Oriundo de la zona lacustre, el médico anestesiólogo Christian Nilo Schulz volvió este año a sus tierras, convirtiéndose en el nuevo director del Hospital de Villarrica.
Junto con este desafío, a fines de 2015 asumió una nueva responsabilidad, convirtiéndose en el presidente de la Sociedad de Anestesiólogos de Chile, gremio que reúne a los especialistas de esta área, vital en cada intervención quirúrgica.
Médico cirujano de la Universidad de Chile, obtuvo su especialidad en Anestesiología en la Pontificia Universidad Católica (PUC). Ha ocupado diversos cargos tanto en el área pública como privada, destacándose como jefe del Servicio de Anestesiología del Hospital San Borja Arriarán y jefe de Pabellón y Anestesiología de Clínica Las Lilas, entre otros cargos.
"El déficit de especialistas la vivo en carne propia", afirma el profesional, quien dado el colapso sufrido por el hospital villarricense -que sigue esperando la construcción de un nuevo recinto-, no sólo debe cumplir las funciones logísticas y administrativas propias de su cargo, sino también tiene que entrar a pabellón para paliar la falta de anestesistas, apoyando a sus colegas.
Nilo destaca que mayores incentivos desde el Estado para los profesionales de la salud pública, sumado a una acción participativa de las universidades por formar más y mejores especialistas, son las oportunidades para romper la actual falta de especialistas en salud, los que además de ser escasos, son atraídos por el sistema de salud privado, donde las condiciones laborales son mejores.
VILLARRICA
-¿Cuál fue su primer diagnóstico del hospital?
- Tiene que ver con el crecimiento poblacional de esta área. Este hospital sigue tal cual como se construyó en 1965, y la estructura no permite responder a la demanda. Mucha gente se ha venido a vivir a esta zona, lo que sumado a la alta cantidad de turistas, mantiene al hospital colapsado.
- ¿El Servicio de Urgencias es el más demandado?
- Sí. Influyen varios aspectos. No se ha transmitido bien el mensaje a la gente en torno a lo que es el servicio de Urgencias, que debe prestar atención a pacientes con riesgo vital. En el caso de Villarrica, más del 50% de los pacientes que llegan a Urgencia lo hacen con dolencias que deberían ser atendidas en un policlínico.
-Sumando el alto número de turistas en verano, ¿es más complejo el servicio?
- Es caótico. La respuesta sanitaria de Villarrica para todo el turismo es insuficiente, y esos pacientes, al no tener otra alternativa, llegan a Urgencia. Por ejemplo, las quemaduras solares no son urgencias. Además, nos hacemos cargo de los pacientes de Curarrehue, Pucón y Loncoche.
Dado que el hospital de Villarrica es de mediana complejidad, no existe una UCI, y tenemos un déficit de traumatólogos. Cuando llega alguien con un politraumatismo o hay un accidente de tránsito, lo primero que tenemos que tener disponible son las ambulancias para salir corriendo, y eso no puede ser.
- ¿En qué etapa está la construcción del nuevo hospital, que al igual que la mayoría de los centros asistenciales de La Araucanía está atrasado?
- Desde el año 2002 o 2003 que se está prometiendo un nuevo hospital, donde en período de elecciones muchos políticos lanzan el tema en sus campañas, pero eso no es tan fácil. El hospital que se proyectó para el año 2013, ya nos queda chico. Se enviaron todas las observaciones al Ministerio de Salud y se encontraron una serie de falencias en el proyecto, por lo que se espera que durante el primer semestre de 2016 todas las observaciones estarán respondidas.
- ¿Qué falencias tenía el proyecto de 2013?
- Por ejemplo, la ubicación de los pabellones estaba apartada de la UCI, y los box de atención eran menos que los que tenemos actualmente. Hay un informe de más de 40 hojas, donde se especifica uno por uno los errores de diseño.
ANESTESISTAS
- Mucho se habla de la falta de anestesistas. ¿Mito o realidad?
- Haciendo un poco de historia, cuando hace 20 años se diseñó el Plan Auge, estaban consideradas una serie de garantías, pero la formación de especialistas no fue considerada. La autoridad se ha caído en ese sentido, y nosotros llevamos a lo menos 15 años pidiendo que se formen más anestesiólogos, y ahora el déficit es tremendo.
Otra de las ideas que se le ocurrió al Gobierno, cuando Jaime Mañalich era ministro de Salud, fue traer a especialistas extranjeros, de Venezuela, Perú y Argentina, pero se les permitió ejercer sin rendir el Eunacom (prueba obligatoria para los médicos chilenos) ni certificar su especialidad.
- ¿Cómo se llegó a este déficit?
- El sistema privado ha crecido sin límites, y ahora hay clínicas -como la Dávila- que es más grande que cualquier hospital de Chile. Es un sistema con mejores condiciones laborales, que se lleva a gran parte de los especialistas, porque nadie quiere trabajar por menos dinero y con peores condiciones. Los médicos tenemos sentido social, pero la forma de trabajo del sistema privado es mucho mejor. Yo a veces lo echo de menos.
-¿Cuál debe ser el rol de las universidades para paliar el déficit?
- Las casas de estudio privadas tienen déficit de campus, pero han avanzado notablemente, y hay universidades privadas que actualmente están formando más profesionales que la U. de Chile o la PUC. Está bien que lo hagan, pero es fundamental que las becas que están apareciendo cumplan toda la rigurosidad y los criterios para atender bien a la población. Eso lo están haciendo muy bien universidades regionales como la Ufro, la Austral de Valdivia y la U. de Concepción. Así podremos disminuir la brecha.