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La memoria gastronómica

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Uno de los géneros literarios de mi predilección, además de las cartas personales, llamado género epistolar, es el de las recetas de comidas. Hay un largo recorrido del deseo gastronómico textual en la historia literaria, a pesar de que el canon no siempre lo miró con buenos ojos, porque está muy cercano al apetito sexual o al relato erótico. La cocina es subversiva, aunque no lo parezca, por su cercanía a deseo carnal. En la tradición carnavalesca está muy presente esta voluntad placentera de la buena mesa y su descripción objetual. Rabelais con su Gargatúa y Pantagruel es un buen ejemplo, y en la tradición occidental es rastreable en la comedia griega de Aristófanes y, por supuesto, en la literatura latina, siempre haciendo correlato con la política, es decir, parodiando la actuación del poder político. La intromisión de la censura cristiana la relegó a un segundo orden, a pesar de que en los conventos siempre se produjeron buenos recetarios. Nuestros grandes poetas eran aún más grandes sibaritas. La "Oda al caldillo de congrio" de Neruda, por ejemplo, es un clásico, así como la magna obra de Pablo de Rokha "Epopeya de las comidas y bebidas de Chile", en que el poeta hace de nuestro largor territorial una georreferencialidad gastronómico vernácula y lo conecta con la cultura popular, campesina y urbana. Comer es también una experiencia espacial, más aún, está asociada a un lugar; por eso quizás vamos a restoranes y salimos a comer cuando andamos de viaje. En lo personal, por un tema biográfico, los sabores ahumados me conectan con el sur y los pescados y mariscos me recuerdan algo de mi infancia y la mesa familiar sureña. Y a propósito de eso, revisando documentos y fotos de mi madre me encontré con una libreta que contenía, entre otras cosas, recetas que ella anotaba con una letrita muy cuidada. Supuse que estábamos en periodo navideño, porque había consignado una de pavo relleno y otra de pan de pascua. Durante mucho tiempo tuve un viejo libro: "Las Recetas de las Hermanas Rengifo", que creo que eran parientes de Portales, todo un clásico y que mi madre debió usar. El espíritu posmoderno revitalizó el género que llamaremos gastronómico textual; se me vienen a la cabeza las recetas de Carballo, el personaje de Vásquez Montalbán, con su novela policial de nuevo cuño, pero sobre todo con un sustrato gastronómico clave; antes de emprender una investigación el detective cocinaba, y eso le servía de inspiración. El punto es que uno de los modos de construir mundo o realidad es a través de este objeto antropológico que es la elaboración de los alimentos. Tema total y absolutamente sobredimensionado hoy en día por la omnipresencia del mercado que lo reduce a signos controlables, como la cultura gourmet, la cocina de autor o el turismo gastronómico. Con mi padre tuvimos siempre una conexión gastronómica. Él amaba las picadas. Cuando era un preadolescente conocí muchísimas, gracias a él. Después de ir al estadio, generalmente íbamos en día de semana, solíamos cenar en alguna picada, siempre en barrios populares del sur de Santiago. Cuando más pequeño, además, recuerdo que mi padre solía hacer largos viajes supervisando obras, era instalador eléctrico, y a veces me llevaba, y siempre pasábamos al Club Radical del pueblo respectivo. Freirina, Copiapó, Coquimbo, por esos lados. Y ahí la oferta era la comida chilena profunda. Esos recorridos ingresan a la memoria profunda y se instalan como presencias vivas. La comida, por ahora, es una lucha contra la orfandad o una manera de combatir la sensación de soledad en que nos dejan los que parten.

POR Marcelo Mellado*

* Escritor y profesor de Castellano. Es autor de "La batalla de Placilla" .

Llega la obra póstuma de Günter Grass

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El próximo 13 de abril se cumple un año de la muerte del escritor alemán Günter Grass (1927-2015) y ya está a la venta, desde la semana pasada y por Alfaguara, la traducción al español de "La finitud", novela póstuma del Premio Nobel de Literatura 1999.

Con algo de ensayo, poesía y diario de vida de sus últimos años, el libro está profusamente ilustrado por Grass, quien cultivó siempre, además de las letras, el dibujo y la pintura.

La traducción de la novela es del periodista Miguel Sáenz y muestra al autor de "El tambor de hojalata" (1959) lúcido y sin dramatizar su encuentro con la muerte, melancólico pero no sentimental. Incluso llega a reírse de sí mismo.

En 2006 comenzó "Pelando la cebolla", el primero de los tres volúmenes que forman sus memorias; en él recapitula su vida entre 1939 y 1959 y confiesa dolorosos recuerdos, como su militancia en las Waffen-SS en 1944. El segundo tomo fue "La caja de los deseos" (2008) y repasa en él la relación con sus ocho hijos; el tercer tomo, sin traducción hasta hoy, es "Grimms Wörter", organizado en siete capítulos alfabéticamente, de la A a la K, y finaliza con dos partes dedicadas a la U y a la Z.

Lo que trae el libro del Bar Liguria

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Seguro que en este recorrido por los 23 años de historia del Bar Liguria y la compilación de algunas de sus recetas más sabrosas, aparecerán las del pollo al pil-pil, el conejo a la mostaza y las albóndigas de ternera a la italiana que ofrecen los hermanos Cicali, Marcelo y Juan Pablo, en su creciente imperio gastronómico que este año se expandirá a cuatro locales cuando sumen el viejo palacio ubicado en Lastarria con Merced, lugar donde estaba el Instituto Chileno Francés de Cultura. Liguria es una marca registrada desde 1993. La historia de los boliches será narrada por el periodista Álvaro Peralta, "Don Tinto". Junto al relato se presentarán retratos fotográficos de los parroquianos más célebres, la estética de los locales y las cocinas.

Poli Délano publicó una novela negra a los 79 años

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Una novela policial, en el neurótico Santiago de 2010, es la que presentó el jueves pasado en un teatro del barrio Bellavista el escritor chileno Enrique Poli Délano.

Editada por Ceibo Ediciones, su nombre es "La broma de una mantis religiosa" y según su autor trata en su primera parte sobre las relaciones que Lorena, una atractiva mujer casada de 40 años, establece con jóvenes que encuentra en sus salidas nocturnas.

El esposo contrata a un investigador privado para seguirla y los informes del detective, más sus conversaciones con un funcionario de la PDI, son el material para la segunda parte de la novela, donde surgen las sorpresas para los lectores.

Por cierto, el próximo 22 de abril el autor de "Cambio de máscara" (1973) cumplirá ochenta años y se le prepara un homenaje especial.

Se derrumba sistema piramidal de "Regala un libro y recibe 36"

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Una nueva cadena se apoderó del ciberespacio bajo un llamativo eslogan: "Regala un libro y recibe 36". Se ha expandido desde 2015 por foros, WhatsApp, blogs y Facebook, pero el sistema piramidal de libros todavía no cumple su promesa, ni siquiera con su creadora, que ya ha enviado tres y solo ha recibido 17 en vez de 108. La cadena, llamada "El árbol de los libros", se presenta buscando a seis personas, las que a su vez sumarán a otras seis cada una. Los datos de envío van "por interno". Como todo sistema piramidal, el asunto falla porque para cubrir la promesa se necesita a toda la población de la Tierra.

Universidad y autocensura según John Maxwell Coetzee

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El pasado 5 y 6 de abril, y para hablar en contra de la censura, John Maxwell Coetzee llegó a la Universidad Iberoamericana de México, donde también se le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa. El Premio Nobel de 2003 dictó además una conferencia magistral sobre la filosofía y crítica social en su obra. En el discurso que dio tras la obtención del grado, reflexionó también sobre las similitudes entre las universidades medievales y las actuales, en cuanto a los ritos que perviven en ellas y la idea de que son "hogar del alto aprendizaje". Sin embargo, el autor de "Desgracia" también consignó que se rinde tributo a una universidad muerta, aquella soñada por los humanistas del Renacimiento. En su segunda vez en tierras aztecas, la primera fue en 1998. El sudafricano que reside en Australia desde 2002 fue invitado por el Departamento de Filosofía de la universidad y también se refirió en su ponencia a la autocensura.