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La comunidad internacional condena el nuevo desafío militar de Pyongyang

ENSAYO. Corea del Norte lanzó ayer un cohete de largo alcance que Occidente considera una prueba encubierta de un misil balístico. EEUU y Corea del Sur estudian habilitar un sistema antimisiles.
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Corea del Norte anunció de forma oficial que puso en órbita un satélite mediante un cohete, cuyo lanzamiento fue condenado por la comunidad internacional, que cree que se trató de un test de un misil balístico intercontinental.

Pocas horas después del anuncio, la comunidad internacional reaccionó en contra al más alto nivel: Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el inicio de negociaciones para desplegar en territorio surcoreano un sistema antimisiles estadounidense THAAD, uno de los más modernos del mundo. Y el Consejo de Seguridad de la ONU condenó el lanzamiento y prometió tomar medidas punitivas.

Washington consideró el acto "desestabilizador, provocador y una flagrante violación" de numerosas resoluciones de la ONU, al tiempo que advirtió de las "más graves consecuencias", según la asesora de seguridad Susan Rice.

El proceso anterior

El lanzamiento se da luego de varios fracasos de Corea del Norte en este proceso. Según AP, el régimen comunista sí tuvo éxito en su primer intento, cuando puso en órbita un satélite con su cohete en tres etapas Unha-3 en diciembre de 2012.

La Agencia Espacial de ese país dijo ayer que colocó en órbita un nuevo satélite de observación terrestre, el Kwangmyongsong 4, o "Estrella Brillante 4", menos de 10 minutos después del despegue, y prometió lanzar otros.

Rango de alcance

Corea del Sur afirma que un misil norcoreano desarrollado antes del Unha-3 tiene un rango potencial calculado de hasta 10.000 kilómetros, que le permitiría alcanzar Hawai y la costa noroeste de Estados Unidos.


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Turquía abrirá, si "es necesario", sus fronteras a las decenas de miles de sirios que huyeron de la ofensiva del régimen contra Alepo y esperan en campamentos improvisados poder entrar en territorio turco. Si los civiles "están en nuestras puertas y no tienen otra opción, debemos dejar entrar a nuestros hermanos y lo haremos", dijo el sábado el Presidente Recep Tayyip Erdogan. Miles de sirios huyen de una ofensiva del Gobierno sirio y la avión rusa.