A partir de mediados del 2015, el fenómeno de El Niño ha originado un retraso de una o dos semanas en la vendimia del centro del país (zona vitivinícola por excelencia), lo que podría tener efectos en el producto final. Una situación que las viñas de La Araucanía miran desde una posición privilegiada, según indica Maximiliano Morales, gerente del Nodo Estratégico Chile Vitivinícola.
"Desde La Araucanía hacia el sur se mantuvieron los estados fenológicos de acuerdo al patrón normal que estaban registrando las vides en los últimos años. Esto genera una cosecha normal, sin grandes problemas", agregó.
Lo anterior, junto a la elevación de temperatura que ha experimentado la Región, producto del cambio climático, permite prever un auspicioso panorama en materia de producción vitivinícola, un nicho que se está explorando desde inicios del milenio.
"El cambio climático ha permitido que se establezcan viñedos y que maduren esas uvas. Hace 10 ó 15 años era imposible que maduraran ciertos Pino Noir en algunos sectores de la Región (...). Pero hoy La Araucanía es la zona más emergente vitivinícola a nivel nacional", expresó Morales.
Actualmente existen alrededor de 150 hectáreas de viñedos en zonas como Capitán Pastene, Traiguén, Cholchol, Carahue, Collipulli, Galvarino, Los Sauces, Perquenco y Angol, donde se cosecha principalmente tres variedades: Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc.
Con ello La Araucanía se sitúa como la zona productora más austral. "Hay viñedos experimentales en Osorno y Chiloé, pero en vinos comerciales la zona más extrema es La Araucanía", señala Morales.
CARACTERÍSTICAS
Las características del suelo y del clima de la Región permiten que variedades de ciclos más cortos logren una excelente relación de acidez y dulzor, todos de muy buena calidad.
El primero en probar los suelos regionales para producir vino fue Felipe de Solminihac, con su viña Aquitania, específicamente en Traiguén.
Pronto se sumarían otras, como Viña Las Gredas, de Perquenco, de propiedad de María Victoria Petermann, quien recibió el impulso del suegro de Solminihac, Alberto Levy.
Parte el 2001 y con contratiempos climáticos logra tener buenas cosechas en algunas temporadas. Sin embargo, Petermann es más optimista con lo que aguarda: "La cosecha de este año se ve venir muy bien".
En este sentido, asegura que pese a la complejidad del clima, esta misma condición especial repercute en la calidad de la cepa. "En general, nuestro vino, un Chardonnay, es más ácido y tiene una excelente acogida", dice.
Cabe destacar que la mayoría de los productores en la Región inician, en gran medida, por un tema de gusto y tradición. Este es el caso de Viña Los Colonos, de Alfonso Zanetti, que el 2005 decidió iniciar en el valle de Lumaco, inspirado en las viñas de sus padres.
Cuenta que aunque todo su entorno le sugería que trabajara con variedades más tradicionales, optó por el Cabernet Sauvignon, lo que "ha resultado bastante bien. Los vinos son de muy buena calidad, en lo que ha influido las condiciones del terreno y del clima".
PROYECCIONES
Los productores de vino coinciden en que el camino no ha sido fácil, principalmente por el desconocimiento de los consumidores sobre esta nueva zona vitivinícola chilena y la poca cultura en la materia.
En este sentido, Morales indicó que el Nodo Estratégico Chile Vitivinícola trabajará desde Maule hasta Aysén en tres ejes: nuevos productos, cambio climático y rescate de material genético.
"En esto La Araucanía es clave, porque en ella ya existen viñedos de cepas finas europeas. De aquí en adelante y con ayuda de la tecnología lo que tenemos que determinar es en qué otros sectores podemos plantar con condiciones que puedan generar la madurez de la uva", sostuvo.
Y Morales no escatimó en entusiasmo. "La Región de La Araucanía podría llegar a ser una de las zonas de producción de vinos blancos, Pinot Noir y espumantes de alta calidad más influyente del país", manifestó.
150 hectáreas de viñas hay aproximadamente, con variedades como Pinot Noir y Chardonnay.