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La ruta ambientalista de Douglas Tompkins nació en La Araucanía

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A 1.550 metros de altura, cuando se ha dejado atrás la interminable cadena de empinadas cuestas que conforma buena parte del Santuario Natural "El Cañi" de Pucón, la visión en 360 grados de la Cordillera de Los Andes termina de quitar el aliento del visitante. Los volcanes Villarrica, Quetrupillán, Lanín, Llaima, se alzan por sobre las nubes, y 600 metros abajo, en caída vertical desde el mirador de piedras, una serie de lagunas y bosques milenarios terminan de sobrecoger los espíritus.

Precisamente uno de estos bosques, conformado por araucarias, arrebató hace un par de décadas la imaginación de Douglas Tompkins, el filántropo conservacionista, en un episodio poco conocido de sus inicios en Chile. Era fines de la década de los 80 y el estadounidense -eterno amante de la naturaleza- decidió apoyar a un matrimonio extranjero que quería arrebatar un ecosistema virgen de las manos de una empresa maderera. Años después, el propio Tompkins señalaría, al rememorar sus inicios en el país, que su acercamiento al santuario puconino le impulsaría a emprender su cruzada ecológica por el sur, que tendría su punto máximo en la construcción del Parque Pumalín.

Primer paso

La muerte de Douglas Tompkins mientras realizaba una travesía en kayak, puso fin a una historia enraizada en la ecología, que tuvo tantos adeptos como detractores. Sin embargo, le suceden sus obras, parques nacionales y una fundación que se aboca a la misión que se autoimpuso el conocido conservacionista: la protección de la naturaleza.

En una entrevista concedida por Tompkins a la revista Patagon Journal en 2012, el empresario abordaba su opción de cambiar el mundo empresarial por los paisajes de la patagonia. En este contexto, mencionaba cómo lo remeció la situación del bosque de araucarias de El Cañi, en las cercanías de Caburgua.

"Vine por primera vez en 1961", señaló Tompkins en dicha entrevista, y agregó que "entonces conocía esta parte del mundo realmente bien, sabía que quería vivir fuera de una gran área urbana como es San Francisco (...) Busqué y éste es un lindo lugar del mundo. Tengo muchos amigos acá por los años que pasé escalando. También soy un activista forestal y, a fines de la década de los 80, Yvon Chouinard, Alan Weeden y yo mismo ayudamos a comprar el bosque Cañi, cerca de Pucón. Eso como que me hizo dar el primer paso (en la conservación de la Tierra). Luego alguien nos contó acerca de un campo en Riñihue, que estaba unido a otro pedazo de tierra sobre el que nos contó Rick Klein en Cahuelmo. Fuimos a mirarlo y una cosa llevó a la otra".

El cañi

El Santuario El Cañi es una Reserva Privada de 500 hectáreas, dedicada principalmente a la conservación de los bosques ancestrales de araucarias. Establecida como una de las primeras Áreas Protegidas Privadas de Chile, hoy es administrada por dos habitantes de la localidad de Pichares, comunidad aledaña a la reserva, transformándola en un ejemplo mundial de desarrollo local a través de la conservación.

Uno de estos administradores es Manuel Venegas, quien señaló que "esto surgió a fines de los 80 porque parte del bosque, una 400 hectáreas, estaba en venta y el interesado en adquirir los terrenos era una empresa forestal. El matrimonio británico-americano conformado por Martin Quartermaine y Katherine Braggs buscó a otras personas para adquirir los dineros para comprar el terreno y protegerlo".

Es en este contexto que surge la figura de Douglas Tompkins, quien ya conocía Chile por una visita en 1961. Esta vez -hablamos de fines de la década del 80- la petición de apoyo económico para salvar el bosque puconino fue muy bien acogida y es así que junto a Yvon Chouinard y Alan Weeden ayudan a comprar el bosque Cañi, que quedó a nombre de Fundación Lahuen, la que transfirió su administración a un grupo de guías locales.

"Cañi fue el primer Parque Privado de Chile", aseguró Venegas, quien agregó que "posteriormente se comenzó a incluir a las comunidades, pues en esta zona de cordillera se realizan actividades ganaderas, así es que la fundación dictó un curso de capacitación para guías ecológicos, todo con dineros de fuera. Esto fue el 94 y allí fue que ingresé".

Este trabajo se mantuvo hasta el 98, momento en que se acabaron los fondos provenientes del extranjero y se propuso que los guías conformaran una microempresa local para hacerse cargo del parque y tratar de hacerlo sustentable.

El 99 nace la Agrupación de Guías del Cañi como entidad jurídica y se abre al turismo.

Ascensos

Hoy, gracias al aporte anónimo de privados -incluyendo a Tompkins- el Santuario de la Naturaleza El Cañi aguarda al visitante que disfruta del trekking en altura.

Se accede desde Pucón por la ruta a Caburgua y luego por el acceso a las Termas de Huife. El lugar está bien señalizado, a exactos 21 kilómetros de Pucón. El ticket de entrada tiene un valor de 4 mil pesos.

Tras una charla informativa en la recepción, el visitante recibe un mapa de bolsillo y se inicia la aventura, recorriendo senderos por diferentes tipos de paisajes, lugares con vistas impactantes hacia los lagos, caminatas por un bosque catedral y por el borde de lagunas.

El bosque de araucarias abarca desde los 1.200 hasta los 1.550 metros, punto más alto del cordón montañoso. Desde allí se puede ver incluso parte de la frontera con Argentina.

"Douglas Tompinks vino un par de veces, pero no tuve la oportunidad de conocerlo personalmente ", apuntó Manuel Venegas, quien agregó que "él fue una persona muy importante, junto a sus socios dio inicio a la tarea de conservación en Chile y a la educación ambiental. Si no hubiera sido por él y las otras personas, este bosque habría desaparecido".