"Velaré por una participación activa de las regiones".
José Miguel García, empresario regional miembro del Consejo de Observadores para el proceso constituyente
"No me parece que el jefe de Gabinete del intendente esté involucrado en una historia tan poco clara".
Fuad Chahin, diputado DC
Mientras en Santiago, las autoridades presentan a Rosa Trangol como una de las últimas artesanas mapuches que fabrica mantas y ponchos, en la sede de Inacap de Máfil, en Valdivia, un grupo de profesores trabaja con 12 alumnos para rescatar las técnicas ancestrales de artesanía mapuche y prolongarla en el tiempo.
El candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Joaquín Lavín, llegó a la capital regional para cerrar su campaña con un show en pleno centro de Temuco. Para ello se cerró la calle Bulnes, entre Varas y Bello, donde se agolpó una multitud para saludar al candidato que apareció tras un show con destacados artistas.
Luego de cuatro meses de intensas diligencias, la Fiscalía cerró la investigación por la muerte del deportista, Giuliano Mora (43), quien fue atropellado por un conductor que se presume manejaba en estado de ebriedad y que se dio a la fuga tras el accidente fatal. El fiscal formalizó cargos contra el único imputado en el caso.
Con honda preocupación, nos hemos enterado que el VIH en Chile ha aumentado en un 74% en jóvenes entre 15-19 años, y un 130% entre 20-29 años. La Región no es una excepción. Con todas las lamentables consecuencias que ello implica, en primer lugar para las víctimas y los suyos. La única reacción viene del Ministerio de Salud, que incomprensiblemente insiste sólo en una gran campaña llena de fracasos en torno al preservativo. Es una ingenuidad creer que un dispositivo de látex será la gran solución a la propagación del Sida. Se equivocan así nuestras autoridades, porque no van a las profundas causas de un comportamiento sexual dañino y destructivo. Antes que un tema de salud, es un asunto de educación y de ética. Desde allí, no vemos señales oficiales. Existe una poderosa tendencia cultural a relativizar y hasta disolver las normas éticas, tanto de moral natural, civil, como cristiana. Esta confusión entre libertad de conciencia y conciencia arbitraria, determinada por las propias inclinaciones, que no se orienta a la búsqueda de la verdad y que no reconoce por tanto, moral y principios objetivos que orienten la conducta, es la causa de este clima de permisivismo y corrupción que puede terminar relativizando y hasta despreciando como en este caso, el valor, belleza, finalidad y dignidad de la sexualidad humana.
De este modo, la percepción es que nuestras autoridades no tienen dificultad alguna en que la población, especialmente jóvenes, lleve a cabo prácticas sexuales irresponsables, inmaduras, o desviadas. Lo único "inmoral" entonces, sería el no usar el condón. Ahora constatamos que ha sido una invitación abierta a la promiscuidad, una legitimización de un modo equivocado de concebir y de vivir la sexualidad humana, que tantos problemas y sufrimientos ha terminado trayendo a miles de personas, las familias, y de rebote al Estado. Si Dios nos regaló la sexualidad como servicio a nuestra plenitud como personas, del amor, la felicidad y la vida, ¿Por qué se ha vuelto signo de sufrimientos, desequilibrios, enfermedades y muerte? Sólo este año se han denunciado en Chile 25.000 abusos a menores. Si la sociedad no se preocupa de educar desde valores humanos y espirituales profundos esta dimensión esencial de la afectividad de la persona, corre el riesgo de colaborar a destruir la sexualidad de nuestros jóvenes.
Héctor Vargas Bastidas Obispo de Temuco
La mayoría de los chilenos se define y se identifica con la clase media. Las encuestas revelan que esas familias se sienten el sector que ha quedado más desprotegido por décadas. Los gobiernos priorizan programas sociales para ayudar a los más pobres, pero el estrato medio se siente postergado y vulnerable ante imprevistos, como los altos costos de la salud, de la educación -sobre todo universitaria- e incluso la cesantía.
La clase media ha llegado a esa ubicación socioeconómica gracias a su esfuerzo. Son familias que hacen ingentes sacrificios, ahorran o se endeudan, para llevar a sus hijos a un mejor colegio, para mantener una cobertura de salud a través de una Isapre o pagar la universidad. Pugnan por renovar la casa o el auto. Es la fuerza emprendedora del país, pero a la vez es muy sensible a las crisis económicas, a las alzas de los impuestos, de aranceles universitarios, planes de salud, de los combustibles, los alimentos, etc.
Es usual que frente a la cesantía, un subsidio sea de gran ayuda para una familia pobre, pero para la clase media puede ser una gota de agua frente a su nivel de compromisos.
Larga es la lista de las inquietudes, pero tal vez los temas más recurrentes son la delincuencia que se ha instalado en el país; el endeudamiento excesivo, con el fin de conseguir pagar sus compromisos; los problemas de financiamiento de la educación universitaria de sus hijos, y las dificultades para solventar los gastos de salud, sobre todo cuando alguno de los integrantes debe hacer frente a alguna intervención quirúrgica e internación en alguna clínica. Esas familias sienten que van perdiendo el estatus que tanto les costó alcanzar, aun a costa de endeudamiento.
En el fondo, esto refleja su paulatino empobrecimiento y, con suerte, sólo les queda trabajar para pagar, volver al sistema público de salud y sacar a sus hijos de colegios particulares. Ese segmento sigue esperando que las autoridades no olviden que constituyen la gran mayoría de los chilenos y el sector tradicionalmente olvidado por los gobiernos.