Entre aplausos de admiración, y con una masiva asistencia en la Catedral de Temuco que le presentó sus más sinceros respetos, fue despedido ayer el fundador de la Universidad Autónoma de Chile e Hijo Ilustre de la capital de la Araucanía, Teodoro Ribera Beneit, quien falleció a los 95 años la madrugada del viernes.
"Don Teo", como le decían sus cercanos es, sin duda, una de las figuras emblemáticas e históricas de Temuco, que tras su partida deja una familia que está orgullosa del legado invaluable que forjó en vida para su adorada ciudad de Temuco y el país.
En primera fila estaban sus familiares: sus seis hijos y nietos. Su esposa, Edith Neumann, conocida con cariño como "La gringa", según explicó su hijo, el doctor Teodoro Ribera Neumann, actual rector de la Universidad Autónoma de Chile, "no pudo asistir producto del dolor que esto le causaba".
"hizo el bien"
El obispo de Temuco, Héctor Vargas, repasó el legado que deja Ribera Beneit, como abogado y empresario, quien además desarrolló a plenitud sus inquietudes deportivas y sociales.
Vargas, en su alocución colmada de resignación para sus familiares y amigos, puso en relieve su vida como un ejemplo a seguir, ya que aseguró "fue un hombre que predicó con el ejemplo, siendo sus decisiones y acciones una tremenda lección de vida".
"Teodoro parte en medio de la esperanza de la Iglesia Católica que espera la venida del Señor (inicio de Adviento), siendo su mayor logro la maravillosa familia que formó y donde desarrolló sus mejores virtudes", destacó Vargas.
Añadió que "él fue un hombre que pasó por este mundo haciendo el bien, un hombre virtuoso, cuya serena partida es un verdadero regalo del Señor. De eso no hay duda, ya que vivió hasta el último día una vida plena y fue un ejemplo concreto de vida. Nos deja como lección que el tener una vida hermosa es una opción personal y que no hay edad o límites para hacer el bien, ser generoso y entregar lo mejor de sí mismo", puntualizó.
'pater familias'
El rector de la Universidad Autónoma de Chile y su hijo, Teodoro Ribera Neumann, quien es ex diputado y ex ministro de Justicia, destacó el rol ejemplificador como 'pater familias'. Su pasión y destreza por el deporte. Su vocación y excelencia por la abogacía, además de relevar su impronta emprendedora y su figura indiscutible de "gran señor".
"Mi padre fue un gran soñador, un emprendedor, alguien capaz de imaginarse lo que, quizás, otros no visualizan. Así, un terreno con una gran y profunda hondonada podía ser un estadio con más galerías o un terreno pedregoso convertirse en la cantera perfecta", esgrimió Ribera Neumann, haciendo alusión al mayor legado que deja su padre, la creación de la Universidad Autónoma de Chile.
Teodoro Ribera Concha, a nombre de todos sus nietos, agradeció a Teodoro Ribera abuelo sus innumerables y memorables enseñanzas, señalando que esperan que su "personalidad, manera de ser y alegría ayude a que la tristeza desaparezca pronto".
Quien fuera el primer Pro rector de la Universidad Autónoma de Chile, José Sánchez, relevó también su calidad humana y emprendedora. "Era un hombre muchísimo más bueno que sólo bueno", dijo.
Una Iglesia cercana, alegre y llena de vida mostró la Diócesis San José
Más de 4 mil fieles participaron del inédito y espectacular pasacalle con que la Diócesis San José de Temuco celebró ayer sus 90 años de vida.
La actividad estuvo presidida de una misa de acción de gracias en la Catedral que presidió el nuncio apostólico de Chile, Ivo Scapozo, quien en representación del Papa Francisco trajo un mensaje de su parte para la Diócesis.
En el desfile pastoral participaron los cuatro decanatos de la Diócesis San José de Temuco. Se hicieron presentes 20 colegios católicos, 12 movimientos eclesiales, el obispado y 37 parroquias.
Cada uno de ellos con singular alegría y creatividad testimoniaron su fe durante el desfile que pasó revista ante las autoridades eclesiales, civiles, militares y de orden presentes.
La actividad tuvo momentos memorables que se llevaron todos los aplausos y los movimientos eclesiales dieron muestra de gran creatividad. Uno de ellos fue el movimiento Encuentros Matrimoniales, cuyas parejas pasaron ante las autoridades portando carteles con sus respectivos años de casados. Este grupo era encabezado por una pareja de recién casados vestidos de novios, quienes se bajaron de su vehículo engalanado para bailar un vals.
Las parroquias no se quedaron atrás y desfilaron mostrando creativos carros alegóricos. La multiculturalidad fue otro de los rasgos de la actividad, en donde los fieles mapuche y colonos se hicieron presentes.
Al término de la actividad, el obispo de Temuco y patrono de la Diócesis San José, Héctor Vargas, celebró y agradeció el desfile.
"En estos tiempos difíciles presenciar esta muestra de fe y esperanza es para dimensionar que ésta es la Iglesia real, la Iglesia Católica de todos los días, esta es la Iglesia verdadera, donde miles de hermanos y hermanas se preocupan de los demás y sirven a otros", acotó Vargas.
El intendente Andrés Jouannet (DC) dijo sentirse muy emocionado con lo expuesto. "Ha sido una actividad demasiado hermosa. Después de este pasacalle uno se siente sanado por el espíritu de la gente", admitió el jefe regional.