Río Picoiquén: ¿Cómo opera la primera hidroeléctrica de la Región?
ENERGÍAS RENOVABLES: Con una inversión de US$48 millones, esta minicentral de pasada comenzó su funcionamiento en julio, inyectando 19,2 MW al Sistema Interconectado Central.
A pesar del "boom" en materia de generación eléctrica, y de la gran cantidad de proyectos en carpeta, actualmente La Araucanía cuenta sólo con una central hidroeléctrica, se trata de Río Picoiquén, la que comenzó su funcionamiento en julio de 2015.
Ubicada a 10 kilómetros de Angol, esta minicentral de pasada se enmarca dentro del concepto de Energías Renovables no Convencionales (ERNC), puesto que genera un bajo impacto en el territorio y produce menos de 20 megawatt (MW). En efecto, la potencia máxima de generación de Río Picoiquén es de 19,2 MW.
Esta minicentral es propiedad de la empresa italiana Scotta, compañía con más de 30 años de trayectoria en el rubro de las ERNC.
Scotta fue invitada por Corfo el año 2005, con el fin de explorar las oportunidades de proyectos de ERNC en Chile. En un principio, el holding, acompañado por otros inversionistas italianos, se concentró en la adquisición de varios derechos de agua, obtención de los permisos ambientales, de las servidumbres y de los demás permisos de construcción a través de la sociedad Hidroaustral S.A., de la cual el grupo Scotta tiene el 51%.
Actualmente, la empresa europea -cuyo nombre de fantasía para sus operaciones en la Región es Hidroangol- tiene en funcionamiento 9 minicentrales (también conocidas como minihidros), siendo Río Picoiquén la que genera mayor cantidad de megawatt.
Río Picoiquén cuenta básicamente con tres instalaciones -bocatoma, tuberías y casa de máquinas- las que pasan por cuatro predios, dos de ellos propiedad de empresas forestales (Arauco y Mininco). Los dos restantes, son de dueños particulares. La empresa paga los derechos de servidumbre a los propietarios.
Una de las características principales de esta minihidro, es que el agua tomada en la bocatoma es devuelta 10 kilómetros más abajo al caudal del río, habiendo un impacto muy bajo en el entorno. En ese sentido, desde la empresa recalcan que este sistema energético es el menos invasivo, por lo que se procura trabajar en armonía con el medio ambiente y la comunidad.
COMUNIDAD
"La experiencia de trabajar en La Araucanía es positiva y no hemos encontrado diferencia con los proyectos en otras regiones del país", afirma Enrico Gatti, gerente general del Grupo Scotta.
Gatti destaca que, durante las faenas de construcción, de un total de 300 trabajadores, 150 eran del sector. Actualmente, los cuatro operadores de la planta son de la zona.
En ese sentido, el gerente de Scotta señala que las mayores dificultades fueron en la instalación de las tuberías, debido a que el terreno era muy arcilloso. Sin embargo, no hubo mayores problemas con los angolinos ni con las comunidades indígenas aledañas.
"Nos acercamos a la Municipalidad de Angol y su Concejo para que conocieran bien el proyecto. Además, utilizamos todos los servicios con empresas, comercio y proveedores locales", cuenta Gatti.
Otro hecho que le ha permitido a la empresa acercarse a la comunidad, y de paso desmitificar algunas suposiciones en torno a la minicentral, fue auspiciar al club deportivo Malleco Unido.
"Recogiendo el sentir de muchos angolinos, auspiciamos al club de fútbol Malleco Unido, que en estos últimos dos años ascendió de tercera a segunda división", destaca Gatti.
ETAPA 1: BOCATOMA
"Esta central está concebida y diseñada pensando siempre en crear cero impacto ecológico", asegura Nelson Urdaneta, ingeniero civil eléctrico a cargo de las operaciones y mantención de Río Picoiquén.
Según explica Urdaneta, al tomar parte del agua del río se mantiene un caudal ecológico. "Es el caudal mínimo que debe existir para que todas las funciones naturales en el río se den y no haya afectación. Se determina a partir del comportamiento histórico del río", explica Urdaneta.
El ingeniero agrega que Río Picoiquén no cuenta con embalses o represas, y la energía generada depende del caudal natural con el que venga el río. Es decir, la potencia energética varía de acuerdo a las condiciones fluviales, influenciadas por deshielos, lluvias u otros fenómenos naturales.
Con una superficie aproximada de media hectárea, la bocatoma es el lugar donde se "toma prestada" el agua del río, la que pasa por etapas de filtrado, con el fin de evitar que ramas, hojas u otros objetos dañen las turbinas generadoras de electricidad.
"Tomamos el agua que necesitamos a través de un juego de compuertas mecánicas. En la primera captación, hay una rejilla que capta las ramas más grandes; más adelante, hay otra que capta los cuerpos más pequeños, como hojas. Periódicamente, estas rejillas son limpiadas automáticamente por un limpiarrejas, que es como un rastrillo gigante", detalla Iñigo Escrivano, ingeniero civil a cargo de la obra.
Este procedimiento automatizado es seguido de manera remota desde la casa de máquinas por un grupo de operarios, los que a través de cámaras pueden controlar lo que pasa en la bocatoma.
Posteriormente, el agua es trasladada por tuberías de 1,7 metros de diámetro, la que cruza predios forestales de manera subterránea. El único tramo que está a la vista, son alrededor de 800 metros a la altura de la casa de máquinas, puesto que ésta se encuentra en una pendiente, donde su paso subterráneo podía producir derrumbes.
N°2: CASA DE MÁQUINAS
Ubicada a 10 kilómetros de la bocatoma, en un sector bajo al lado del río, se encuentra la casa de máquinas, lugar donde el agua se convierte en energía.
Además, es en las afueras de la sala de máquinas donde el agua sustraída por la central vuelve a su caudal de origen.
"En función de la caída que trae el agua que viene bajando por la tubería, a través de un equipamiento hidráulico se golpean las aspas de la turbina, siendo ese golpe el que genera un movimiento rotatorio. Como la turbina está acoplada con el generador, con el movimiento se desplaza, creando una velocidad de sincronismo. Es ahí cuando empieza la magia", sostiene el ingeniero eléctrico de Río Picoiquén.
Es en ese punto donde surge la energía eléctrica, la que posteriormente llega a una subestación eléctrica ubicada a un costado de la casa de máquinas; desde ahí es trasladada con un tendido eléctrico subterráneo hasta una línea de transmisión aérea que llega a la Subestación Eléctrica de Angol, donde finalmente se conecta al Sistema Interconectado Central.
"La energía potencial del agua hace girar la turbina creando energía mecánica; luego, entra en acción el generador, que aprovecha este movimiento para crear electricidad", acota Iñigo Escrivano, quien agrega que "el principio básico es que la energía no se pierde, se transforma".
Posteriormente el agua ocupada vuelve a su caudal, al que se inserta de forma diagonal, puesto que dada su fuerza, así se evita un impacto de choque con el río.