Hugo Soto
Cada día, el temuquense Frank Valdés Leyton, de 36 años, comienza su jornada subiéndose a su bicicleta, para desplazarse desde su hogar, en calle Portales, hasta las inmediaciones de Pueblo Nuevo, donde trabaja en una empresa de jardines. Luego, el resto de la jornada transcurre en distintos domicilios de la capital regional, donde realiza labores de jardinería, en una faena que exige caminar mucho.
¿Cuál es la particularidad de esta historia? Que Frank Valdés convive desde los 8 años con una pierna artificial, una de las primeras prótesis entregadas por la Teletón cuando el instituto comenzó a funcionar en Santiago. Nacido con una malformación invalidante -prácticamente sólo con la mitad de la pierna izquierda- la lucha que primero su madre y luego él dieron para ganarle a la vida, logró superar cuanto obstáculo se cruzó por delante y hoy es un ejemplo de constancia y valentía para los miles de niños que año a año ingresan a los distintos institutos de Teletón en Chile.
"Apenas nacido, lo vio una junta de médicos en el Hospital Regional, que diagnosticó que mi hijo no iba a caminar nunca", dijo Dalia Leyton, madre de Frank, quien agregó que "uno de los doctores me dijo que me lo llevara a la casa y le comprara una silla de ruedas porque sería un mueble más".
Lejos de rendirse al diagnóstico, esta temuquense tomó contacto con la asistente social Sara Muñoz, quien escribió una carta para el Instituto de Rehabilitación Infantil Teletón en Santiago, que recién había comenzado a funcionar.
"Viajé sola con esta carta hasta la capital, pero con una gran esperanza y me encontré con una gran familia que me acogió junto a mi hijo, que todavía no cumplía su primer año", rememoró Dalia Leyton, quien agregó que "la acogida del equipo en Santiago fue muy buena, era un equipo que sabía acerca de la discapacidad y que además entregaba cariño, la atendió un gran profesional, el doctor Patricio Núñez, además de la doctora Jenny Holgrem".
Hasta antes de Teletón, Frank se arrastraba, intentando estirar su pierna cuando veía a los otros niños caminar o correr. Finalmente se decidió amputar parte de la pierna comprometida, se le realizó fijación y con ello se pudo dar inicio a la colocación de prótesis.
"Yo estuve en el primer instituto de rehabilitación de la Teletón que se creó en Chile", aseguró con orgullo Frank Valdés, quien agrega que "la Teletón es mi casa. El solo hecho de recordar las puertas del Instituto Teletón en Santiago, que la tengo de perfil en mi Facebook, me aprieta la garganta".
Hoy, Frank Valdés está separado y tiene dos hijos. Trabaja en una empresa de jardines, donde ha podido desarrollarse en el plano laboral sin ningún tipo de problemas por su prótesis.
"Los institutos Teletón se sostienen en gran parte con el dinero que se reúne en la campaña, por eso, mi llamado es a que la gente meta la mano al bolsillo y ayude... Teletón es importante, ellos me ayudaron a crear una mentalidad ganadora, y por eso estoy aquí, luchando", señaló Frank Valdés.