Secciones

HUELLAS DE NERUDA: EL RETORNO A TEMUCO DE su hijo más cabal

LA CASA. El 28 de diciembre, el Ministerio de Bienes Nacionales compró el inmueble donde vivió el poeta. Se pretende hacer un museo.
E-mail Compartir

Luis Marín

Es muy sabido que el Premio Nobel de Literatura de 1971 vino al mundo en Parral, pero que vivió en Temuco entre los dos años y los casi 17. "De ese paisaje quedó impregnada mi poesía. El mar, las montañas y los ríos de aquella región se quedaron enmarañados en mi alma. Sigue lloviendo dentro de mí, como hace sesenta años en Temuco". A confesión de partes relevo de prueba, podría decir un abogado. Y si a eso agregamos que fue acá donde Neruda (1904-1973) adoptó el seudónimo que después legalizó, y fue también acá donde configuró su ser poético, no resulta desmedido pensarlo como un hijo del Ñielol.

Neftalí Y Bernardo

El joven Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto -sobreviviente de días violentos fundacionales, de una familia disfuncional, y quien forjara un arquetipo que cotidianamente llamamos Chile, y al que, sin embargo, reconocemos sólo a medias- había publicado desde los 14 años, en boletines del liceo que lleva ahora su nombre o en los diarios. Pero cuando su padre lo supo, ardió Troya, y el poeta se vio coaccionado a transmutar su nombre: Nació entonces Pablo Neruda, seudónimo que tomó del dramaturgo checo Jan Neruda. Es más, los biógrafos reseñan que el padre de Neruda era, a despecho de su generosidad, un hombre tan autoritario que ya había coaccionado la vocación del hermano mayor del poeta, Rodolfo, que quería ser cantante de ópera.

Uno de los nietos de Rodolfo, el escritor Bernardo Reyes, a propósito del tema de La Ruta de Neruda, nos aclara: "Los dos hitos culturales de la ciudad y la Región, relacionados se quiera o no con lo turístico, son la cultura mapuche y Neruda. Por eso me parece importante este primer paso. Cualquier ciudad de Europa sentiría envidia de nosotros. El reparo que le hago es que no tiene involucrados de manera más viva a todos los actores, entre otros a los mismos mapuches. Además, salvo honrosas excepciones, como don Andrés Salvadores, los empresarios han sido miopes y poco generosos, quizá por razones políticas mezquinas".

La casa temuquense

Sin duda el hito más relevante del proyecto "Ruta patrimonial huellas de Pablo Neruda" -que además de varias señaléticas y restauraciones, como por ejemplo la plaza del sector de Feria Pinto y la Iglesia Corazón de María, implica el mejoramiento de la Casa de Máquinas del Museo Ferroviario homónimo y la instauración de un Ateneo Literario en la Escuela Agrícola Ñielol- fue la compra del inmueble de calle Lautaro 1436, por parte del Ministerio de Bienes Nacionales a un particular.

El proyecto, que se materializó el 28 de diciembre del año recién pasado en la Intendencia, tuvo un costo de algo más de 500 millones de pesos, considerando los montos de terreno y de diseño. Según Bernardo Reyes: "La casa está emplazada en el lugar exacto donde vivieron Neruda y sus hermanos Laura y Rodolfo, quien fuera mi abuelo. Pero de esa casa no existen ni vestigios: en 1908 la mordisqueó bastante el primer incendio de Temuco y hubo que reconstruirla; después, creo que ocurrió lo mismo el año 21. A eso hay que sumarle las modificaciones, que son muchas."

LAS CRÍTICAS

Además de sectores de la derecha, de los santos indiferentes y de los aprendices de escritores las críticas al presente proyecto, o cuando menos los reparos al mismo, provienen de varios escritores consagrados. No es un misterio que éstos son más bien refractarios al edificio del poder y sus no pocas veces inconsultas (¿y sospechosamente asertivas?) decisiones. Tampoco lo es que, con honrosas excepciones, los mejores de entre ellos son los que menos atados se hallan a gremios, sindicatos y patotas literarias de la índole que fuere. Por ende, un proyecto de tales dimensiones generará siempre suspicacias

Guido Eytel ha afirmado, en más de una ocasión, que el proyecto de marras le huele más a turismo que a literatura. Ricardo Herrera, por su parte, puntualiza: "Que el Estado haya adquirido la casa donde vivió el vate es un avance sustantivo, pero también pienso que es una vergüenza que se desestimara el Premio Neruda que en su tiempo impulsó René Saffirio. Ojalá se replicaran instancias como éstas y también otras: es preciso abrir el abanico".

1906 fue el año en que Pablo Neruda llegó a La Frontera. Se fue de Temuco en 1921, tomando el ferrocarril que lo llevaría hasta Estocolmo.