Secciones

El bajo perfil en el que aún vive Elena Ferrante

E-mail Compartir

"La amiga estupenda", flamante novela de la escritora más aclamada en el último tiempo, de quien no se conoce ni su verdadero nombre ni su rostro, acaba de llegar a librerías chilenas.

Elena Ferrante, que no había dado nunca una entrevista, fue abordada por los editores de la revista que ha tenido en sus páginas a William Faulkner y Hemingway. Esto fue lo que dijo, aún conservado su identidad en secreto: "Dos décadas es mucho tiempo, y las razones por las decisiones que tomé en 1990, cuando pensé por primera vez en evitar los rituales de la publicación, han cambiado. En ese momento, tenía miedo de salir de mi caparazón. Prevaleció la timidez. Después, llegué a sentir hostilidad contra el medio, que no presta atención a los libros. No es el libro el que cuenta, sino el aura del escritor. Si el aura ya está y los medios lo refuerzan, el mundo editorial te abre las puertas y el mercado te da la bienvenida con felicidad. Pero si no está allí y, milagrosamente, el libro se vende, los medios inventan al autor, con lo cual el autor termina vendiendo no sólo su trabajo, sino a sí mismo también, a su imagen".

El libro tras la película "Carol"

E-mail Compartir

En 1952 se publicó en EE.UU. una novela titulada "El precio de la sal". Su autora era una escritora de quien no se conocían mayores antecedentes, Claire Morgan. La obra, que relata el amor entre dos mujeres en la sociedad de postguerra, tuvo una recepción dispar entre los críticos, pero logró un éxito inmediato de ventas.

Décadas después, en 1989, la novela fue reeditada con otro título, "Carol", y también con la firma de su verdadera autora: nada menos que Patricia Highsmith, la creadora de Tom Ripley.

Highsmith había escrito el libro en 1948, a los 27 años y en el prólogo de esa edición de 1989 explicó que decidió usar el seudónimo pues tenía la duda de si sería etiquetada como una "escritora de libros de lesbianismo".

Lo cierto es que la estatura de la obra sólo ha crecido con el paso del tiempo y este año la película "Carol", basada en el libro, tiene a sus protagonistas Cate Blanchet y Rooney Mara como candidatas al Oscar a la mejor actriz principal y de reparto, respectivamente.

La editorial Anagrama acaba de editar en España "Carol", firmada por Highsmith y con el prólogo en que la famosa escritora relata un incidente que le inspiró la trama.

Estética y peluquería

E-mail Compartir

Una peluquera me recomendó que me echara acondicionador después de cada lavado y que no me deshiciera del todo de él en el enjuague, para que se pusiera más sedoso. Mi pelo estaba seco, sobre todo en las puntas, me dijo, mientras me echaba una crema algo espesa, luego de un corte preciso, pero muy bien consensuado. Esta especificidad en el tratamiento de mis cabellos yo no lo tenía con mi peluquero habitual que atendía en el entrepiso de un viejo, pero emblemático edificio del plan. Con él todo se reducía a expresarle un deseo binario entre dos realidades, regular corto o regular largo. Su peluquería era estrictamente masculina, eso decía en el ventanal biselado de su negocio, agregando que atendía a personal uniformado, probablemente de la Armada, imaginé. En ese contexto, los cortes tendían, irremediablemente, a la uniformidad; a lo más, podía haber una opción en relación a la presencia o no de patillas. La otra posibilidad era la del peluquero gay, más ligado a la noción de estilista, pero que a mí me intimida un poco, porque ahí se amplía demasiado la oferta visual y todo se hace más parafernálico. Alguna vez traté de peluqueras a unos poetas rancios de Valparaíso, más bien se habían apropiado de esa locación para hacer sus performances patéticas. Lamento que el adjetivo peluquera haya aparecido como algo que rebajaba una acción. Más bien era una forma de decir que lo que hacían esos que se decían poetas, en realidad era otra cosa, que podía parecerse al efecto cosmético de la peluquería. Creo que es una práctica digna, más aún, metafóricamente muy potente, yo la quiero, porque modela cuerpos con su efecto metonímico (quiero decir que de una parte se construye un todo). Y a propósito de poetas, recuerdo el relato de la cabellera al viento, rubia, de Juan Luis Martínez, en una motoneta por las calles de Viña del Mar, con pinta de rock star. La mirada arma, diseña, construye paisaje y territorio, habla de un objeto. Mucho culturoso o poetas aspirantes (poetisos) suelen montar escenas librescas en que mitifican el testimonio de poetas como Juan Luis Martínez, su efecto de obra, como lo hacen algunos narradores con el efecto Bolaño. La mecánica es promover un sujeto anterior para rebajar a un canónico actual y, de paso, instalarse como discípulos, como lógica de ocupación de un lugar. Instalar un efecto de obra supone canonización, en desmedro de algún oficialista o cortesano. De ahí se pueden comprender a los bolañistas o a las diamelitas (tributarias de la Eltit), etc. Fue un clásico promover a Juan Luis Martínez para rebajar a Zurita; también se le usó para arriesgar la tesis de que la Escena de Avanzada, la célebre, comenzó en Valpo-Viña, con él, es decir, con su modelo de trabajo. No todo cuadra con precisión absoluta, pero las operaciones son paradigmáticas. Lo concreto es que la peluquería no se reduce al corte y tratamiento del cabello, comprende otros muchos niveles de descriptividad y diseño. La homología con la construcción de campos culturales reside en que la obra no es la pura operación cosmética, hay otros niveles. No puedo dejar de recordar el trabajo de uno artistas jóvenes que arrendaron una peluquería para desarrollar un proyecto galerístico, Pía Michelle, donde el gesto estético cosmetológico era uno. Percibo que la peluquería local lo asume así; veo su diversidad y sus ofertas, y responde a una lógica que va más allá del mercado. Los que le hacen al arte de la palabra, en cambio, son más cosmetólogas en sentido estricto.

POR Marcelo Mellado*

* Escritor y profesor de Castellano. Es autor de "La batalla de Placilla" .

La nueva Playboy trae a la bisnieta de Hemingway

E-mail Compartir

La legendaria Playboy tiene por primera vez en 62 años una portada sin desnudos. La modelo Sarah McDaniel, conocida por tener los ojos de diferente color, es quien aparece en la edición de marzo, pero la publicación trae además a Dree Hemingway, bisnieta del escritor Ernest Hemingway, actriz y modelo, y un guiño literario: un ensayo del escritor Karl Ove Knausgaard. Hemingway es la primera "playmate" no desnuda en la historia de la revista. Las fotos de Dree no están retocadas, porque parte del giro que dio Playboy es desterrar el aura de perfección que daban con las imágenes trabajadas.

Neruda tendrá su cuarto funeral a fines de abril

E-mail Compartir

Pablo Neruda ha tenido cuatro funerales. El primero fue en 1973, en el Cementerio General. Casi ocho meses después los restos pasaron a otra sepultura, en el mismo camposanto. En 1992 el cuerpo fue exhumado y velado en el Salón de Honor del Ex Congreso Nacional. Luego fueron llevados a Isla Negra.

El cuarto funeral se está preparando para después del 26 de abril próximo, cuando los restos

sean devueltos a la familia, luego de la exhumación realizada el año 2013 a petición del juez Mario Carroza. Desde entonces han sido sometidos a análisis científicos para determinar judicialmente si el Nobel de Literatura pudo haber sido envenenado.

El director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, Fernando Sáez, confirmó la fecha de la nueva ceremonia y dijo que se la imagina "respetuosa", privada y en Isla Negra, "donde él pidió ser enterrado".

Todas las casas de Zambra

E-mail Compartir

Alejandro Zambra está en Nueva York, escribiendo "Cementerios Personales", un ensayo sobre la acumulación de libros, becado por el Cullman Center. Se fue, pero mantiene su casa en La Reina, a donde llegó después de una larga peregrinación por diferentes casas. Nació en un departamento de Villa Portales, en1975. Allí pasó dos meses. Después, con su familia vivió dos años en el Cerro Alegre de Valparaíso. Desde los dos hasta los cinco años vivió en Villa Alemana. Fue a los cinco años que su familia se mudó a Maipú, comuna que inspiró su novela "Formas de volver a casa". De Maipú emigró -solo- a los 20 años. Antes de asentarse en La Reina con su gata Oscuridad y su perra Sardina, vivió frente al Estadio Nacional, en Plaza Italia y Plaza Ñuñoa.