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Lecturas veraniegas

HISTORIAS. Profesionales de diversos ámbitos cuentan qué leerán durante las vacaciones y de sus textos de cabecera.
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Suele reiterarse que en los meses estivales -que en algún momento y para casi todo el mundo son sinónimo de vacaciones- mucha gente se pone al día con la lectura. Pero hay quienes, por afición u oficio, leen durante todo el año: "Esos cisnes aún más tenebrosos que los buenos escritores", al decir del argentino Borges. Quisimos contrastar sus lecturas profesionales con las que acometen en verano.

Desde hace un tiempo se viene diciendo que el libro -esa extensión del pensamiento y de la imaginación- tiene los días contados. Es que el tema de la mutación del paradigma cognitivo desde lo escrito hasta lo audiovisual no es para nada menor. Hace algunas décadas se decía que una persona leída era una persona culta y destinada al éxito social, y también viceversa. ¿Pero en los actuales tiempos no puede ser acaso cultivada una persona que ve centenares de documentales del Discovery Channel? ¿O no es exitosa una persona como el ex Presidente Piñera -por dar sólo un ejemplo- a quien nos costaría imaginar acometiendo una novela de mil páginas?

El Austral conversó con cuatro lectores que, ya por profesión o devoción, podríamos llamar inveterados: de esos que, por dar una cifra, leen al menos un libro entero cada diez días. Quisimos saber cómo asumen durante las vacaciones esta actividad que, al decir de Jorge Luis Borges, es "más resignada, más civil y más intelectual" que el hecho mismo de escribir.

"Soy una lectora

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Lorena Espinoza, actual tesorera del Colegio de Periodistas y periodista en la Ufro, se califica como una lectora indiscriminada. Dice haber leído clásicos extensos como "Anna Karenina", de León Tolstoi o "El conde de Montecristo", de Alejandro Dumas, u otros más breves. "También me parecen adorables esos libros "tontitos" que me relajan y me hacen reír a carcajadas; esos que puedes leer con la marcha en segunda. Sobre si en mis vacaciones cambio la óptica de mis lecturas, creo que sí. Dejo de lado los papers que mi profesión me demanda (te aseguro que hay personas que sólo leen eso) y leo para divertirme. Como la idea es relajarme, jamás leería en la playa un libro tan terrible como "La danza de los cuervos".

indiscriminada" "El ocio del verano acrecienta mis lecturas"

El verano suele ser una continuación de los comunes hábitos lectores del poeta y profesor Ricardo Herrera Alarcón. "Durante las vacaciones, las puertas de marfil del ocio se abren con mayor porfía y sin ventolera en contra. Poesía, narrativa y ensayo son mis géneros o formas predilectas, no sé en qué orden. En poesía he leído últimamente dos libros de autores regionales: "Antes que el alba te sacuda en el pavimento", de Pablo Ayenao, y "Hondo sur", de Altenor Guerrero, escritores de tiempos muy distantes uno del otro (Ayenao tiene 30 años y Guerrero falleció hace más de tres décadas). Mis lecturas veraniegas son también consecuencia de las pasadas fiestas de Navidad, pues ahora estoy leyendo los regalos de mi mujer. "Esa visible oscuridad", de William Styron.

El doctor en Literatura José Manuel Rodríguez, como profesor tiene ciertas obligaciones. Éstas son leer textos canónicos de la literatura universal. Afortunadamente esos textos son libros muy complejos, como el "Génesis" o el "Éxodo": los leo como literatura y desde un punto de vista científico. Sobre las lecturas veraniegas, recomiendo leer lo que sea, lo importante es leer. Y leer de manera crítica, es decir, interrogarse sobre las verdades que el libro propone y confrontarlas con la propia visión que tiene cada uno sobre esas mismas "verdades"; nunca hay que abandonarse y aceptar así como así las propuestas del poder. Mi señora me acaba de regalar una edición de "Casa de campo", de José Donoso, un festín.

"El pensamiento latinoamericano es maravilloso" "No le pongo muchas fichas a esos lectores de verano"

Christian Rodríguez se empina apenas sobre los 30 años y ya ha dado a la imprenta "Lluvia de barro", su primer libro de relatos. Considera que la lectura -últimamente, su reciente esposa le regaló buena parte de la colección "Clásicos Jackson". "Sobre si las vacaciones son la mejor época para leer, creo que sí, por el obvio tema de "nuestro enemigo el tiempo" (Teillier). Aunque personalmente no le pongo muchas fichas a esos lectores de verano que durante el año con suerte visitan la guía telefónica. Mis vacaciones empezaron el 1 y mi primer libro de este 2016 será "Sumisión", la espléndida novela de Michel Houellebecq sobre el tema musulmán en Francia; el libro como que se volvió a poner de moda tras los atentados de París.