Seis días después de descubierto el crimen de Erica Hagan (22), la Fiscalía acusó a Domingo Cofré de ser el asesino. Todo, gracias al hallazgo de un atizador, que contenía ADN de Domingo Cofré. Tras 15 meses de expectación, los hechos fueron expuestos ante un Tribunal, el cual por unanimidad desestimó la acusación fiscal y lo absolvió de los cargos de homicidio calificado e incendio frustrado. En dicho veredicto, los magistrados criticaron el actuar del Ministerio Público y la PDI señalando que el resultado investigativo era "absolutamente insuficiente e inocuo" desestimando por completo la participación de Domingo Cofré en el homicidio de la sicóloga que remeció al país.