve "luz al final del túnel" en medio de la crisis económica y política
ESTABILIDAD. La mandataria afirmó que la democracia brasileña es "fuerte y suficiente para prevenir variantes golpistas".
La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró ayer que ve "luz al final del túnel", en medio de la crisis económica y política en la que se encuentra sumido su país.
En una entrevista a dos radios del estado de Bahía, la jefa de Estado se mostró confiada en que el Congreso "demostrará su compromiso con el país" y mantendrá los vetos que ella le impuso a unos proyectos de ley aprobados en las cámaras y que aumentarían el gasto público, que el Gobierno busca reducir a mínimos.
Para Rousseff, cuyos índices de popularidad se encuentran en mínimos históricos, "es muy importante que las personas coloquen los intereses de Brasil encima de los intereses partidarios".
"Es imposible que un país que está enfrentando dificultades aumente de forma desproporcionada sus gastos", subrayó la Presidenta brasileña, quien se encuentra acorralada por una crisis política a raíz del caso de corrupción Petrobras y la apertura de una investigación sobre supuestas irregularidades en su última campaña electoral.
Para intentar sortear estas dificultades, Rousseff cedió poder a través de una reforma ministerial a uno de sus aliados, el Partido do Movimiento Democrático Brasileiro (PMDB), con el fin de garantizar la gobernabilidad, debilitada en los últimos meses por varios desencuentros entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Rousseff fue consultada sobre las presiones recibidas por algunos sectores de la oposición que defienden la apertura de un juicio político con miras a su destitución. Respondió que "la democracia brasileña es fuerte y suficiente para prevenir que variantes golpistas tengan espacio en el escenario político brasileño".