Protagonista y director de "El nombre" analizan la cinta hecha con fotos fijas
ESTRENO. La película, protagonizada por Nicolás Saavedra y dirigida por Cristóbal Valderrama, llega a los cines en noviembre.
Fueron necesarios ocho días de intenso rodaje y 27 mil fotos -de las cuales, finalmente, se usaron menos de dos mil-, para dar vida a "El nombre". La película, una historia de cambio de identidades, culpa y redención protagonizada por Nicolás Saavedra y dirigida por Cristóbal Valderrama ("Malta con Huevo"), llegará a cines de todo el país el 19 de noviembre.
El protagonista de esta arriesgada apuesta cinematográfica, comenta que "el ojo se extraña al principio pero luego entra en un swing, es toda una experiencia plástica".
Filmada en ocho días de febrero de 2012 en diversas locaciones, transcurre en distintas locaciones: Talagante, Rancagua, Machalí, Santiago y Pirque.
"Teníamos una cantidad de material abrumadora, me tomó un año y medio poder seleccionarlas, filtrarlas", cuenta el director.
"Cuando editamos la película fuimos armando los diálogos y me di cuenta que las fotos eran tan elocuentes, porque la historia es tan sencilla y las expresiones de los actores son tan claras, que uno entiende lo que pasa. En la etapa final de los diálogos decidí sacar la mitad de los que ya habíamos grabado, me hizo más sentido así, rinde mayor honor a la foto", agrega Valderrama.
Cuenta además que la estrenaron en el pasado Sanfic, donde tuvo una buena recepción del público. "Yo estaba asustado porque es una película poco convencional, no sabía muy bien cómo se lo iba a tomar la gente pero me dio mucho gusto recibir preguntas al final de la función, muy precisas por lo demás, así que creo que alguna gente enganchó", dice el realizador.
-A algunos les puede parecer que no es cine...
-Qué bonita es esa discusión. La verdad es que estoy un poquito aburrido de ver que todas las películas se parecen entre sí, son todas bastante iguales, especialmente las norteamericanas que nos llegan que son todas muy parecidas entre sí, cada vez menos riesgo en el cine. Por otro lado, de chico leía cómics, y estoy familiarizado con la idea de completar en la mente el movimiento; en ese sentido el cine funciona de la misma manera, son 24 imágenes por segundo que crean la ilusión de movimiento pero finalmente son puras fotos fijas. Con "El nombre" traté de aunar estas dos ideas.
-El argumento es bien existencialista, está todo el asunto de la identidad y la confusión.
-Y también las segundas oportunidades, la historia del que huye y trata de convertirse en otra persona y empezar de nuevo. Creo que es un tema bien universal pero empezó de una anécdota. Cuando nos conocimos con Nicolás Saavedra, lo llamé para mi película "Malta con huevo", y justo él estaba haciendo una teleserie que todavía no salía al aire, "Gatas y tuercas", donde su personaje se llamaba como yo: Cristóbal Valderrama. Nos hizo mucha gracia llamarnos de la misma manera y con el tiempo salió la idea de hacer una ficción donde alguien tomara el nombre de otro.
Saavedra cuenta que para él fue un regalo la invitación a participar del proyecto y que además pudo ser guionista y coproductor. "Cristóbal partió con la idea de que 'el pasado' de la película fuera en foto fija, pero luego quiso hacerla entera así y me pareció perfecto", dice.
Y actoralmente también fue particular. "Podíamos improvisar mucho en las escenas porque estábamos sin sonido directo. Teníamos que hacer las escenas una vez de manera fluida, otras veces había que hacerla como en cámara lenta, otras quedarse inmóvil, algo como más 'posado', así que era muy raro pero fue un placer", remata.