Después de sorprendernos con una de las series más inclasificables de la TV (la magnífica "Louie", que tuvo cinco temporadas en FX), Louis C.K. nos golpea con un nuevo experimento. El 30 de enero, sin previo aviso, colgó en su página web el primer capítulo de una webserie que vendía por 5 dólares. Con el dinero recaudado grabaría el segundo episodio, con lo obtenido por éste elaboraría el tercero y así en adelante hasta que no hubiese más demanda o él mismo se cansara del desafío. A tres meses del debut, "Horace and Pete" ya cuenta con 10 capítulos que confirman el éxito del ingenioso modelo de producción.
La serie se puede comprar por capítulos en el sitio del comediante Louis C.K.: www.louisck.net
en resumen
Para producir la serie "Horace and Pete" Louis C.K. inventó un modelo en el que los telespectadores pagan por adelantado el próximo capítulo. La idea va en el capítulo 10.
Por Andrés Nazarala R
Pero los que esperaban encontrarse con una comedia desopilante recibían otro golpe en la mandíbula de parte de Louis C.K. Si bien la escenografía de "Horace and Pete" puede recordar al acogedor bar de "Cheers" (1982-1993), no hay aquí razones para reír. La balanza se inclina hacia el drama familiar, el comentario pesimista sobre la actualidad, la tragedia de vivir en estos tiempos.
El epicentro es un alicaído bar de Brooklyn administrado por Horace Wittels VIII (Louis C.K.) y Pete (Steve Buscemi), herederos de una tradición familiar que se extiende desde 1916, cuando el local abrió sus puertas. Detrás del mostrador también trabaja el tío Pete (Alan Alda), un tipo mal humorado que se dedica a insultar a los parroquianos. Como si fuese una obra de Eugene O'Neill, el lugar se transforma en el refugio de personajes solitarios que acaso representan a la sociedad estadounidense: Leon (Steven Wright), un alcohólico rehabilitado que habla poco y toma jugo de manzana en un costado de la barra; Kurt (Kurt Metzer), un nihilista que sostiene que hay que votar por Donald Trump para terminar de destruir el sistema político; Marsha (Jessica Lange), una mujer alcohólica que fue amante de Horace Wittels VII, el fallecido padre del personaje de Louis C.K. y Nick (Nick DiPaolo), un tipo conservador y republicano. También hay personajes que entran y salen de escena: en el primer episodio, por ejemplo, aparece un hombre que en 1961 mató, ahí en el mismo bar, a su mujer y al amante de ésta. Acaba de salir de prisión 55 años más tarde, confundido, sin rumbo, visitando el lugar del crimen como si el horror fuese su hogar.
Louis C.K. opta por una puesta en escena teatral que le permite desplegar diálogos y pequeñas situaciones que enriquecen su panóptico del fracaso. Ese bar funciona como una dimensión paralela, un búnker donde el tiempo transcurre de manera distinta.
La inspiración de la serie es la obra "Abigail's Party", del gran cineasta inglés Mike Leigh, una sátira a la clase media británica que él mismo adaptó para televisión en 1977. También hay guiños a la obra de la dramaturga Annie Baker y un homenaje, en el apellido del personaje protagónico, a Harris Wittels, comediante que murió de una sobredosis de heroína a los 30 años de edad. "Horace and Pete" es una caja de sorpresas.
fotograma de "horace and pete"