Secciones

Cómo evitar accidentes de niños en las piscinas en este verano

PREVENIR. Las recientes muertes de dos pequeños evidencian la importancia de tomar medidas de seguridad y nunca perder de vista a los menores.
E-mail Compartir

Carolina Nahuelpi

Bastaron sólo un par de minutos para que las esperadas vacaciones de una familia de Santiago que visitaba la comuna de Pucón se tornaran en una pesadilla. El menor de dos años, Lucas Cádiz, se había perdido de la vista de su abuelo y fue su hermana, de 11 años, quien se encontró con la trágica escena: el pequeño estaba flotando sin vida en una piscina emplazada. Las maniobras de reanimación, en este caso, resultaron inútiles.

"En cosa de minutos se nos desapareció el niño y lo pillamos en la piscina. Fue un accidente, no es algo que hubiéramos querido, nos duele mucho, estamos muy mal", cuenta con evidente dolor Rodrigo Cádiz, padre de Lucas.

El caso de este pequeño se suma al ocurrido el domingo en la comuna de Lo Espejo en Santiago, donde una pequeña de 8 meses también murió ahogada en una piscina particular.

Situaciones como éstas no son aisladas. Un informe del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis) revela que cada año, 120 menores de 14 años pierden la vida producto de sumersiones en piscinas y playas.

Tempranas muertes que, según expertos, son totalmente evitables si se toman medidas preventivas adecuadas y además se invierte en elementos de seguridad.

Así lo manifiesta Cristian Haase, director ejecutivo regional de la Cruz Roja de Chile, quien precisa que lo principal que hay que tener en cuenta es que los adultos no deben perder de vista en ningún momento a los menores, sobre todo si no superan los 5 años.

"Nunca se debe dejar al niño solo en la piscina, playa o bañera. La mayoría de los accidentes que ocurren son por descuidos", indica Haase, junto con revelar que un porcentaje importante de ahogamientos de menores ocurre después de las 16 horas, cuando los adultos están más cansados.

Además, Haase afirma que algunos padres cometen el error de pensar que los flotadores son elementos de seguridad, cuando en realidad son más bien recreativos. Incluso, como en Lo Espejo, pueden transformarse en un arma mortal.

"Frente a un poco de viento, el niño puede caerse del flotador, quedando boca abajo. Entonces, los adultos no deben confiarse de los flotadores. Estos se pueden usar, pero con la permanente vigilancia del niño", agrega el director.

Asimismo, el representante de la Cruz Roja llama a las personas que estén al cuidado de niños a realizar los cursos de maniobras de reanimación y primeros auxilios que permanentemente imparten en la institución.

"También existe la aplicación móvil gratuita de la Cruz Roja Chilena, donde viene un programa de primeros auxilios, que indica qué se debe hacer en situaciones de riesgo", asegura Haase.

PRODUCTOS

Además de estas medidas más bien vinculadas a la conducta, Haase destaca la relevancia de elementos de seguridad, como vallas resistentes que rodeen la piscina e impidan el paso de los niños.

"Éstas deben tener una puerta única, una altura mínima de un metro y 20 centímetros, y una distancia entre barrotes no inferior a 10 centímetros. Esto reduce hasta un 70% el riesgo de accidentes de asfixia por inmersión", sostiene.

En tiendas como Sodimac es posible encontrar rejas modulares, que son fáciles de armar, no dañan el jardín y son seguras. "Éste es el sistema más seguro", indica Marco Hermosilla, encargado del área de temporada y botánica.

Hermosilla también asegura que es importante no confundir aquellas mallas que impiden que ingrese suciedad a las piscinas con protecciones. "Lo que sí es recomendable son los cierres automáticos que las personas pueden cotizar en la tienda", agrega.

Además, los chalecos salvavidas también son una buena opción para los más pequeños, los que deben ser usados en la talla adecuada, "para evitar que, por ser más grande, el chaleco suba y el niño se hunda", aclara Hermosilla.

Una alternativa menos tradicional, pero no por ello menos confiable es la pulsera con alarma y cierre seguro que se encuentra en la tienda y que, a través de una conexión con el celular y sensores, avisa al adulto si el niño ingresa al agua y si se aleja más de 10 metros. Además, trae un radar que detecta la ubicación de los menores en caso de extravío.

Pese a considerar importante los elementos de seguridad, Carlos Rebolledo, profesor de Educación Física y salvavidas de la piscina municipal, indica que una buena alternativa para prevenir accidentes es familiarizar tempranamente a los niños con el agua. "Es muy recomendable que los niños pequeños realicen cursos de natación, como los gratuitos que brinda la Municipalidad de Temuco, también para adultos", expresa el salvavidas.

EN PISCINAS

Aunque los accidentes en las piscinas públicas son escasos, principalmente por la presencia de salvavidas, también existe una serie de riesgos que, a juicio de Rebolledo, son importantes de considerar.

El principal de ellos es la "que muchos niños y jóvenes sobreestiman sus capacidades y avanzan hacia lugares donde la piscina es más profunda. Esto representa un riesgo; de hecho, en ocasiones hemos tenido que hacer rescates", indica.

Otra conducta recurrente en los niños, que más de alguna vez ha provocado hechos que lamentar, es el correr alrededor de la piscina. "El entorno está mojado, por lo tanto una caída en el cemento puede ser muy peligrosa", agrega el salvavidas.

Además, Rebolledo destaca la importancia de acudir sin joyas (que se pueden enganchar), usar protector solar, reposar luego de consumir alimentos, hidratarse y no exponer al baño por tiempos prolongados a los más pequeños, con el fin de evitar accidentes.