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Empresario se defendió a balazos de atentado: "Prendieron la casa cuando yo estaba adentro"

ENFRENTAMIENTO. Crudo relato de Álvaro Bernedo, quien finalmente escapó por una ventana cuando la vivienda del fundo Codinhue, ubicado en Padre Las Casas, estaba envuelta en llamas.
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Diego Ahumada Santibáñez

Mientras se acostaba en la casa de campo del fundo Codinhue, ubicado en el sector de Niágara, a 19 kilómetros de Padre Las Casas, el empresario Álvaro Bernedo, de 53 años de edad, nunca sospechó que esa noche su vida correría serio peligro. Y es más. Que el revólver heredado de su padre, recientemente fallecido, lo salvaría de morir calcinado.

Apagó la luz, cerró los ojos y concilió el sueño. Eran las 00:30 horas de la madrugada de ayer cuando el estallido de un vidrio lo despertó, luego escuchó voces y más ruidos. Se levantó, salió del dormitorio y vio a tres personas en el sector del living. Logró distinguir a un encapuchado, retrocedió y sintió dos disparos, uno dejó un forado en la puerta que segundos antes alcanzó a cerrar de golpe.

Se vio obligado a empuñar el arma que le dejó su padre -un calibre 22- y respondió jalando el gatillo tan rápido como pudo. "Procedí a repeler el ataque. Abrí la puerta y disparé en tres o cuatro oportunidades, después dos veces más por el mismo forado que dejó la bala tirada por ellos. Volví a recargar el arma", contó Bernedo mientras recorría las ruinas del inmueble que hace ocho meses adquirió al comprar un paño de 20 hectáreas. Aseguró que el revólver, "me permitió defenderme, casualidades de la vida, todavía me protege el viejo".

Contó que percutó alrededor de 20 disparos y dice haber recibido otros 20 de vuelta. No sólo lo atacaron desde el interior del inmueble, sino también del exterior. "Ahí sentí un par de disparos más desde afuera de la casa, por lo tanto tienen que haber sido al menos cuatro sujetos".

"Aquí cagaste gringo de mierda", le gritaban sus atacantes, entre otros improperios. "Cuando yo repelí el ataque, ellos me dispararon al cuerpo y después, cuando traté de salir de la casa que ya estaba en llamas, dispararon a la ventana por la cual traté de salir. Prendieron la casa cuando yo estaba adentro".

Por dicha ventana y bajo una lluvia de balas logró escapar de las llamas que destruían la casa de campo -dos pisos, 170 metros cuadrados- y un todoterreno. Luego, oculto entre unos arbustos, observó levantarse el fuego que abrazó en cosa de minutos el inmueble destruyéndolo por completo.

Al rato llegó Carabineros y Bomberos, pero del grupo armado no quedó pista alguna. La casa y la camioneta, contaban con seguros parciales y sobre el predio no pesaban medidas de protección.

"Dentro de todo, estaba muy agradecido de que no estuvieran miembros de mi familia acá. Eso me tranquilizó mucho, fue lo primero que pensé", dijo el empresario, que generalmente recibe el fin de semana a su señora y tres hijos en el campo agrícola-ganadero de 150 hectáreas que ha comprado por roles.

Hay que consignar que en el lugar no se encontraron panfletos alusivos al conflicto chileno-mapuche.

No vinieron a robar

Álvaro Bernedo, si bien aseguró que es tarea de las autoridades catalogar los hechos, cree que las personas que intentaron matarlo "no vinieron a robar porque la gente no roba cosas quemadas, no era un robo", y que por lo tanto, en base a la experiencia vivida pocas horas antes, afirmó que se trata de terrorismo.

"Creo que el Gobierno ha sido muy tozudo al tratar de negarlo (el terrorismo) y yo creo que esto no es por un tema de convicción, sino por un tema de conveniencia política para ellos", opinó la víctima del último atentado.

El fiscal Cristián Voullieme, se constituyó en el lugar e informó que "se está investigando el delito de incendio en lugar habitado toda vez que al parecer la víctima aún se encontraba al interior de la casa cuando se prendió el fuego".

"Ellos me dispararon al cuerpo y después, cuando traté de salir de la casa que ya estaba en llamas, dispararon a la ventana".

Álvaro Bernedo,, víctima

Recuerdos del caso Luchsinger-Mackay

El empresario Bernedo, concesionario de un servicentro ubicado en pleno centro de Temuco , cuyo abuelo fue dueño de la feria ganadera Bernedo, comentó que el atentado incendiario le trajo el recuerdo de la muerte del matrimonio Luchsinger y "de mucha gente más, de parceleros, misma gente del mundo indígena que ha sido atacada y violentada, y me trae recuerdos de la ineficacia con que han actuado los distintos gobiernos, de la impotencia que se siente de no sentirse apoyado por tus autoridades". El 4 de enero de 2013, Werner Luchsinger y Vivian Mackay murieron en un atentado.

"La víctima aún se encontraba al interior de la casa cuando se prendió el fuego". Cristian Voullieme, fiscal

00:30 de la madrugada del lunes se registró el atentado incendiario. Pese a los numerosos disparos, la víctima no resultó herida.

4 detenidos dejó el último atentado en el sector Niágara de Padre Las Casas. Los imputados habrían participado en la quema de una iglesia evangélica.