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Encuesta CEP: situación política en la Región empeoró en la última década

CONFLICTOS. La mayoría concuerda en que la zona se ha vuelto menos pacífica que hace 10 años y que el Estado debe restituir tierras a comunidades indígenas.
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Camilo Garrido

La Araucanía ya no es lo que era hace 10 años. Su clima político y de convivencia se ha vuelto peor y menos pacífico que hace una década, alcanzando hoy un alto grado de violencia.

Así quedó plasmado en la encuesta aplicada por el Centro de Estudios Públicos (CEP) entre marzo y mayo de este año, aplicada a cerca de 3.100 personas mayores de 18 años, entre mapuches y no mapuches, habitantes de la zona centro-sur del país que va desde el Biobío hasta Los Lagos, más la Metropolitana.

El instrumento refleja una falta de confianza hacia el Gobierno y un descontento hacia ella. Sobre la política en la Región, tanto los mapuches (66%) como los no mapuches (68%) opinan de que ésta es mala o muy mala. Más aún, la mayoría dice que la política ha empeorado en los últimos 10 años (57% mapuche, 63% no mapuche).

El alcalde de Renaico, Juan Carlos Reinao, quien también es presidente de la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche (Amcam), opinó que "el Estado a través de las policías ha generado el ejercicio de Justicia y ahí es el efecto de lo que ha ocurrido (con el conflicto)".

Política

En cuanto a la relación entre las comunidades mapuches y el Estado, la mayoría opina que los indígenas merecen una restitución de las tierras, por sobre el reconocimiento constitucional del pueblo mapuche o la mejora al acceso de la educación de calidad.

La Corporación de Profesionales Mapuche Enama reaccionó ante estos ítems, y opinó que "contrario a lo que algunos sectores de agricultores y empresarios han planteado, buscando deslegitimar sus fundamentos, la demanda de tierras es ampliamente valorada por los mapuche".

Alejo Apraiz, el presidente de la Agrupación de Víctimas de Violencia Rural (Avvru) en La Araucanía, reconoce la respuesta como una forma válida de compensación, pero asegura creer en otros métodos.

"Hemos tenido reuniones con el mundo mapuche de diferentes sectores y ellos al menos lo que han manifestado es que están abiertos a tener algún otro tipo de reparación, como por ejemplo una pensión vitalicia (...) Lo que pasa es que hoy lo único que te permite la ley es reivindicación de las tierras", comentó.

En tanto Marcelo Zirotti, presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola (Sofo) en Temuco, está en desacuerdo con la respuesta. "No creo que sea la manera, creo que primero hay que trabajar por mejorar la salud y la educación. Hay que urbanizar el campo, llevar la tecnología", comentó.

En la misma línea, el intendente Andrés Jouannet, reconoció la restitución de tierras "tiene que ir con acompañamiento, no sólo en el tema de tierras, sino que también tiene que ir con acompañamiento productivo".

Violencia

Ante la pregunta sobre cómo calificar la convivencia en la zona, un 74% de los no mapuche y un 69% de los mapuche consideró que está muy violenta, porcentajes de respuestas similares en la opinión de que La Araucanía se ha vuelto menos pacífica en 10 años.

El alcalde Reinao dice estar de acuerdo con el ítem. "Efectivamente ha aumentado el nivel de violencia, pero hay de dos tipos: uno que lo calificaría como violencia política y, lo segundo, violencia particular del Estado hacia los mapuche".

Alejo Apraiz coincidió también con las respuestas. "(La Región) Es excesivamente violenta. Los índices de violencia que tiene no lo tiene ninguna otra, incluida la Metropolitana", dijo, y agregó que lo que la zona necesita para revertir la situación es "mano dura de las autoridades (...) En todo ámbito: en policías, jueces, fiscalía, etcétera (...) No es posible que habiendo prácticamente todos los indicios de que hay un grupo operando en la Región, no se haga nada al respecto".

Sobre esto, Enama lo vinculó a otra pregunta en la misma encuesta, en la que se consigna que la mayoría de los consultados rechaza la violencia como forma de presión hacia el Gobierno. "Ello da cuenta de un pueblo eminentemente pacífico y dialogante, una característica cultural desaprovechada por el Gobierno", opinó.

Al consultar al intendente Jouannet sobre el aumento de la violencia en la Región, dijo que "no sé si comparto, lo que sí es objetivo y no se puede negar es que tenemos una situación en el sector rural donde efectivamente se producen situaciones violentas".

A fines de mayo, el intendente polemizó al no reconocer la reivindicación mapuche. Sin embargo, en el marco de los resultados de la encuesta, comenta que existe "una reivindicación cultural que hay que hacer y que también de alguna manera se plantee una reivindicación política, histórica, cultural y social".

"El Gobierno no visibiliza a las regiones"

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presidente Fundación Aitué

La reciente encuesta publicada por el CEP aporta múltiple y muy valiosa información sobre el sentir de dicho pueblo en materias culturales, políticas y sociales. Como Fundación quisiéramos detenernos en la percepción sobre los cupos reservados en el Congreso, la utilización de la lengua mapuche y el clima de violencia en La Araucanía.

En cuanto a cupos parlamentarios la encuesta presenta un apoyo importante tanto de mapuches (65%) como de no mapuches (55%) frente a esta medida que permitiría una mayor participación de los pueblos indígenas. La experiencia internacional indica que los países que cuentan con espacios reservados en sus parlamentos canalizan a través de estos representantes las iniciativas y puntos de vistas de los pueblos, transformándose además en líderes políticos que contribuyen a institucionalizar el diálogo, lograr acuerdos que perduren en el tiempo.

Respecto a la utilización de la lengua, las cifras muestran el aumento de 10 puntos de aquellos que no hablan ni entienden el mapudungun en comparación a 2006, alcanzando un 67%. Estas cifras son particularmente graves si se considera que la disminución del numero de hablantes, genera efectos graves sobre la transmisión de tradiciones.

Finalmente los resultados dan cuenta de un reconocimiento transversal frente al agravamiento del clima de violencia en la Región.

Distintos actores regionales hemos planteado como un camino para mejorar las relaciones y fomentar el desarrollo intercultural, la instalación de una mesa de dialogo que favorezca los acuerdos entre todos los que habitamos y queremos esta Región. Sin embargo, vemos que el primer llamado a instalar y empujar dicho diálogo, esto es el Estado, a través del gobierno de turno, no visibiliza a las regiones y sigue diseñando políticas con criterio centralista. Revertir el clima de violencia actual es un desafío impostergable que requiere ser abordado sin mayores dilaciones, con una mirada desde la Región.

Lorenzo

Dubois,