Correo
Agradecen atención
Me dirijo a usted a través de esta columna, para manifestar públicamente mi más sincero agradecimiento al personal de la Conac de Temuco, ubicado en Varas 292 esquina Carrera.
Específicamente a la señora Claudia Arriagada, Hetell Meza Mesas, Irene Estibaliz Heise Mora y a la doctora María Ibaceta Lizana, quienes realizaron todos los esfuerzos necesarios para que el suscrito recibiera los cuidados necesarios producto de una escara isquiática, por lo que fui intervenido quirúrgicamente en el Hospital Intercultural de la comuna de Nueva Imperial por la doctora Ibaceta, para luego ser trasladado a este centro asistencial en el cual me encuentro hospitalizado.
Soy discapacitado y llevo una vida completamente normal en cuanto a trabajo y deporte, y es destacable la calidad del servicio de los funcionarios que aquí se desempeñan y el profesionalismo con el que a diario enfrentan las diversas situaciones relacionadas con la patología de los pacientes.
Normalmente sale a la luz pública lo negativo del servicio de salud, y lo referente a situaciones como la que expuse quedan en un libro de sugerencias y reclamos. Sin que la comunidad se entere de la excelencia en servicio con la cual cuentan instituciones anexas al Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena de Temuco.
Estimo por ello que actitudes loables como la de la doctora Ibaceta, la señora Claudia Arriagada, Hetell Meza Mesas deben ser de conocimiento público. Esperando de igual manera que la técnico paramédico señorita Irene Estibaliz Heise Mora, sea reconocida con una felicitación en su hoja de vida funcionaria por su alta vocación de servicio, brindando en todo momento un trato digno y de respeto que hace grata la estadía para quienes aquí estamos.
Fernando Aniñir Avilés
¿Discriminación?
Algunos parlamentarios de la Alianza y uno que de la otro Nueva Mayoría bajo el concepto de cara de palo, defienden a rajatabla a universidades privadas que han montado un verdadero negocio con la educación superior y cuyo interés radica en que los muchachos lleven el "váucher" a sus arcas. ¿Resultados? Universidad del Mar, 12 mil millones que se llevaron sus dueños, cerrada y el Estado debe hacerse cargo de sus miles de jóvenes que quedaron a la deriva. Inacap, ganancias por 25.000 millones de pesos en 2014, apenas acreditada por 3 años. Las Américas en 2012 traspasó 17 mil millones a la inmobiliaria extranjera Laureate (sus dueños) y tiene 0 acreditación. Y así suma y sigue.
Esos parlamentarios acusan al Gobierno de "discriminación a los estudiantes" porque Michelle Bachelet exige en realidad garantía de calidad a las instituciones que ahora van a recibir directamente los billetes para asegurar la educación a jóvenes vulnerables que no pagarán un peso por sus carreras.
¿Discriminación o un adecuado resguardo de la calidad del servicio?
Gaspar Millas del Río
Dios bendiga Temuco
Un par de veces cada año viajo, y uno de mis destinos es Temuco. Esta vez, mientras nos acercábamos por la ruta, la radio del auto comentaba que esa noche la Orquesta Sinfónica, junto a un concertista en guitarra invitado, tocaría en el Teatro Municipal. Queríamos asistir, pero estaba difícil conseguir una entrada. Ya casi resignándonos a lo imposible, pasábamos por la plaza principal rumbo al lugar de hospedaje, en último intento preguntamos a una uniformada (carabinero ) que pasaba y allí se produjo algo que queremos destacar: También pasaba por allí un señor desconocido para nosotros, quien al escuchar nuestras preguntas se acercó, nos invitó a su oficina, con gran amabilidad nos consultó de dónde éramos y entre charla y algunas llamadas telefónicas que realizó, en menos de 10 minutos puso a nuestra disposición gratis dos entradas. Gracias Juan Aceitón Vásquez. Dios bendiga a Temuco.
Gabriel Isla, Zapala, Argentina
PSU y epilepsia
Así como a muchos me tocó dar la PSU este año, sin duda unos de los hitos más importantes en el aspecto académico. Bueno, hasta ahora, sin embargo, hay un componente que uno nunca puede ponderar, la salud. En mi caso la epilepsia, enfermedad caracterizada principalmente por accesos repentinos, con pérdida brusca del conocimiento y convulsiones, que no le es ajena, así como otras enfermedades crónicas, a un buen porcentaje de chilenos. Lamentable es cuando el factor PSU junto con el factor crisis de epilepsia coinciden, frustrando así un año de esfuerzo y dedicación, peor aún es cuando Demre se niega a aceptar este tipo de situaciones respondiendo con un simple "espere un año", de aquí casos como el mío con situaciones de la más amplia gama y por culpa de una falta de política pública al respecto, es que nuestro futuro se ve perjudicado. Por eso, ya no para mí, sino para futuras generaciones, urge revivir el debate sobre hacer más pruebas de selección universitaria al año o citaciones especiales para poder continuarla en casos extremos.
Marjorie Torres