Es sabido que nuestra Región se encuentra a la cola en los ranking de ingreso per cápita nacional y muy lejos de la realidad socioeconómica que viven otras zonas del país. Pero a pesar de ello, quienes vivimos acá, sabemos que no es difícil amar a esta Región, llena de encantos en su naturaleza y en su gente. Por eso, no somos pocos a los que nos gustaría ver una Araucanía más próspera, más limpia, con menos pobreza y sobretodo capaz de atraer y retener el talento que genera.
La pregunta es entonces: ¿Cómo podemos conseguirlo y cuál debe ser nuestro motor de desarrollo, prosperidad y futuro? La respuesta no es sencilla. No tenemos puerto, ni gran minería, ni un entramado de multinacionales que empujen el empleo y el crecimiento. Somos básicamente una Región agrícola y turística.
Afortunadamente nos queda una carta bajo la manga y no cualquiera, la que lleva al verdadero desarrollo en el largo plazo: "Las personas, sus sueños y sus talentos". Necesitamos sacar provecho a nuestro capital humano: jóvenes con mentalidad emprendedora, que inunden de ideas y energía; empresarios comprometidos, que actúen como Business Angel apadrinando con capital y experiencia a las nuevas empresas; científicos investigando e innovando para conseguir proyectos de base tecnológica.
La buena noticia es que el mundo del emprendimiento y la innovación están más activos que nunca. Las energías renovables, el Internet de las cosas, los vehículos eléctricos, el ADN recombinante o la biotecnología, son solo algunas de las industrias que están reordenando el panorama empresarial en el mundo y la Región.
Aquí, las universidades juegan un rol fundamental conectando a los diferentes actores y ayudando a tomar una posición de liderazgo. Hoy en día en Temuco se producen softwares para todo el mundo y existen serios proyectos de incubadoras de negocio de base tecnológica.
¿Podemos llegar a ser el Silicon Valley de Chile?, ¿podemos crear una marca atada a los valores y atributos del emprendimiento y la innovación tecnológica, dándonos un sello distintivo y reconocible en Chile y en el exterior?, ¿por qué no? Seguramente cuando los emprendedores del sur de San Francisco comenzaron innovar, más de alguien desde Nueva York debe haber pensado que estaban locos.
La innovación y el emprendimiento son nuestros caminos al desarrollo y tenemos una ventaja frente a los demás, la de no tener otras opciones.
Felipe Bozzo, director Escuela de Ingeniería Comercial Universidad Mayor