Genetistas en estados unidos identifican individuos sanos e inmunes a enfermedades infantiles graves
Un estudio publicado ayer por la revista Nature reveló que científicos en Estados Unidos identificaron individuos aparentemente sanos que, no obstante, presentan mutaciones genéticas asociadas a enfermedades infantiles graves, tales como la fibrosis quística.
La investigación, liderada por el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, analizó 589.306 genomas vinculados a 584 enfermedades genéticas y descubrió que 13 individuos eran inmunes.
Este amplio estudio es la primera fase del llamado "Proyecto de Resistencia", iniciado en 2014 por Stephen Friend y Eric Schadt con el objetivo de encontrar "individuos únicos" afectados por "variantes genéticas que deberían provocar enfermedades", explican los autores en un comunicado.
Un conocimiento más profundo sobre la inmunidad de estos sujetos podría dar paso al descubrimiento de mecanismos de defensa naturales ideales para desarrollar nuevos tratamientos.
Aunque los investigadores ignoran aún los motivos biológicos por los que esos casos presentan resistencia, creen que será posible en un futuro próximo aislar las variantes genéticas que les ofrecen protección.
A la luz de estos hallazgos, también consideran necesario revaluar las suposiciones existentes respecto a la relación de causalidad que se establece entre las mutaciones genéticas y algunas enfermedades graves.
Los desórdenes mendelianos, recordaron los autores, pueden manifestarse en una persona a una edad muy temprana y son causados, generalmente, por la mutación de un gen en particular.
Hasta ahora, la comunidad científica ha dado por hecho que estas mutaciones, denominadas "penetrantes", conducen, inevitablemente, al desarrollo de síntomas asociados a las citadas enfermedades.
Sin embargo, la mayoría de estos estudios anteriores se han limitado a examinar a individuos que presentaban signos de enfermedades mendelianas y a sus parientes, dejando a un lado al reducido número de sujetos sanos que también tienen esas mutaciones.
"Millones de años de evolución han generado muchos más mecanismos de defensa de los que conocemos actualmente. En última instancia, la caracterización de las complejidades de nuestro genoma identificará elementos que podrían proteger la salud de maneras que nunca hubiésemos imaginado", destacó Schadt en el estudio, citado por EFE.