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Clinton queda como favorita tras debate

EE.UU. Control de armas, reforma bancaria y política exterior fueron los temas en los que difirieron los aspirantes demócratas.
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Mabel González / Agencias

La ex secretaria de Estado Hillary Clinton salió reforzada del primer debate demócrata televisado de este martes, en el que el independiente Bernie Sanders fue su mayor rival y donde defendió su historial progresista ante las críticas por su vinculación con los grupos influyentes de EE.UU.

El control de armas, la reforma bancaria, la política exterior o la necesidad de pasar página a la vieja política, argumento con el que sus contendientes intentan erosionar la popularidad de Clinton, fueron los temas en los que difirieron los cinco precandidatos a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2016 en EE.UU.

Clinton ocupó el centro del escenario en el hotel Wynn de Las Vegas (Nevada), flanqueada por el senador de Vermont Bernie Sanders, el único que se mantiene como alternativa relevante a la ex primera dama en las encuestas, y el ex gobernador de Maryland Martin O'Malley.

Momentos Álgidos

El debate demócrata no compitió en número de participantes, audiencia o salidas de tono con el último de los aspirantes republicanos. Pero las dos horas y media tuvieron sus momentos álgidos, como cuando el ex gobernador de Rhode Island Lincoln Chafee dijo que votó en 1999 en el Senado a favor de acabar con la ley Glass-Steagall, que dividía la banca comercial de la de inversiones, porque era su primera decisión legislativa y no sabía qué votaba.

El público que asistió al debate también dedicó algunas carcajadas al momento en el que Sanders, que se define como un "socialista demócrata", dijo que ya estaba bien de "hablar de los malditos correos electrónicos" de Clinton.

Sanders no quiso utilizar el escándalo para atacar a Clinton y prefirió hablar de su "revolución" a favor de la clase media y los pobres y contra los intereses de las grandes fortunas.

O'Malley aprovechó también el asunto de las armas para atacar a Sanders, que consiguió robarle el electorado demócrata más de izquierda.

La mayoría de comentaristas políticos estadounidenses coincidió en que Clinton salió reforzada del debate y demostró estar preparada para consolidar su condición de favorita, pese a que Sanders le está restando peso en varias estados de cara a las elecciones primarias del partido.