Frases
"Hace 4 o 5 años las compañías no estaban asegurando los locales por los riesgos de antigüedad del edificio".
Ricardo Fierro,
"Cuento con la confianza de la Presidenta de la República".
Andrés Jouannet,
"Hace 4 o 5 años las compañías no estaban asegurando los locales por los riesgos de antigüedad del edificio".
Ricardo Fierro,
"Cuento con la confianza de la Presidenta de la República".
Andrés Jouannet,
Hace tres años El Austral decidió abrazar una nueva bandera. La de la convivencia escolar. Como medio de comunicación centenario estamos convencidos del papel que nos cabe en la sociedad. Y porque este tema, el del buen trato en los establecimientos educacionales, es clave para la generación de mejores ciudadanos para nuestro país.
Lo que iniciamos en 2013, lentamente se ha ido consolidando. Hoy estamos lanzando la cuarta versión de la campaña por la buena convivencia escolar. Una cruzada que este año apunta a las relaciones que se dan en el mundo virtual, donde se genera la mayor parte de la interacción de los adolescentes en la actualidad.
Los jóvenes hoy están Facebook, en Instagram o en YouTube. Y allí puso el foco la campaña que en 2016 hace un fuerte llamado a propiciar el buen trato: "Bloquea la mala onda" es el eslogan que se perfila como una invitación para que los jóvenes de entre 12 y 17 años se respeten en todo ámbito de la vida.
Y lo hacemos porque entendemos que las redes sociales son una extensión de sus vidas; por tanto no habrá una buena convivencia escolar si en el mundo virtual existen agresiones, burlas, acosos o publicaciones que hieren o que dejan huellas en lo más profundo de jóvenes que aún están en la etapa de formación de su personalidad.
Por ello, con esta campaña buscamos entregar herramientas educativas que permitan conocer los peligros del mal uso de las redes sociales. Y no sólo para los estudiantes, también para los padres, apoderados y profesores que muchas veces son superados cuando hablamos de Internet, dispositivos móviles, aplicaciones o redes sociales.
Este es el llamado que hacemos. A expresarnos con respeto. A evitar el maltrato. A propiciar los buenos climas internos. A dialogar. A disentir. A sonreír. A solucionar nuestros problemas. A, como dice nuestro eslogan, bloquear la mala onda. Si todos hacemos un esfuerzo para que así sea, seguro será más fácil lograr una convivencia positiva.
"Escribí sabiendo que la muerte es una maravilla que nos espera a todos, nuestra gran aventura; he estado arañando la muerte, pero me he dado cuenta que es una transformación y, tal como los niños, no le tengo miedo". Fueron las palabras que el poeta lautarino Jorge Teillier (1935-1996) rubricó en un programa televisivo poco antes de su muerte, acaecida en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, hace exactos 20 años, y que sintetizan de algún modo su visión circular de la existencia.
Es que el autor de la llamada poesía lárica -que apela al lar o lugar de origen, en contraposición a la modernidad alienante- siempre mantuvo con la muerte un diálogo tenaz. Fue su vara y su cayado y su leyenda, y el camino circular de la bebida licenciosa que habría de acortar sus días y dilatar su mito: "Me cuidaron como a una persona que puede morir, pues si te hablan de tu hermana fallecida [ella murió a los dos años, cuando él tenía un mes de vida] y que tú tienes que ser como ella, quiere decir que en cierto modo la estás reemplazando"… Así nos asegura este niño sobreprotegido, que en un ensayo publicado en 1968 sostendría: "Sé muy bien que la infancia es un estado que debemos alcanzar, una recreación de los sentidos para recibir limpiamente la admiración ante las maravillas del mundo. Nostalgia sí, pero del futuro, de lo que no nos ha pasado pero debiera pasarnos". Es decir, la actualización del pasado en el presente: la idea circular e intemporal de que -digámoslo así- todo tiempo futuro fue mejor.
La literatura está sembrada de paradojas. Teillier, quien viviera en una suerte de realismo secreto, en una poesía fronteriza entre la realidad y el sueño, y que durante décadas se replegó hasta el punto de casi disiparse en apenas un párrafo de la historia de nuestra literatura, es ahora leído y estudiado y reeditado, dentro y fuera del país, con tenaz curiosidad.
En días aciagos para el patrimonio regional, por haberse incendiado el Mercado Modelo de Temuco que albergó casi 90 años de historia, es preciso homenajear, acaso en silencio, a este poeta que llevó los muros de Lautaro hacia fronteras ignoradas. Es preciso recordar a este nieto paterno de franceses y en cuya poética confluyen algunos elementos de la cosmovisión mapuche (ante todo la comunión con la naturaleza y la circularidad), porque además representa como pocos la afluencia de las tres culturas que forjaron nuestra identidad: "Si alguna vez mi voz deja de escucharse, piensen que el bosque habla por mí con su lenguaje de raíces", nos dice.
Luis Marín, autor de "Nostalgia del futuro, biografía del poeta Jorge Teillier"