Secciones

Tradición y calidad ofrecen las fábricas de uniformes escolares

VENTAS. Estas empresas locales han subsistido por años en el mercado y su historia está lejos de acabar. Ello porque cada temporada crece el número de clientes, fenómeno que repercute positivamente en la creación de empleos.
E-mail Compartir

Carolina Nahuelpi

Las playas y zonas turísticas no son los únicos lugares que reciben numerosas visitas en enero y febrero. Miles son los padres que junto a sus hijos acuden a históricas fábricas locales de uniformes escolares, que con cada visita marcan una suerte distinta a la que han tenido tiendas dedicadas a rubros como la sastrería o la zapatería.

Y es que cuando se trata de uniformes, criterios de compra como la moda o la cantidad de productos pasan a segundo plano para la mayoría de los padres, quienes optan principalmente por la calidad. ¿La razón? El uniforme es la vestimenta más utilizada por los niños y jóvenes durante el año, y también la más recurrente en el lavado, por lo cual es menester que su material y confección garanticen resistencia.

"Lo que más me importa es que el uniforme sea de calidad, que no se destiña con los lavados y que no se rompa con el uso durante el año", asegura Karen Suazo, madre de una estudiante de 7 años.

Esta madre, como tantos otros padres y apoderados, han encontrado la calidad que buscan en una fábrica local, con gran tradición en la confección de uniformes escolares, como lo es Danamon.

"En alguna oportunidad compré el uniforme en otra tienda y no me duró todo el año, así que hace tres años compro en Danamon, que es muy buena", agrega Karen.

Emplazada en uno de los sectores tradicionales del centro de Temuco, en la intersección de las calles Cruz y Portales, Danamon demuestra en esta temporada que su trayectoria de más de 25 años no ha sido en vano.

Ello porque a lo largo de su historia ha logrado una amplia lista de clientes que, incluso traspasando generaciones, acuden hasta la tienda en estos meses de verano para adquirir el uniforme de los escolares.

Según cuenta Pamela Fancelli, administrativa de Danamon, las 18 personas que se desempeñan en la fábrica trabajan durante todo el año para mantener un stock adecuado en esta fecha, en la que se concentran las ventas.

"Como trabajamos todo el año, siempre tenemos mercadería por si acaso los clientes vienen a mitad de temporada a comprar", agrega la administrativa, quien también destaca que la empresa trabaja con uniformes de 25 establecimientos de Temuco.

Otra tienda con igual tradición y prestigio es Uniformes Holland, ubicada en calle Portales casi llegando a Aldunate, que comercializa la vestimenta de 32 establecimientos.

Érica Altamirano, su dueña, cuenta que en la fábrica comienzan a trabajar desde abril para confeccionar los productos que son vendidos en este periodo.

En este punto, Erica destaca que "nosotros lo que más privilegiamos es la calidad y por ello trabajamos con telas nacionales y con gente de nuestra Región".

Precisamente, Ana Vásquez, apoderada y cliente de Holland, da cuenta de ello. "Busco que los uniformes le duren todo el año a mis hijos y en esta tienda encuentro la calidad que busco. De hecho, este año me adelanté, porque el 2015 había una gran fila", dice.

Quien también quiso dejar listo el uniforme de su hijo (de 5 años) en enero fue Débora Parra y para ello acudió por segundo año consecutivo a Pellizari, tienda con más de 15 años de experiencia.

Verónica Soto, administradora de esta empresa ubicada (en San Martín al llegar a Andes), cuenta que actualmente trabajan con siete colegios y para satisfacer la demanda trabajan de lleno en la confección desde de noviembre, aunque también realizan productos a pedido.

"Nuestra clientela es de años, porque nuestra confección es muy buena. Trabajamos con telas nacionales, se hace doble refuerzo en las prendas, entre otras cosas", indica Verónica.

Ventas

Respecto a las ventas, en las tiendas coinciden que, a pesar de que hay padres que adelantan las compras de los uniformes en diciembre e incluso noviembre, la gran mayoría deja este trámite para los dos primeros meses del año.

De hecho, más del 80% de las ventas de uniformes escolares se concentran en enero y febrero, situación que también se traduce en la contratación de más personas.

Según cuenta la administradora de Pellizari, en esta fecha el personal aumenta al doble de la dotación normal, quienes principalmente se desempeñan en la confección de los uniformes.

En el caso de Danamon, la administrativa también asegura que en la sección de ventas el número de trabajadores aumenta el doble durante este periodo, situación que también se repite en Holland.

"En esta fecha trabajo con 12 personas (en venta). La mayoría de las jóvenes que trabajan en estos meses son estudiantes universitarias que todos los años me acompañan en la tienda", indica la dueña de Holland, que cuenta con un personal estable conformado por más de 30 personas.

Crecimiento

La resistencia de las telas, la calidad en la confección y la garantía en los productos son el principal sello de estas tiendas, según indican sus encargadas y corrobora la clientela.

Sustentadas en esta marca, que es la calidad, las fábricas locales están lejos de llegar a su fin (como otras tiendas que no han subsistido a la llegada del retail). De hecho, año a año incrementan el número de colegios y clientes que las escogen.

"Este año, por ejemplo, desde el Liceo Bicentenario nos solicitaron que confeccionáramos sus uniformes y así lo estamos haciendo", cuenta la administradora de Pellizari.

Por la alta demanda que tienen, sobre todo en el mes de febrero, desde estas tiendas recomendaron a los padres que aún no han resuelto el tema del uniforme que acudan pronto a los locales, para que eviten las filas y encuentren las tallas que buscan sin problemas.

"El próximo mes aumenta la afluencia de público, por eso les sugeriría a los padres que compren pronto para que encuentren tallas, y que escojan productos de calidad y locales", sostuvo la dueña de Holland.