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Óptica Henzi celebra 101 años haciendo empresa familiar en Temuco

HISTÓRICO. En 1915, Federico Henzi Jaggi se instaló con una joyería y relojería en calle Montt. Hoy su nieto continúa con la tradicional óptica, un ícono del emprendimiento en la capital regional.
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Camilo Garrido

En calle Manuel Montt de Temuco, entre Prat y Bulnes, se levanta Ópticas Federico Henzi, un negocio familiar que silenciosamente se ha vuelto parte esencial de la ciudad y donde su historia se arrastra casi a la par de la capital regional, con 101 años de labor al servicio de generaciones de temuquenses.

Y es que hoy, Federico Tercero Henzi Sauterel, actual gerente de la empresa, continúa entusiastamente el proyecto que en 1915 iniciara su abuelo Federico Henzi Jaggi.

El negocio -asegura Henzi Sauterel- partió como Joyería y Relojería Suiza, en calle Montt 793, en la esquina de avenida Prat, donde hoy se ubica la multitienda Paris. Una actividad que Henzi Jaggi compartió con sus hijos Federico Segundo y Max, y que se extendió al local de Montt 827, el que hasta hoy se conserva como el seno del trabajo familiar. "Mi tío era el joyero y mi papá era el relojero. Esta gente llegó cada uno con su profesión cuando arribaron desde Suiza", contó Henzi Sauterel.

La empresa de los Henzi se mantuvo así hasta los años 30, cuando un incendio los obligó a trasladarse a la tienda donde hoy atienden.

Los hermanos se mantuvieron juntos hasta poco, después de la muerte del padre de familia, cuando el nieto tenía alrededor de 6 años. El tío de Federico Tercero, Max Henzi, se consolidó con sus joyerías, mientras que por el lado de Federico, Henzi Lehmann y Henzi Sauterel, el negocio comenzó lentamente a mutar hacia otros rumbos.

"Aquí se siguió con la joyería como profesión pero querían instalarse en otros rumbos, probar otras cosas, como estaba empezando justamente en ese tiempo la óptica", relata Henzi Sauterel. Así es como en 1945, lo que era joyería y Relojería Suiza se convirtió en la hoy conocida óptica y -como el propio empresario se jacta- la primera de Temuco.

CAMBIO DE GERENTE

En 1960, cuando Henzi Sauterel cumplió los 18 años, su padre Federico Henzi Lehmann decidió que su hijo debía quedarse con el negocio de la óptica, pero bajo una condición. "Me mandaron a Suiza a estudiar óptica. Estudié tres años y ahí me vine a Temuco", consignó.

Sin embargo, al cabo de un año tras su regreso a la Región de La Araucanía, la familia sufre la partida de Henzi Lehmann. Pero a esas alturas Ópticas Federico Henzi ya no quedó sola: "Yo me hice cargo del negocio", afirma Federico Tercero.

Fue así que la marca creció con lentes y marcos de primera calidad y, además, con la impronta que le otorgaba al negocio el hecho de que un experto en la familia, con estudios europeos, atendiera en la capital regional.

"Empecé a dejar la joyería y relojería a un lado y me dediqué exclusivamente, ciento por ciento, a la óptica, porque eso es lo que fui a estudiar", dijo el óptico y gerente, rememorando ese punto específico de la historia.

Es así como tras múltiples viajes a Santiago y gracias a su conocimiento comercial, logró enganchar con marcas distribuidoras de lentes conocidas en el país y que ofrecían productos de alta gama, como Rodenstock.

"Hoy está lleno de ópticas, pero la mayoría de ellas son de grandes cadenas y se dedican más a todo tipo de público, mientras que nosotros traemos mercadería un poco más fina y un poco más cara", cuenta Henzi Sauterel.

Y, así también fue creciendo la expansión de la empresa, al punto que hoy Ópticas Federico Henzi cuenta con tres sucursales en La Araucanía.

"Tengo una sucursal en Victoria, una en Pucón y otra en calle Montt 727", cuenta con orgullo el gerente, siendo la primera de ellas inaugurada en 1981.

HERENCIA

Federico Henzi Sauterel reconoce que el negocio de las ópticas se ha dificultado con el paso de los años.

"Como que se está echando a perder. Está bajando la calidad porque, hoy por hoy, todas las cadenas que llegan despachan los anteojos pero lo mandan todo a Santiago. No se hace nada aquí", indica.

Pero es precisamente en esta debilidad de la competencia que Ópticas Federico Henzi encuentra su propia fortaleza: los clientes vuelven al lugar día a día a buscar calidad. Por ello, el estilo que definió el negocio es de boutique.

Y esa impronta de alto nivel la ha continuado la hija de Federico Tercero, Nicolle, quien, como su padre, salió a estudiar antes de comenzar a trabajar con la familia. Buscó la carrera de Contactología en un instituto profesional y, al formarse, se instauró en la empresa con lentes de contacto.

"Yo empecé el 2005 aquí a vender lentes de contacto", aseguró la hija.

¿Y cómo se vislumbra el futuro de los Henzi? "Cuando yo ya no esté, mi hija va a tomar este negocio", cuenta Federico, mientras su hija ríe.

Y es que, al parecer, el traspaso del negocio al interior de la familia se ha vuelto una tradición que, hasta el momento, se vislumbra en extenso.

"Yo tengo un hijo. No sé si querrá continuar él con el negocio, también depende de él", afirma Nicolle.