La memoria social no existe o se diluye. Muchas cosas que incomodan a las masas se olvidan, aunque las cúpulas ideológicas las mantienen en su memoria, pero seleccionando aquellas que han afectado a sus propios adherentes.
Ello explica cómo se han esfumado en la memoria las atrocidades cometidas por regímenes en momentos en que, sin embargo, parecían tener sustento razonable, eran defendidas con "lógica evidente y cientificista" y avaladas por la legalidad que el mismo sistema se daba para justificarlas. Pasó con la dictadura en Chile o con el régimen nazi en Alemania.
Pero uno se pregunta, ¿cómo se llega a matar seres humanos sin siquiera tener cargo de conciencia? Veamos el caso de los nazis: las corrientes de pensamiento que llevaron a ello, por mencionar algunas, fueron el resultado de un lento y siniestro cambio en los fundamentos de las relaciones humanas, y en los valores y principios éticos del pueblo que lo protagonizó, al decir de Wertham.
¿En qué consistía ese cambio? Fundamentalmente en eliminar la condición humana - la de ser humano completo - a algunos miembros de esa sociedad, ya sea que hubiesen nacido o no. Y por cierto que quienes determinaban esa condición eran los que llevaban adelante dicho cambio.
Algunos de los aspectos que incluían para fundamentarlo fueron la eugenesia (mejoramiento de la "calidad" biológica de los individuos reconociéndoles sólo como un montón de células), la eutanasia (eliminación de los más débiles, aunque disfrazada hoy con el concepto del "buen morir"), la selección de las personas (discriminando a los "indeseables"), la violencia como medio de eliminación y el utilitarismo como fundamento moral (Bindin y Hoche escriben el libro "La destrucción de la vida desprovista de valor" en los años veinte, que va en la línea de Malthus).
No era de extrañar entonces que la eliminación de seres humanos se defendiera en la época nazi. Lo interesante es cómo hoy algunos hacen eco de esas ideas pese a estar supuestamente en veredas ideológicas contrarias. Es el caso de Girardi (quien no siendo consciente de ello, imagino) quita la calidad de ser humano a los bebés en el vientre materno, justificando así al asesinato con el elegante nombre de "aborto terapéutico" o lo que es más absurdo, "interrupción" del embarazo, poniendo todos los derechos sólo en un lado de la balanza.
Sin embargo, la Biblia dice que la vida del ser humano, ese que es imagen misma de Dios, comienza mucho antes de las 12 semanas. Dios le da aliento de vida estableciendo que desde el principio es infinitamente mucho más que un simple montón de células.
Andrés Casanueva, Consejo de Pastores