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Atentado terrorista en capital de Turquía deja más de 80 muertos

ATAQUE. Dos bombas fueron detonadas ayer durante una manifestación pacífica organizada por activistas de izquierda y kurdos, quienes acusan al Gobierno de "asesinar a quienes quieren la paz".
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Un ataque con dos bombas detonadas ayer durante una manifestación en Ankara, Turquía, dejó al menos 86 muertos y 186 heridos. La protesta era de carácter pacífica y fue organizada por activistas de izquierda y kurdos.

Las explosiones ocurrieron a segundos de diferencia fuera de la principal estación de trenes de Ankara, mientras cientos de participantes se estaban reuniendo para la protesta, organizada por el sindicato de trabajadores del sector público turco y otros grupos civiles.

La protesta, efectuada de cara a las elecciones parlamentarias que se realizarán el 1 de noviembre, pretendía pedir una mayor democracia y el fin de la reanudación de la violencia entre los rebeldes kurdos y las fuerzas de seguridad turcas.

Según informaciones difundidas por AP, nadie se adjudicó en un primer momento la autoría del atentado más mortífero en la historia de Turquía.

El primer ministro Ahmet Davutoglu señaló que había "fuertes indicios" de que los ataques terroristas, que ocurrieron a una distancia de unos 50 metros entre sí, fueron de tipo suicida.

Gobierno "asesino"

El líder del partido Popular Democrático prokurdo (HDP), Selahattin Demirtas, acusó al Gobierno turco de los ataques en Ankara. "Este es un ataque del Estado contra el pueblo", dijo Demirtas, citado por EFE.

El dirigente condenó lo que llamó una "masacre, un ataque brutal y bárbaro" y emplazó al Gobierno islámico conservador del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo). "El Gobierno nunca asumió la responsabilidad del atentado de Suruç y un ataque anterior contra un acto del HDP en la metrópolis kurda de Diyarbakir. Son asesinos. Asesinan a quienes quieren la paz", expresó.

Censura

Horas después de los ataques, el Gobierno turco impuso un bloqueo informativo temporal sobre las imágenes de las explosiones, como fotografías horripilantes o sangrientas o "imágenes que crean una sensación de pánico". Un portavoz, consignado por AP, advirtió a los medios de comunicación que podrían enfrentarse a un "apagón total" si no cumplían la orden.

Muchas personas en Ankara informaron que no podían acceder a Twitter y otras redes sociales después de las explosiones. Hasta ayer no estaba claro si las autoridades habían bloqueado el acceso a esas páginas. Sin embargo, según AP, Turquía impone frecuentemente esos apagones informáticos después de ataques.

Situación de alerta

El atentado terrorista ocurrió en un momento tenso para Turquía, país que limita con Siria, una nación devastada por la guerra y que ha sufrido ataques para mitigar la acción del Estado Islámico. Por esta razón, Ankara ha acogido la mayor cantidad de refugiados.

Las autoridades turcas elevaron el estado en alerta después de que Turquía accedió a tomar un papel más activo en la batalla contra el yihadismo liderada por Estados Unidos, tras el atentado ocurrido el 20 de julio pasado en Suruç y en el que el Gobierno responsabilizó al grupo extremista del ataque que dejó una treintena de muertos.

Turquía abrió sus bases a las aeronaves de Estados Unidos para lanzar ataques aéreos contra el EI en Siria y llevó a cabo un número limitado de bombardeos por sí misma.

Las informaciones internacionales indicaron que Rusia violó el espacio aéreo turco para realizar sus bombardeos.

Presidente turco apunta a kurdos

El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado y lo comparó a los ataques de la guerrilla kurda contra soldados y policías turcos. Erdogan calificó el hecho como un "abominable ataque contra la unidad y convivencia", aunque agregó que "no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados", en referencia a los ataques del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). "Estamos en contra de todo tipo de terror y de organización terrorista; debemos estar en contra todos unidos", añadió.

20 de julio fue el ataque en Suruç en contra de un grupo de activistas. El Gobierno acusó al Estado Islámico.

186 personas resultaron heridas en el atentado suicida ocurrido en Ankara, capital de Turquía.