Lorenzo Lovera Seguel
Por tercera vez en lo que va del año, en el lienzo dejado en el ataque incendiario a una barraca de Vilcún, perpetrado por un grupo armado la noche del viernes, se pudo leer el nombre de la agrupación radical Weichan Auka Mapu.
Esta es la misma organización que en abril pasado se adjudicó una treintena de atentados en las regiones del Bío Bío, La Araucanía y Los Ríos, desmarcándose de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
De hecho, en el lienzo dejado en el último ataque perpetrado en Vilcún - donde quemaron 2 camiones, un furgón y parte de un galpón - se podía ver el clásico kultrun con una lanza atravesada, símbolo ya característico en las consignas que dejan los atacantes.
En la misma tela blanca se dejó constancia de una fecha: 18 de mayo, misma jornada en la que una serie de lof y familiares de comuneros detenidos llamaron a marchar por la Libertad de los Presos Políticos Mapuches desde la plaza del Hospital Hernán Henríquez Aravena a contar de las 10.30 de la mañana.
En tanto, el Gobierno, a través de los abogados de la intendencia regional de La Araucanía, presentará en las próximas horas una querella contra quienes resulten responsables del atentado.
Consultadas fuentes de la Intendencia, éstos refirieron que probablemente el lunes sea presentado el escrito en el Juzgado de Garantía de Temuco, ya que durante el fin de semana los profesionales analizarán el atentado.
Dependiendo de dicho análisis, el Gobierno invocará alguna figura legal -ya sea por delito común o por Ley de Seguridad Interior del Estado- para hacerse parte de la investigación que hoy lleva el Ministerio Público.
Fiscal
Al sitio del suceso llegó el fiscal Cristián Voullieme, quien consultado por los disparos señaló que actualmente es el Labocar de Carabineros quienes van a "determinar de qué tipo de arma de trata".
Cabe precisar que en el lugar se encontraron, al menos, 3 cartuchos de escopetas percutados y que un dueño de camiones presente en las cercanías de la barraca atacada dijo minutos después del atentado que escuchó unos 25 disparos durante la operación realizada aparentemente por un grupo organizado, que incluso dejó un lienzo en el sitio del suceso.